Las Piedras en la Mochila


Hace casi dos años, en el famoso curso de los chavos de "Re" aprendí una especie de analogía que consiste en comparar las dificultades o los problemas que se presentan en tu vida con un costal o mochila lleno de piedras que cargas y llevas contigo a todas partes.

Hoy en la mañana me estaba acordando de eso, y pensando en que desde ese entonces, en la puerta principal de la agencia de publicidad hay un pequeño gancho en el que todos los días y antes de entrar a trabajar, cuelgas "simbólicamente" tu mochila llena de problemas o tristezas, para tomar (del 2do. gancho que está colocado en la cara interior de la puerta) tu "rol" de diseñador, de reportero, de director, de coordinador editorial, etc... según sea el caso de la función que tengas dentro de la empresa, puesto que la idea de ese ejercicio era concientizarnos de que todas las "cargas emocionales" que en un determinado momento puedes tener, afectan no sólo tu desempeño dentro de una empresa, sino la forma como te relacionas con los demás.

Esta mañana, mientras me acordaba de eso, me puse a pensar en que en cierta forma todos cargamos siempre una mochila llena de piedras. La de algunos es mucho más grande y pesada, que incluso llevan ya la espalda raspada y lastimada por haber permanecido durante tanto tiempo llevando a cuestas esa carga.

Algunos van por la vida, mostrando a los demás el tamaño y la forma de las piedras que les ha tocado cargar sobre su espalda, y hay otros que aunque nunca se quejan, en su mirada reflejan el peso que llevan encima.

Si alguna vez fuera posible poder visualizar las dimensiones y la forma de las piedras que cada persona lleva en su mochila, quizá nos daríamos cuenta que "nuestra propia carga" es ligera, comparada con la de otras personas, cuyas piedras simbolizan un sufrimiento muy grande como puede ser el tener a un hijo enfermo, no tener dinero para comer, padecer una enfermedad terminal o haber perdido a un ser querido.

En lo personal, echo un vistazo a mi espalda, y me doy cuenta que yo he cargado durante casi dos años con dos piedras que si bien no son tan pesadas como las de otras personas que en realidad sufren, el llevarlas a cuestas y para todos lados, hoy me doy cuenta de que si me han limitado demasiado y han evitado que quizá me haya perdido de vivir cosas o momentos de mi vida con mayor intensidad.

En muchas ocasiones he escuchado decir que "Dios no nos da un peso más grande del que a nivel individual podemos soportar", y en ese sentido, lo ideal sería que en lugar de llevar atada a la espalda una mochila llena de piedras, cada uno de nosotros pudieramos irla llenando de momentos intensos ya vividos, de trocitos de días soleados, de aromas que nos recuerden algo o a alguien, de cosas que en concreto nos sirvan para sonreír cuando el camino por el cual estemos transitando no sea muy agradable que digamos.

A mi me encantaría ser libre, aprender a vaciar mi mochila para llenarla como dice una canción de Soraya: "con una manta tejida de momentos robados de la vida"; pero al mismo tiempo, pienso también que para algunos de nosotros el peso que se carga durante determinado tiempo quizá sirva para que aprendamos que la felicidad no radica en caminar por la vida con "la mochila vacía"...

Eso no puede ser posible, puesto que todo en la vida implica dificultades... Pero quizá, lo que nos puede llevar a crecer como personas sea aprender que la vida nos da momentos en que podemos "desprendernos" por completo de la carga que se lleva en la espalda y así habrá días en que la vida nos otorgará la posibilidad "de dejar la mochila a un lado, recargada en la pared", para disfrutar de cosas tan simples como un atardecer color naranja, una conversación con un buen amigo, una canción padre y que no escuchabas hace tiempo en la radio, una tarde libre, una película en el cine, un paseo en bicicleta, una caminata sin tener prisa, un libro que te cuente una historia diferente y te transporte hacia otro espacio y tiempo, una golosina dulce o enchilosa, la sonrisa de un bebé que te inspire ternura y te recuerde la magia de la vida, "botarte de la risa" con alguna ocurrencia, y un sinfin de cosas, de detalles simples que son los que logran "aligerar" tu equipaje y que incluso pueden ayudar a que un día sencillamente las piedras en la mochila se diluyan.


Buen inicio de semana a todos.

Comentarios

dehg dijo…
Eso de las cargas emocionales lo he sentido pero a la hora de acostarme a punto de dormir. Me quedo sobre la cama y comienzo a sentir dolores en la espalda, sobretodo si algo ocupa mi mente. Efectivamente, la mente domina al cuerpo, y si algo te afecta emocionalmente, se refleja en tu cuerpo. Saludos hasta alla, espero que estes bien! :)
Renoreins dijo…
Pos yo ultimamente ando cargando algo y no se que es, siento que algo me pesa y me pesa bastante pero, busco dentro de mí y no encuentro el lastre, así que me olvido del asunto y me dedico a cosas mejores, pero, traigo esa inquietud.
Anónimo dijo…
Hola Martha, espero que hayas pasado una linda semana. Me gusto eso de dejar un ratiro la carga para maravillarse de las cosas simples de la vida, muy cierto! pero sobretodo pienso que debemos sentir que alguien más grande que nosotros pueda llevar esa carga por nosotros. :) Saludos!!!

Entradas populares