Para Melissa...


Melissa:


Ha pasado ya un poco de tiempo, y mientras los días se han ido sumando uno a uno como las bolitas de colores en un ábaco, tú sigues creciendo, y a pesar de que yo ya no te he escrito nada, eso no significa que me haya olvidado de ti.

Tres meses son muy poco tiempo para que alguien tan pequeño como tú pueda explorar el mundo por completo, para entender (si yo intentara explicarte con palabras lo que es un eclipse), creo que lo entenderías más que si vieras ese circulo inmenso y redondo, que desde el cielo ilumina tus sueños por las noches, colorearse con uno de esos crayones con los que dentro de muy poco tiempo tú vas a empezar a pintar tu mundo y las paredes también... ¡Ups!, esperemos que esta parte no la lea tu mamá...

Me imagino también que tal vez sería más fácil para ti, si cada cosa del mundo que yo intento describirte con palabras, tú la entendieras así de a una, de modo simple, así como a los pocos días de tu llegada, entendiste lo que era cerrar los ojos por un instante y aún así verlo todo claro, gracias a la calidez de la luz del sol.

Yo no te veo a diario, pero sonrío al imaginar que para estas fechas ya debes haberte sorprendido con el gran descubrimiento de tus manos. Tal vez pasas grandes lapsos del tiempo observándolas y por eso te molesta tanto sentirte limitada cuando tus padres, para protegerte te abrigan, mientras los que te amamos nos imaginamos todo lo que con esas manos -por ahora tan pequeñas- podrás hacer.

Dentro de muy poco serán rayones que poco a poco irán tomando forma de monigotes, y con un poco de práctica se convertirán en tus primeras letras, o en las ilustraciones que reflejen tu mundo tan mágico lleno de princesas, dinosaurios, y hasta monstruos de colores que los grandes ya ni nos imaginamos; pero Dios, que es mucho más visionario, es el único que sabe si con el paso de los años, de esas manos surgirá un cuadro, si tus dedos se deslizaran con destreza sobre un piano, moldearán una escultura, escribirán un cuento, o crearán cosas que ninguno de nosotros no podemos leer aún en el futuro...

Hace algunos meses, cuando comencé a escribirte cartas, pretendía contarte un poco cómo era el mundo; pero con sólo ver la manera en como sonríes, y la forma como has logrado sacar lo mejor de cada uno de tus padres, me doy cuenta que somos todos unos ilusos; pues eres tú la que ha venido a enseñarnos que las cosas pueden ser mejores y diferentes...

Por hoy, termino mi carta, contándote (para que te enteres cuando seas grande), que en el breve tiempo que llevas aquí, ya has vivido un poquito de todo... Sabes lo que es el dolor físico a través de las vacunas, y creo que debo decirte que las tristezas y los golpes de la vida se parecen un poquito a eso... Tal vez ahorita tú todavía no lo entiendes, pero eso es parte de estar dentro de un disfraz de humano...


Al respecto sólo puedo decirte que, aunque hay cosas que si duelen, y mucho, siempre te repones (ojalá que a ti no te toque transitar mucho por ese camino); todos los que te conocemos queremos que tu vida sea linda y especial, pero hay cosas que no están nuestras manos; pero si logramos hacer que se mantenga intacto ese espíritu con el que ya venías; tengo la convicción de que no habrá dificultad que no puedas superar.

Pero bueno, no nos adelantemos a lo que no se puede ver todavía, y entre los recuerdos lindos que puedo atrapar para ti a través de las letras, te comparto que tu mamá me contó que ya expresas cuando algo te molesta (sobre todo en los semáforos en rojo), y también que ya viste tu primera película (Narnia), y por lo que me dijo se ve que te va encantar el cine ¡Yujuuuu!!!... 

