50 Días (Día 27).

Han sido de días de caminar y caminar por muchas calles con toda la intención de propiciar que el camino sea más largo aún. A pesar de que el recorrido todos los días es el mismo y sigo cargando las mismas cosas en la mochila; todos los días el sol pinta el cielo con colores diferentes, y la vida le regala a mis ojos la captura de algo que ayer no vi.

En este primer día de una nueva semana, de camino hacia acá se me ocurrió hurgar en mis bolsillos mientras esperaba el pase de un semáforo en verde.

Aunque al principio yo sólo buscaba un par de monedas que me permitieran asegurar el recorrido de mañana; me di cuenta que son muy pocas cosas las que cargo y que me sirven en realidad.

Con la mano metida hasta el fondo, las puntas de mis dedos descubrieron entre esas paredes oscuras de tela, un cuaderno pequeño con muchas hojas en blanco para hablar en forma de letras de un futuro que todavía no es y será de la forma que yo quiera contarlo.

Encontré también un pedacito de esperanza ya medio gastado, pero que todavía puede servir. Tantita fe guardada en la bolsita con zipper que nunca abro (y que también guarda un espejo); así como algunos sueños desperdigados que si se sacan y se "orean" con el sereno de la noche o el fresco de la tarde; pueden volver a funcionar muy bien.

También encontré parchecitos de colores para pegar en un corazón que no es el mío (me di cuenta de eso porque ninguno de esos stickers era de mi medida), e incrustada en una piedra pequeña de color oscuro que sirve para apretar con fuerza entre las manos durante los días difíciles y no olvidar así, que no debo dejar de confiar ni tampoco perder la fe.

A pesar de que en valor material eso podría ser muy poco; yo seguí caminando y sujeté con mayor fuerza la correa de la mochila que pendía sobre mi hombro... Por hoy y también para mañana es todo lo que necesito... Pero sin duda lo más valioso de este día fue una frase que contando los pasos entre una cuadra y otra me sorprendió en una esquina:

"...Y se sentó a conversar con ÉL en un campo repleto de luciérnagas"...

No sé si sea el inicio de una historia que aún no he escrito, no sé si sea una respuesta a una de mis tantas preguntas, o si quizá fue simplemente el inicio de un cuento mágico que yo misma tengo que descubrir, para luego poder contar...

Durante la mayor parte del día estuve pensando en eso... En este día ese fue mi regalo; y aunque aún no descubro hacia donde me llevará o para que sirve, casi al final de otro Lunes, no puedo dejar de agradecer.

¡Hasta mañana!


Comentarios

Anónimo dijo…
:O

estos posts me gustan ^____^

haria algo asi pero con lo inconsistente que soy lo dejaria a medias xDD

cuidate

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