Miércoles Bendecido.

Miércoles 25 de Julio, 2012.

Ayer fue un día muy bendecido, y por eso quise atraparlo aquí, porque desde hace tiempo considero que cuando alguien escribe sobre los momentos más valiosos y mágicos que tuvo durante el día, es en cierta forma como si atrapara un pedacito de la felicidad que logró construir.

Mi estadía en el museo durante el miércoles 25 fue porque me tocó cubrir un evento del programa del Instituto Nacional de Bellas Artes que se llama "Leo... Luego Existo", y que consiste en que reconocidos actores o cantantes leen en voz alta cualquier libro que ellos elijan para compartir con el público.


Esta vez le tocó el turno a la actriz Margarita Gralia, quien leyó poesía erótica y sonetos de Griselda Álvarez, la primera mujer que fue gobernadora del estado de Colima y quien falleció a los 90 años. Fue muy lindo porque todo era muy "soft", además de algunos extractos de su libro: "Decide Ser Feliz".

Yo llegué muy puntual (como siempre en ese tipo de eventos), y de entrada, en la sala donde iba a ser la lectura, a través de los cristales que asomaban a la fachada exterior del museo (que es muy peculiar), era visible el ojo de agua que rodea todo el edificio. Aunque la sala estaba repleta de gente que conversaba en medio de un sonido bullicioso que se volvió uno solo; yo estaba físicamente ahí, pero al mismo tiempo ajena y fascinada con el reflejo de una tarde nublada, y la materialización del viento que se hacia evidente en las ondulaciones del agua.


No llovió, pero era una tarde muy, muy hermosa. Me arrepentí de no tener conmigo en ese momento mi cámara fotográfica, pero después no, porque a veces pasa que un lente no tiene la misma capacidad que el alma humana para percibir la esencia de un lugar.

De pronto, mientras estaba ahí, apareció un colibrí sobrevolando sobre las aguas. Era de un color muy hermoso (entre verde y azul) y se mantuvo suspendido ahí durante varios minutos, quizá buscando algo de comida, y después se fue.

Siempre he sido una mujer que cree mucho en la magia, y en que la vida -si lo sabes ver- siempre te regala señales, y estando en una ciudad como esta (que es un desierto), y en plena zona urbana, en un momento como ese, no es para nada habitual encontrar como si fuera cosa de todos los días, un ave de esas... 

Me pongo a pensar ahora que escribo esto: ¿Cuántos colibríes habré podido ver a lo largo de mi vida?, y sin temor a equivocarme, podría asegurar que no son más de 3. Uno de ellos no fue que lo vi, aquí en mi país.

Sea como sea, yo lo vi como un buen augurio... No sé, ni tengo la menor idea de qué, pero en ese momento yo estaba pensando en cosas, que sorprendentemente, la actriz que realizó la lectura, expresó en ideas que quedaron materializadas en su libro, y que a mi, como simple espectadora y personaje cotidiano, me pasan en este momento de mi vida por la mente y el corazón.

La verdad fue un hermoso día, y a esas pequeñas cosas son a las que yo me aferro todos los días. Siempre las escribo para no perderlas y para que en un futuro muy distante a mi, si alguien más llega a leer esto, descubra lo que para mi fue un día perfecto.

Hay una persona que no conozco todavía, pero en quien creo mucho, que siempre dice que nada de lo que te toca escuchar o leer y con lo cual te llegas a sentir identificado, cuando lo encuentras no es una simple casualidad... Puede ser que sea así, porque en este momento presente es como si yo estuviera frente a un espejo viendo después de mucho tiempo todo lo que soy y lo que llevo en mi interior.

Sé que llevo cosas muy lindas por dentro, pero hay otras que son oscuras también y a veces me ensombrecen... No sé si la clave esté en aceptar esa parte como algo que también conforma lo que soy, y de esta manera lograr armonizar todo lo que por esencia soy...

Tal vez eso sea, no lo sé... Apenas estoy de camino a averiguarlo, pero mientras tanto, gracias a Dios por ese miércoles bendecido, que viene a ser una especie de parchecito en el alma en plena etapa de desprendimiento.

Me quedo con las letras que Margarita expresó en forma de palabras y que se relacionan con lo que yo pensaba en silencio:

"¿Alguna vez te has preguntado qué piensas de ti?, ¿Te agradas a ti mismo?, ¿Te gusta tu personalidad, tu forma de ser?, ¿Cómo te tratas?, ¿Te sientes capaz? ¿Inteligente? ¿Valioso?, ¿Qué crees merecer? ¿TE GUSTA ESTAR CONTIGO?, ¿DISFRUTAS DE TUS PENSAMIENTOS?, ¿TE RÍES CONTIGO MISMO?... No de tí, CONTIGO.

A la única persona que no le podemos mentir, es a nosotros mismos, y como decía también antes ¿Cómo te llevas contigo?, ¿cómo te la pasas? ¿te gustas?, es que definitivamente nos preocupamos mucho por la relación que tenemos con nuestros padres, con nuestros amigos, con nuestros hijos y con nuestra pareja, nos ocupa mucho como es la relación que tenemos y llevamos con cada uno de estas personas de nuestro entorno; sin embargo, a veces no nos preocupamos como es con la persona que vamos a tener la relación más larga de toda nuestra vida, que es con nosotros mismos.

Esa es la relación que debe preocuparnos e importarnos. ¿Cómo te llevas contigo? ¿Estás realmente siendo honesto y congruente?
-Margarita Gralia-
Fotos: Museo de Arte de Cd. Juárez.

Comentarios

Creo que en esta experiencia, en este instante mágico se juntaron dos grandes cosas: el arte, y una señal. No siempre uno encuentra en lugar esas dos cosas, y el día que se da hay que estar muy atentos porque te puede regalar un momento único y hasta puede que te cambie la vida.
Sergio dijo…
Yo he visto muchos colibrí en mi vida, en la casa de mi niñez acudían con frecuencia, allá en Matamoros Tamaulipas y aquí en Monterrey también vienen varias veces al año.

Pero tu momento vivido es hermoso, hermoso lugar, pesia y colibrí, deben de presagiarte algo bueno o al menos lo disfrutaste de verdad.

Un abrazo
Elisa dijo…
que bonito día, ver y escuchar a Margarita Gralia y tener una tarde con todo y colibrí :)

que cierto es que estamos tan preocupados pensando en como nos llevamos con otros o como debemos ser para poder estar con ellos, que en como somos con nosotros mismos :S

me quedé pensando y mi respuesta es que si me caigo bien, creo es una parte por la que amo y valoro estar en soledad conmigo, porque me caigo de pelos :P

un abrazo martha ;)

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