En fin Melissa, es tanto lo que hemos aprendido de ti en tan poco tiempo... En los próximos días será tu primer navidad con todos nosotros y despedirás tú primer año... Seguro será toda una experiencia, pero ya habrá tiempo de contarte sobre eso... Pues como te he dicho ya otras veces, tenemos por delante toda tu vida, ya no para enseñarte, sino para sorprendernos y descubrir cosas junto a ti.

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Claudia Monica dijo…
Quiero llorar!

Gracias por tus palabras Marthita
Martiuks dijo…
Pos no chilleeee... ¡No sea joooootaaaaaaa!!!!

Ya en serio, gracias por dejarme estar cerca de tu hija y compartirme desde antes de que naciera como va creciendo cada día. Sabes que yo no soy muy niñera que digamos, pero Melissa tiene un lugar especial para mi, y aunque yo nada más soy una "agregada cultural", esa querubis preciosa me derrite el corazón.

¡Gracias por eso!
Victoria dijo…
esa Melissa!
si que sabe de la vida, a quien le gustan los semaforos en rojo???
A NADIE
punto

un beso y que Santa le traiga su primer juguete de navidad

te quiero Clau, Mely y Martuchis
Mr. fuser dijo…
hasta cuando vuelvo a tu blog y me encuentro con esto!!, me gusta como escribes y como lo escribes, lo bien que te expresas para que melissa sepa de tu querer, que ella sera afortunada por tener a su lado y mas su mama por tener una amiga asi con quien contar.

aunque tu no seas muy asidua a los niños, se que lo haras bien con ella, porque siempre hay alguien que nos roba el corazon y damos lo mejor por el.

cuidate y que andes de lo mejor.

PD: por si no se de ti, FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!!
Martiuks dijo…
VICKY:
Sí porfaaa que le regalen juguetes porque todo mundo le regala ropa y los niños lo que necesitan son juguetes...

Por otro lado, ¡si es cierto! este va a ser su primer juguete de navidad ¡que chido!...

MR. FUSER:
Gracias por seguir visitando este espacio y por tus palabras, al contrario, la suertuda soy yo, por tener la fortuna de compartir por primera vez con una de mis mejores amigas todo lo que implica ser mamá. Además Melissa es un ser tan pequeñito y especial, te derrite con sólo verte.

Felices fiestas para ti también.
Anónimo dijo…
Melissa:

Cuando alguien abre los ojos, la luz se hace.
Abrimos los ojos y el cielo es más grande y los caminos de la tierra son nuestros amigos.
Mira: la primavera está ahí para que la veas.
Mira: las golondrinas harán un nido en tu alma.
De día, las estrellas duermen en tus ojos.
De noche, son tus ojos los que viajan a dormir en las estrellas.
Quien persiga tus ojos, conocerá el camino que lleva al valle verde de la alegría.

Deja que tu mirada se demore en el agua que corre, que aprenda del rocío, que se azulee en el mar como una perla sumergida.
Unos ojos incendiaron el bosque de la sombra y todos pensamos que ya estaba amaneciendo; pero fue aquella mirada la que hizo el milagro de que amaneciera en plena noche.

¿Cuánto valen, pues, tus ojos de niña?
Porque… ¿a cuánto se está cotizando la verdad últimamente?
Sólo dos veces, Melissa, se cerraron tus ojos este día: por querer mirar de frente el resplandor del sol y cuando llegó el momento del sueño.

Y… ¡cuántas cosas pasaron cuando cerraste los ojos!
Una paloma voló junto a una nube.
En España nació un niño que se llamará Federico.
Los perales se cuajaron de flores blancas.
Un caracol con música de Bach fue hallado en una playa.
Un escarabajo se quedó inmóvil en la palma de mi mano abierta…
¡Cuántas cosas pasaron, Melissa, cuando cerraste los ojos!

Ramón Igarzábal
Martiuks dijo…
SR. ANONIMO:
¡Ya junto a su comentario mi post es una porquería!.... Que hermoso texto, conozco ese libro y es precioso!!

Gracias por compartir algo tan dulce para un ser tan especial como Melissa.

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