Carta Para Abby.

Abby:

Te conocí hace apenas muy poco... La verdad nunca hubiera imaginado que en un lapso de tiempo tan breve, una chica desconocida vendría a aportarle tanto a mi vida.

Han sido muy pocos meses, pero los suficientes para que yo haya aprendido a conocerte.

A lo largo de muchas semanas, reuniéndonos en cafés, y compartiendo muchas horas de charla de sobremesa (en días cálidos y ordinarios de entre-semana), Vicky Naranjos y yo nos hemos metido prácticamente adentro de tu piel y de tu alma, para poder visualizar de la misma manera que lo haces tú, las cosas que te gustan, el mundo que te rodea, conocer tus costumbres, la forma como piensas... ¡Vaya!, hasta nos hemos metido en las conversaciones con tus amigas y "Tu Duende"; tan sólo para poder saber ¿Cómo hablas? y ¿cómo eres por dentro?... Y en ese sentido, la verdad yo estoy fascinada con lo poco o mucho que nos has revelado acerca de tu vida y forma parte de tu personalidad y tu interior.

Hace algunas semanas, una persona que no te conoce -pero a quien le hemos hablado mucho de ti- nos dijo que tú misma nos ibas a contar tu historia, y por eso nos recomendó que saliéramos a la calle contigo, que te invitáramos a cualquier lugar (a dónde tanto Vicky como yo) decidieramos ir, y en lo personal puedo decirte que para mi la experiencia fue tan enriquecedora, porque no sólo empecé a ver las cosas desde tu perspectiva, sino que comenzaste a formar parte de mi mundo cotidiano, al grado de que ahora disfruto mucho hablar de ti como si te conociera de toda la vida... ¿Y te confieso algo?, ¡Te pareces muchísimo a mi MEJOR AMIGA!!!

Igual y por eso me encanta hablar de cómo eres, de tu caracter, de las cosas que te gustan o te disgustan, lo que te molesta o te saca de quicio, lo que sueñas, piensas y sientes, todo aquello que amas y en lo que crees, lo que te hace feliz o te causa miedo... Tus manías, virtudes y defectos; las cosas que te pueden hacer reír y lo divertida que puedes ser cuando empiezas de "ocurrente" y entonces me provocas risa a mi también, con el simple hecho de escucharte riendo en forma espontánea, aunque ni siquiera entienda o conozca el motivo por el cual lo haces, o de plano tú, en medio de ese ataque de risa, no seas capaz ni siquiera de podérmelo decir.

Dentro de algunos cuantos meses, trabajaré no sólo contigo, sino que el destino me dará oportunidad de convivir y compartir gran parte del día junto a ti. Cuando eso suceda, sé que no habrá mucho tiempo para hablar contigo, y por eso quise escribirte esta carta, para agradecerte el que me hayas contagiado el entusiasmo por alcanzar uno de tus más grandes sueños: "Encontrar a tu Ausente", que me hayas devuelto en forma de ilusión un montón de sentimientos que si pudieran materializarse en todas y cada una de las cosas que cada uno de nosotros hacemos, seguramente se "traducirían" en entusiasmo, pasión y fe.

Quiero decirte que te admiro un montón, porque representas mucho de lo que yo quisiera ser a veces... Me gustaría mucho ser una chava así igual de espontánea y bonita (no en el sentido de ser una "barbie"), sino del tipo de belleza interior que posee sólo quien es feliz, está en paz, y sin importar que lleve jeans y tenis o un vestido muy formal y femenino, de la misma manera toda esa belleza la proyecta hacia afuera...

Me encantaría tener la mitad de la seguridad que tú tienes, la fortaleza de tu espíritu, la nobleza de tu corazón, el alma llena de sueños y esperanzas -tal y como tú la tienes- reflejar tantas cosas al igual que tú lo haces a través de tus ojos, pero entiendo que sólo existen unos cuantos espíritus libres, que nacen con ese privilegio de poseer una mirada tan transparente como la que tienes tú.

Sé que cuando más gente te conozca, entenderá y tendrá mucho más claro todo esto de lo que hablo, porque en esencia eres una chava de la que cualquier muchacho se enamoraría y también eres como muchas de nosotras quisieramos ser.

Te agradezco profundamente el haber llegado a mi vida y haberla tocado de esa forma, por todas las cosas que estoy aprendiendo y que se relacionan contigo y mi trabajo, y en el plano personal, porque me transmitiste mucho de esa esperanza por saber que si en verdad para mi existe "un ausente", por el cual yo también pueda brindar, mientras él me busca como yo lo estoy buscando allá afuera... Independientemente del tiempo que tardemos en encontrarnos, sé que en el trayecto que me toque recorrer sola, puedo aprender mucho, si tan sólo me decido a vivir con intensidad y sin miedo -del mismo modo que sé que tú lo harías- porque son precisamente esas experiencias, las que me llevarán a ser una mejor persona en todos los sentidos y a estar lista cuando por fin me encuentre con él.

Gracias Abby por enseñarme todo eso, por llenar de nuevo los bolsillos de mis jeans con sonrisas de arcoiris que se intercambian por los sueños; por pintar con colores brillantes mis días ordinarios, por devolverme las ganas de soñar despierta, por permitirme conocerte y dejarme acompañarte durante el mucho o poco tiempo que nos toque compartir.

Aún no te he visto a los ojos, ni tampoco nos hemos encontrado todavía; pero sé que no necesito hacerlo para saber quién y cómo eres... Pues tan sólo tenía ganas de escribirte esta carta para decirte todo lo que siento, y para darte las gracias por permitirme ver el mundo instalada desde el mismo lugar que pisas tú.

¡Nos vemos en el 2009!!!

P.D. Creo que esta carta aplica para mi Mejor Amiga también...

¡Aió!...