De encuentros y visitas inesperadas...


Hace siete noches atrás lloré por ti, que ni siquiera te conozco... Ni siquiera pude escribirlo al siguiente día, pero he estado pensando desde entonces en ti.

Me encontré contigo después de tanto tiempo y tantas vidas en una reunión en casa... Al parecer era un día de visitas y encuentros inesperados, pues la casa estaba llena de gente, entre ellos mi tío, quien partió de este mundo hace poco más de dos meses atrás.

Yo llegaba a casa y lo saludaba como siempre, pues para mi ya es habitual tener esos encuentros de vez en cuando... Hace mucho tiempo dejé de tener miedo y me volví mucho más receptiva a todo lo que pudiese conversar con alguno de ellos, y fue lo mejor que pude hacer, pues a diferencia de otras veces en que es una tía la que siempre sale de una habitación que hace muchos años estuvo en deshuso y solamente albergó objetos y muebles de familiares que también ya fallecieron, en esta ocasión fue mi tío, quien tal como lo pensé, quería darme un mensaje para su familia.

No me sorprende, pero siempre me resulta impactante ver como durante esos encuentros en sueños, en apariencia, cada uno de ellos luce tal y como mi memoria los recuerda... Pero siempre hay algo... Mi tío esta vez se veía mucho más joven y con un aire distinto; pero sin perder la esencia que me hacia sentir que de verdad era él.

Conversamos un poco, me dijo algo para sus hijos... Luego, de pronto ya estaba yo de nuevo en mi habitación, que tal como si fuera un festejo grande, empezó a llenarse de personas extrañas que jamás en mi vida había visto. Por un lado, pasaba un señor que llevaba un objeto extraño en las manos (no supe que era). Al igual que las demás personas que estaban ahí en ese momento todos hablaban al mismo tiempo, pero yo no lograba escuchar lo que decían. Fue en ese instante que una mujer como de unos treinta años se sentó al lado mío en la cama y me dijo que su hija quería decirme algo. 

Fue en ese momento que me percaté que una niña como de unos seis o siete años se sentó al lado de ella y fue a la única que pude escuchar con total claridad cuando me dijo que para el problema de mi cadera usara "piquetitos"...

Yo me quedé en silencio, tratando de asimilar lo que me había dicho... Lo primero que me vino a la mente fue la palabra "Acupuntura", entonces yo le respondí que si se refería a eso, y ella asintió con la cabeza en señal de afirmación...

-"Sí, ya lo había pensado... Pero te agradezco el consejo"... y desde antes de despedirme de ellas para volver de nuevo a la cocina, me quedé pensando en que en el momento presente de mi vida, aún no tengo ningún problema con la cadera, pero al mismo tiempo caí en la cuenta que si hay algunos factores en el presente que podrían detonarlo, pero más que nada, en que ya me ha pasado otras veces -en otros sueños- que recibo recomendaciones o consejos que pueden ser factibles o no de suceder en otro momento... Es como si en ese ambiente el tiempo transcurriera de una forma distinta a como en realidad es.

Unos minutos después me encontré contigo... Jamás te había visto, pero te reconocí de inmediato. Tú me miraste también y entonces me di cuenta que en todo este tiempo no he estado equivocada. Ni siquiera dijimos nada, me tomaste por las manos y quienes estaban ahí nos hicieron saber que estaba en lo correcto al darme cuenta que eres a quien he buscado durante tanto tiempo.

Ahí fue donde entendí todo... Todas las cosas que han pasado durante tanto tiempo, mi búsqueda de tantos años y las veces que te he creído encontrarte en el cuerpo de otras personas... Fue un encuentro lindo, pero al mismo tiempo me dejó un profundo hueco en el alma, porque de pronto fue como si todo se volviera ante los ojos de mi alma mucho más claro, y comprendí que ese sentimiento de vivir en un lugar que de pronto siento tan grande, siempre se ha debido a que he pasado media vida buscando a alguien que no existe ni estará ahí...

Alguna vez... Hace mucho tiempo leí que hay personas que desde otra vida llegan a un acuerdo con su alma gemela y sólo uno de ellos viene al mundo, para cumplir con alguna misión, o la mayoría de las veces a obtener algún aprendizaje antes de volver a reunirse en otro espacio y tiempo... Algo similar a como cuando en el mundo real en una pareja, uno de los dos decide en un día normal alejarse, para no distraer al otro de un examen, cuando tiene mucho trabajo, o simplemente necesita realizar alguna tarea importante sin tener ningún tipo de distracción.

Mi misión aquí es escribir, contar historias... Lo tengo muy claro desde niña, pero jamás había caído en la cuenta de que pasar la mayor parte de una vida, buscando a alguien que no existe, llegaría a entenderlo hasta que los años me permitieran alcanzar cierto grado de madurez.

Desperté... Y entonces lloré como nunca lo había hecho por alguien que no conozco, porque quería saber más y tampoco quería irme... Los primeros minutos de la mañana transcurrieron de manera extraña.. Veía las cosas, mi mundo cotidiano... Salí a la tienda, veía a mis perros y entendí que amaba la vida y todo cuanto forma parte de mi vida, pero al mismo tiempo llevaba a cuestas en el alma un vacío que no tengo manera de explicar con letras...

Desde entonces he pensado en si de verdad fue un sueño... Algo me dice que no, debido al mensaje tan contundente que mi tío me dio para su familia... En los días anteriores a ese encuentro ni siquiera pensaba en nada de eso... Había llegado a casa exhausta, y el cansancio físico tan sólo terminaba por vencerme durante las primeras horas de la madrugada.

No tengo idea de si volveré a verte en sueños... La verdad me encantaría... Encontrarme de nuevo contigo para decirte que desde hace tanto busco señales, que a veces es muy confuso pensar que eres otra persona; pero es sólo que no he sabido buscarte, o que simplemente te busco, sin imaginar siquiera que no estarás.

Tal vez sea un sueño extraño, medio loco y hasta descabellado e incoherente al escribirlo, porque sé que el común de la gente no lo entendería... Pero yo necesitaba decírtelo, hablarte, hacerte entender lo que siento; pero sobre todo pedirte, que sin importar donde te encuentres e independientemente de los acuerdos entre almas que van más allá del tiempo y el espacio; ojalá ya no me dejes pasar otra vida sin ti.

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