Bitácora de Viaje: "Día Cero, a Punto de Partir".

Domingo 6 de Julio.

7:45 am

Mañana de Domingo y estoy ya a bordo del camión esperando a que llegue la hora de salida que dará inicio a este viaje.

Pensé que había llegado con retraso, pero no... A pesar de que las manecillas del reloj ya casi alcanzan el punto pactado para la salida, el ánimo en general de la gente que está aquí y ya ha ocupado sus lugares, es de entusiasmo.

A mi me tocó casi en la parte final de este vehículo, y en cuanto subí busqué colocarme en el asiento contiguo a la ventana. Aún no sé quien será mi compañero de travesía (espero que no sea quien estoy pensando... José, el chavo con el que "intenté" hace poco más de 1 año tener una relación de noviazgo y vine a darme cuenta que aún no estaba lista, que nada más me estaba haciendo "Tonta" yo sola, haciéndolo perder su tiempo, y como era de esperarse, por eso nunca funcionó)...

... Whatever... si es así no me quedará más remedio que "aguantar vara"... A fin de cuentas vengo súper bien equipada con un par de libros, "El Cuaderno del Hippo", con muchas hojas en blanco, lápiz y pluma para ir atrapando en tinta y en papel todo cuanto me revele el cristal de la ventana.

Si en este momento alguien me preguntara: ¿Cómo estoy por dentro?, le respondería sin dudarlo que me siento extraña... Dormí sólo una hora (siempre me pasa eso cuando viajo) y por dentro soy un "revoltijo" de sentimientos encontrados que van desde: la expectativa por no saber que me depara en este viaje, un poco de tristeza provocada por las últimas páginas del libro que acabo de terminar ("Mi Planta de Naranja-Lima") en lo que espero la hora de salida; y ternura, mucha ternura propiciada por mis padres, que fueron quienes me trajeron hasta el punto donde quedamos de reunirnos todos los viajeros, y además de estar todavía allá afuera esperando a que el camión se vaya, hace unos minutos mi papá subió a bordo y me entregó una bolsa con una botella de agua y varias cosas de comida -por si me da hambre en el camino- (estoy segura que eso fue por iniciativa de mi madre, quien no puede concebir que alguien salga de la casa sin desayunar).

Sea como sea, agradezco el detalle, pues a pesar de que ya soy una mujer adulta, es a través de cosas tan simples como esa, que me doy cuenta y percibo el inmenso amor de mis padres hacia mi.

En este momento, cuando ya casi toda la gente ha ocupado sus lugares, repaso mentalmente si no olvidé nada en casa, si mi equipaje está completo... Mientras observo que parejas de jóvenes y adultos, señoras, varios chavos y chavas, así como familias completas con sus niños serán quienes me acompañarán en esta travesía... Pienso también en que ya no alcancé a llamar por teléfono para despedirme de Vane y me hubiera gustado hacerlo, porque hoy exactamente se cumple 1 año de que la conocí...

Bueno, aunque ya desde anoche leyó el post que le dejé en el blog, espero que pase un buen Domingo... El ruido del motor se ha encendido, el camión comienza a moverse y todos mis pensamientos se difuminan ahí...

CONTINUARÁ...