Nada Te Pertenece...
Nada te pertenece...
Ni la tierra que te vio nacer y es el suelo donde pisas...
Tampoco el aire que llena tus pulmones,
ni los latidos de tu corazón que deliberadamente
y en un día común y sin consultarte siquiera,
puede decidir sin más que se quiere detener.
No te pertenecen tampoco,
las emociones y sentimientos que alguna vez te llenaron el alma...
Al final son igual de efímeros
que la humedad que empaña los cristales tras la lluvia.
No son tuyos los besos que alguna vez te dieron,
porque con el paso del tiempo se evaporaran,
ni tampoco la forma en que alguna vez te miraron
o te viste reflejado en los ojos de alguien que en su momento
parecia que te amó.
No te pertenecen los abrazos que duran todo un dia,
y se renuevan al llegar la madrugada,
no es tuya la calidez de unas manos en invierno,
ni la seguridad, ni el sentido de "pertenencia"
de alguien que al envolverte un día en sus brazos,
te hizo pensar hasta casi convencerte,
que todo a partir de entonces estaría bien.
Tu realidad en ese momento fue tan distorsionada
tal como se muestra la imagen frente a un espejo
que tan sólo revela el exterior y de manera superficial.
Fue muy iluso de tu parte,
soñar y creer que podías poner tu vida en sus manos,
que nunca te diste cuenta que tampoco su vida,
a ti, nunca te perteneció.
Nada te pertenece...
Los momentos buenos, las risas espontáneas,
las conversaciones que te acercan en espacio y tiempo...
Son tan inatrapables como el viento,
y al igual que los minutos que desfilan
y poco a poco te desgastan en lo externo,
al final siempre se van.
No existen los cómplices,
tan sólo los acompañantes,
para determinado trayecto
de este viaje llamado vida.
Se van también los momentos de tristeza...
Los acompañan a la puerta los recuerdos,
y los despide en el andén del aeropuerto
todo el amor que alguna vez experimentaste
con los sentidos muy abiertos.
Cuando eso sucede ya no duele,
pero te queda una extraña sensación
como si tu interior tuviera la forma de una figura geométrica
en la que no embona ninguna otra pieza,
porque ni los ángulos, el volumen ni la circunferencia
podrían ser equidistantes ya.
Nada te pertenece...
Ni tus padres, ni los amores, los amigos, o los hijos...
Todos somos personajes incidentales en la vida de otros,
hasta que llega el momento en que sin importar si estás de acuerdo o no,
tienes que salir de escena.
hasta que llega el momento en que sin importar si estás de acuerdo o no,
tienes que salir de escena.
No son tuyas las palabras que materializas
en tinta y en papel durante las noches grises,
los sueños que se desvanecen cada mañana,
cuando cierras los ojos a la fantasía y los abres a la realidad.
No te puedes quedar con las madrugadas
esas en las que extrañas tanto,
ni tampoco con los días en que olvidas y estás como si nada...
Te pertenecen sólo los fantasmas y el miedo,
el pasado y alguno que otro sentimiento,
porque ellos siempre te recuerdan con su sombra grotesca
que siempre estarán ahí.
Nada te pertenece,
lo único que tienes es la fe,
que en ocasiones es como un curioso objeto
que ni siquiera sabes como se usa.
Es tuyo también el miedo inherente
a perder todo aquello que irónicamente crees que tienes,
pero nunca te ha pertenecido.
Lo único que tienes es el instante presente que vives,
alguna que otra sonrisa,
que al regalarla deja también de ser tuya...
Eres la suma de todo lo que has vivido,
eso es lo único que tienes y cabe todo en la hoja de un cuaderno
plasmado a deshoras, durante una madrugada gris...
Comments
tan sólo los acompañantes,
para determinado trayecto
de este viaje llamado vida”.
A veces uno NO sé da cuenta de las cosas, se deja llevar por lo que siente, trata de regalar sonrisas, momentos que sean eternos, de entender, de estar, acompañar aunque sea en silencio, de volverse un payasito para que la nostalgia no duela tanto, de ser CóMPLICE, aunque eso no signifique nada, pero es bueno sentir eso a veces aunque sólo sea una ilusión, porque alguien te hizo creer eso.
Es bueno darse cuenta de las cosas, a veces uno piensa algo que no es, y es bueno que te bajen a la realidad, eso duele un poco pero hay que aceptarlo, no queda otra, no se puede obligar a nadie a cambiar, ni que deje los fantasmas, ni los miedos.
En fin...creo que a mi me pasa, hoy me pasó, ¿sabes que es peor de saber que no te pertenece algo?, sentir que todo lo que hiciste de corazón, NO VALIO LA PENA, nadie lo tomó en cuenta. Mientras estés en éste camino hay cosas que si te pertenecen, esas que son de verdad y sinceras, esa si te pertenecen y se van a ir con vos cuando desaparezcas. Creo que ya dije demasiado, dije mucho de un tiempo hasta acá, creo que ahora es momento de dejar que el tiempo tenga la última palabra.
Hoy no te dejo un abrazo, porque esos tampoco pertenecen.
Y ese es mi modo de vida.
Un beso para ti y otro para Vane que sé que se le va a olvidar algo que decirte y escribirá otro comentario. jajajaja!
Besos para ti también.
Mua!
Hace rato que quiero leer y leer montones de blogs, pero ando con poco tiempo, los chusmeo, pero no los leo completos por lo que comento poco. Pronto vuelvo a seguir leyendo. Y te repito, escribis hermoso, me gusta como expresas las cosas, este poema es tan... real!!!!!!!!!! Besos!!!!!!
Animo Martha.... vienen muchas cosas buenas para ti, pertenencia o no....
Todo suena tan poético y profundo... y aunque es cierto, me gustaría pensar que no, y aferrarme a la idea de que algo si que es mío...
Un abrazo
muy cierto lo que dices, pero por lo menos ciertas cosas si son nuestras aunque sea por momentos o por determinado tiempo, las personas, pues no son nuestras, pero están con nosotros por voluntad que es más valioso =)
y pues lo único que nos queda son nuestros recuerdos y experiencias )