Despierto...


Miércoles 14 de Julio, 2010.
3:15 am

Despierto... Abro los ojos y me siento envuelta... Me rodean con sus brazos los recuerdos, el sabor casi extinto de tus besos y el aroma de tu piel.

Despierto... Abro los ojos y un montón de pensamientos me atropellan (todos juntos y al mismo tiempo); pero yo no les hago caso, me refugio en la visión de un cielo matizado en color rosa, cuando el sol aún no llega; en el viento fresco que es un bálsamo en días que se vuelven inclementes por excesiva calidez.

Despierto... Vuelvo a cerrar los ojos y esa breve ráfaga se convierte en un suspiro que me llena el alma, me lleva a soñar con recuerdos construídos por instantes distintos que aún no han pasado (y la verdad no sé si existan); pero aún así, los doblo con cuidado y me los guardo en el bolsillo más escondido de mi alma, quizá para regalarle un día a alguien: Un viaje sorpresa por carretera, escapando de un día ordinario; mientras al mismo tiempo también sueño despierta con un amanecer en compañía sólo del silencio, sentada a la orilla del mar.

Y me duermo añorando eso, como los niños cuando se cansan de llorar y sus párpados se rinden vencidos por el peso de mil gotas de lluvia, esa misma que imagino impregnando de humedad cada uno de mis pasos por esa playa, al sur de un país imaginario.

Despierto... Y me doy cuenta que he aprendido a convivir con la nostalgia. La soledad me enseña que querer algo distinto y también ir por un camino diferente al que transitan todos, puede ser extraño a veces, pero a la vez tan válido; porque a pesar de la confusión que a veces le roba horas a mi sueño y me hace experimentar miedo, cada paso es una decisión personal de vida, es sólo cuestión de tomar lo que el presente me pone en las manos, aunque al abrir las palmas y extenderlas, tantas veces las haya descubierto vacías.

El sonido de un par de canciones me recuerda que debo regresar al mundo real para inventarme historias que tendrán mucho de mi, pero que ni siquiera serán mías...

No importa eso en lo absoluto, cuando ese pretexto se convierte en un pase de abordar de regreso hacia el mundo introspectivo de los sueños...

Me dejo envolver por los sonidos y las frases simples plasmadas en estrofas, por las letras que alguien más escribe y me descubren mundos, lugares y personajes mágicos, que como trozos de carbón van delineando con trazos de color oscuro cosas que pienso, siento, sueño o en un pasado que se difumina se me fueron cayendo en el camino.

A media tarde me siento en el parque... Sobre el pasto húmedo contemplo las nubes que desfilan. Viajan en libertad hacia donde el viento las lleve; quizá muy cerca o quizá hacia un país desconocido y distante, deseo por un instante ser como ellas, pero mis raíces están en la tierra y algo me dice que aunque desconozco la hora y el día, ya llegará mi momento para soltar las amarras e izar mis velas.

Desde ese lugar y mientras el último pensamiento se diluye, escribo cartas para alguien que físicamente está muy lejos, y le agradezco a alguien que ni siquiera conocí por haber moldeado su alma con toda esa ternura de la que yo tanto aprendo.

También hablo con Dios y le pregunto mil cosas con el corazón en la mano... Creo que Él siempre me responde, pero tal vez yo no entiendo lo que dice, o peor aún, tal vez todavía ni siquiera he aprendido a escuchar...

Despierto... Abro los ojos y me siento bendecida... Porque a pesar de mi esencia humana tan imperfecta y de que existan cosas que para otros son tan simples, mientras que para mi cada vez son más lejanas, al grado de haberse transformado casi en un lujo; me sigue sorprendiendo cada cosa que descubro en el camino y he aprendido con el tiempo, que las únicas cosas que tienen un valor no mesurable, son aquellas que no se pueden tocar, pero se sienten y se guardan en el interior.

Despierto... Me tengo a mi y una vida entera para acompañarme... ¿Qué voy a hacer conmigo?... Tal vez mañana tendré la capacidad para responder...

Comentarios

Boleyn dijo…
De todos todos todos los posts que he leído en tu blog, este es mi favorito =) hermoso!

Besos =)
Despierto...abro los ojos y amanezco con eso que tanto pedí el día anterior que no me pasara, entonces saco ganas, me empujo, me obligo y ahí empieza mi día con la misma sonrisa de siempre a pesar de que por unos instante lo dejo de hacer y me preguntan porque estoy triste, y no es tristeza es cansancio, es como una especie de desilusión al notar que todo tu esfuerzo aún no recibe resultados positivos, pero bueno, nunca fui una persona que se queja, para mí todo es un aprendizaje, pero soy un simple ser humano con todo lo que eso implica.

Ya es de noche, suspiro profundo y vivo el momento, mañana será otro día, y me voy a dormir con un pensamiento tal vez con menos esperanza pero esperanza al fin de que todo pasará.

Muy lindo post, de esos con un toque de nostalgia que tanto me gusta.
Anónimo dijo…
Y si no respondes mañana, pues será pasado mañana, que alcabo que hay confianza y tiempo

ah no vdd

jejeje ya pues, yo siempre con mis comentarios chafas mientras la demas gente se pone filosofica ¬¬

Sale me retiro, que andes bien

byE
Martiuks dijo…
BOLEYN:

Gracias por el cumplido. El fin de semana paso a visitarte.

VANE:
Algún día vas a despertar y todo eso que ahora te duele, te cansa y de repente eclipsa tu sonrisa y ese brillito tan especial que tienes en los ojos, va a desaparecer y tu vida será de otra manera. Sólo hay que tener un poco de paciencia (aunque cueste un H... -iba a decir algo poco elegante-), pero sea como sea y a pesar de todo esto que has pasado, yo sigo creyendo en que Dios tiene algo reservado para ti.

Ojalá que tengas dulces sueños. Gracias por pasar.

NEFERTITI:
No hay peks, yo te dejo ser. Aparte me dan mucha risa tus respuestas.

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