Silencio


He escrito muchas cosas en el blog, pero de alguna manera he permanecido también en silencio, porque mis letras expresan tanto, aunque no digan nada en realidad.

He vivido más cosas de las que en esta etapa reciente he expresado en letras... Supongo que quienes me leen lo notan, y aunque extraño contar historias e investigar sobre todo aquello que despierta mi curiosidad; supongo también que ya era tiempo de que experimentara más cosas en el mundo real.

En este tiempo en que de alguna forma he permanecido en silencio han pasado tantas cosas... Algunas muy buenas, otras desagradables, y unas cuantas -muy mínimas- me han provocado tristeza, pero no está en mis manos remediarlas; por el simple hecho de que no puedo hacerme responsable de lo que habita en el corazón y la mente de otras personas.

En cada uno de mis diarios (entre uno y otro), siempre han quedado algunas páginas en blanco.
Nunca lo he hecho de manera intencional o consciente, pero lo curioso es que pasado el tiempo, suelo regresar buscando algún documento u algún otro objeto, y a veces me da por escribir en esas hojas acerca de todo lo que ha sucedido desde la fecha del último escrito que en ese cuaderno quedó, hasta el día de hoy.

En esta madrugada, estas letras son exacto eso... Lo que destino para esas hojas indeterminadas y que a nadie he dicho. Hoy quiero contar en ellas que me encanta ser la mujer que soy, que vivo de manera más intensa y menos dramática que cuando era más joven todo cuanto me sucede y que justo en este momento de mi vida, es un poco paradójico sentir que amo estar viva, incluso en los días de sombra, cuando me preocupan las personas que son a mi cercanas o cuando puedo llegar a sentirme perdida o sin saber que hacer...

Hoy quise escribir sobre eso, porque sé que hay tantas personas que a diario experimentan eso... Es tan humano sentir que amas tu vida y la manera como la compartes, pero puede haber días en que cuando todo acaba y te quedas a solas en tu cuarto, puedes sentir nostalgia, quizá miedo a no ser capaz de aprovechar cada uno de los días que se te regalen; y eso no significa que estés triste o en depresión.

Esos instantes sombríos pasan siempre... La mayoría de las veces logro ahuyentarlos conversando o escribiendo esas cartas para ese alguien superior que desde hace tantos años incorporo a mi vida como algo cotidiano; y es justo eso lo que me da la confianza para fluir e ir aceptando las cosas tal cual son, aunque no sucedan exactamente como yo esperaba.

Y es entonces cuando muero de ganas de escribir, pero me quedo en silencio una vez más porque disfruto tanto ese espacio tan mío...Las conversaciones tan sinceras con Dios en las que le abro mi alma por completo; también las tardes de camino al trabajo o las madrugadas como la de este día, en las que el amor que siento por todos aquellos quienes son parte de mi círculo más vital y cercano, son mi mejor antídoto para sobrellevar las adversidades de lo cotidiano.

En este instante no estoy hablando con nadie, pero en letras quiero contar que apenas ayer en uno de esos regalos que te da la vida, en una charla con una cardióloga, descubrí la magia de vivir sin percatarse de que dentro del cuerpo de cada uno de nosotros hay un corazón latiendo de manera sana y que es un músculo que funciona de una manera tan asombrosa como compleja, lo que a su vez permite que gente como ella, pueda prepararse y tener la capacidad para reparar los de otras personas y devolverles la salud y la vida otra vez...

Tengo que encontrar la manera de escribir sobre eso... También sobre un sueño de hace apenas unos cuantos días atrás que tomo a manera de señal para intentar aterrizar todas las ideas que pueden convertirse en las primeras piezas de una gran historia... Ojalá lo logre, pero necesito del silencio también para que la inspiración pueda hablar...

¡En fin! son tantas y tantas cosas... Pero hoy sólo quise eso... Hablar con letras, en lugar de palabras, para decir que aunque parezca que estoy distante, sigo aquí; en apariencia sin decir ni contar nada en concreto... Tal vez buscando esas respuestas que se dice siempre tantas veces se descubren en el silencio... Aunque en esos días de sombra que son tan humanos (y que mencionaba unas cuantas líneas atrás) no siempre puedo estar excenta; pero cuando es inevitable y me envuelven, prefiero mejor quedarme en silencio... Y en silencio es hoy, todo de lo que mi alma me pedía hablar.

Gracias por escuchar en letras. ¡Buena Madrugada!

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