Cuando sueñas que puedes volar...


Hay inicios de semana en que necesito desconectarme... No es que quiera huir del mundo real, pero en el umbral de un dia que termina y otro que comienza, cuando la casa se queda en silencio y la oscuridad se desliza por los rincones, recostada sobre mi cama recuerdo de pronto las cosas que imaginaba cuando tenía cinco años de edad.

No sé si era que desde ese entonces mi mente habitaba ya en dos mundos paralelos divididos por una línea muy delgada... Con los ojos cerrados y en plena madrugada, mis sentidos se cierran para concentrarse en una sola memoria... Aquella en la que como si fuera el negativo de una película a blanco y negro, vuelvo a convencerme de que todos los niños pueden volar cuando no son vistos por un adulto y que mirar hacia el cielo es prepararse para lanzarse al vacío, a un abismo profundo, similar a la inmensidad que tiene el mar...

En la cocina de casa de mi abuela, el techo era de un color verdoso... y mirando el reflejo del agua del zinc apuntando hacia la ventana, parecía un trampolín hacia ese mundo que sólo yo conocía... Ese donde podía suceder todo lo inimaginable, y del que cuando dejé de ser niña logré rescatar algunas historias de faunos y mundos imaginarios donde amanece exactamente al revés...

Han pasado muchos años ya desde que dejé de ser esa niña; pero creo que aún veo al mundo de una manera diferente y eso me permite imaginar cosas que no existen en el mundo real...
Sonrío en medio de la oscuridad profunda, porque sé muy bien que aunque he crecido, todavía me escapo de cuando en cuando a ese sitio, porque algo de esa niña se mantiene en mi vivo aún... Es por eso que todo lo que tiene magia y las historias fantásticas me sorprenden con la misma fascinación que a los cinco años se descubre el mundo... 

En el mundo real no puedo volar como podía hacerlo en ese entonces; pero en días de estrés intenso sé que puedo volar con la imaginación y las letras, y tomarte a ti que me lees ahora de la mano para viajar juntos hasta ese punto donde es tan indispensable escapar, para de regreso plantar con mayor determinación y firmeza los pies sobre la realidad... 

P.D: Adoro los videos que reflejan las cosas que sueño e imagino desde entonces y a veces no sé como explicarlas...

Gracias a Lindsey Stirling porque a través de la música podemos seguir jugando a imaginar.

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