El Error de Jugar a "La Quija".
...Sucedió cuando yo cursaba la secundaria... A mi la verdad me daba miedo, pero también me atraía la curiosidad...
Algunas chavas de mi grupo se pusieron de acuerdo para quedarnos en la escuela un día, después de la hora de salida y hasta una de ellas se ofreció a llevar a otra chica, quien era vecina suya y tenía fama de ser experta en el manejo de la famosa tabla.
El día en que nos juntamos me acuerdo que la escuela estaba completamente desierta y parecía hecho a propósito porque la escuela (que ocupa una manzana completa) estaba totalmente desierta y hacía muchísimo viento.
Cuando todos salieron, nosotras nos quedamos en el último salón y entonces la chava experta fue la encargada de dirigir la "demostración".
El juego empezó con las típicas preguntas que haces para confirmar primero si quien te está respondiendo de verdad es un ente o espíritu y segundo para corroborar ¿qué tanto sabe o no acerca de ti?
Yo permanecí durante todo el juego sólo observando, pero las chavas que participaban más activamente le hacían las típicas preguntas tontas que haría una chavita de secundaria acerca de si el chavo que le gusta le hará caso algún día y cosas así por el estilo, hasta que alguna chava mucho más inteligente que cualquiera de nosotras, se le ocurrió cuestionar acerca de la identidad de quien nos estaba respondiendo y ahí fue cuando empezó lo escalofriante...
Para empezar, "La Quija" pidió en ese momento que una chava que traía un crucifijo como adorno se saliera del salón. Luego de eso ya nos empezó a decir que era un hombre, (si mencionó cuál era su nombre, pero ya no lo recuerdo), la edad que tenía, que había muerto varios años atrás en la ciudad de Chihuahua (donde incluso nos reveló el nombre del cementerio donde se encontraba sepultado).
Cuando la chava que estaba manejando el señalizador de la tabla le preguntó: ¿dónde se encontraba en ese momento? y ¿cuál era la razón por la que había fallecido? él respondió: "Estoy debajo de todas ustedes" y para la segunda pregunta la respuesta fue: "Por haber desafiado a Dios"...
Posterior a eso el señalizador se deslizaba mucho más rápido en las manos de la chava experta en el uso de la "Quija" para señalar una y otra vez las letras J y A, para expresar que se estaba riendo...
Ya para estas alturas del juego todas estábamos muertas de miedo a excepción de la instructora, quien una vez que el señalizador comenzó a volverse loco indicando las letras que nos hacían saber que se estaba burlando de nosotras, le hablaba a la tabla con gran paciencia y sin miedo, diciéndole frases como: "No seas niño y déjanos saber más cosas de ti".
La tabla ya no quiso responder nada, el tiempo se pasó volando, y decidimos dar por terminado el juego y cada una de nosotras decidimos regresar a nuestras casas. y aunque posteriormente hubo más "sesiones de Quija", para mi con esa primera fue suficiente, para decidir que en mi caso personal eso había sido "debut y despedida", porque a a partir de entonces yo tuve muchísimo miedo por las noches y en las paredes de mi cuarto, que en ese entonces estaban tapizadas de posters (de un grupo del cual yo era fan); tuve que quitarlos todos de un día para otro, ya que por la noche se veían bastante extraños, como si hubiera alguien viendo a través de ellos...
Sí, ya sé, hoy reconozco que podría haber sido "sugestión"; pero no fue hasta muchos años después que me enteré que las personas que en realidad saben de eso afirman que es una irresponsabilidad que "La Quija" se siga fabricando y comercializando como un inofensivo juego de mesa, cuando en realidad puede llegar a ser una puerta abierta a otra dimensión, para atraer entidades negativas que por lo regular son las que se presentan cuando alguien con curiosidad (como nosotras) o sin ningún conocimiento experimenta con este juego.
A mi, no me quedaron ganas de volver a "experimentar" y si algo aprendí con los años fue precisamente eso: a respetar esa delgada barrera que delimita el mundo de los vivos y los muertos.
Quizá, luego de leer cosas relacionadas con la metafísica, el espiritismo, etc, pero sobre todo a partir de una experiencia hermosísima que me sucedió días antes de que fuera mi confirmación, descubrí que a pesar de que la manifestación de cualquier fenómeno de este tipo asustaría a cualquiera, cuando tú tienes la FIRME CONVICCIÓN de que no hay nada que pueda ser más GRANDE y PODEROSO que Dios, no habrá ser, ente o espíritu que pueda hacerte daño...
Pienso que lo mismo aplica para la brujería, la hechicería, el budú, los males puestos y todas esas "artes oscuras".
Esta noche en particular los muertos, espíritus o energías que han quedado varadas entre un plano y otro de existencia tienen permiso para manifestarse y en particular los menos evolucionados pretenden alimentarse de nuestros más profundos miedos...
Así que en lugar de asustarnos, lo único que podemos hacer por ellos -además de pensar que al igual que nosotros son seres que necesitan muchísimo amor-, es rezar, pedir porque su camino se ilumine hasta que llegue el momento en que ellos mismos descubran que ya no pertenecen a este mundo y entonces puedan marcharse en paz.
¡Feliz noche de brujas a todos!!!
Comments
De veras que la experiencia estuvo padre pero a la vez terrorífica porque eso de estar platicando con alguien que un día tuvo vida y luego hasta para que diga que la que trae el crucifijo se salga del salón, está como parar los pelos de punta.
Siempre me ha dado tentación esa cosa y solamente una vez la tuve en mis manos. Estaba muy chica, creo que tenía 11 años y mi amiga y yo nomás no pudimos hacer nada porque alguien nos dijo que teniamos que tener las rodillas de ambas pegadas y nunca pudimos, aparte nomás nos estábamos riendo y la experiencia al último ni experiencia fue.
De todos modos no creo volver a experimentar con una cosa de esas, mejor de lejecitos. Aunque la verdad, se me hace muy interesante todo eso.
Saludos!
Me gusto mucho la manera en que tomas tu fe y ves con valentia las cosas hoy en dia, no hay nada ni nadie que te pueda hacer danio, eso es muy cierto.
Excelente post para la fecha.
Muchos saludos.
circe