Imágenes Eternas: Fotografía Post Mortem.
"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente."
-François Mauriac-
Hace un par de semanas, comenté en este espacio bloguero que publicaría una serie de posts relacionados con la fotografía.
El tema en particular que toca en esta ocasión surgió originalmente como parte de una idea que iba a utilizar para un capítulo de "Las Remembranzas Fantasmagóricas"; pero finalmente desistí de la idea (para ya no alargar más esa historia), pero como el material es muy interesante y ya lo tenía en mis manos, decidí reservarlo para publicarlo en este mes de Noviembre, cuando en México celebramos el Día de Muertos.
No recuerdo si alguna vez lo comenté en el blog, pero hace algunos años, en mi casa (que es una construcción muy antigua y que siempre ha pertenecido a mi familia), tenía una habitación que estaba en desuso y perteneció a mis abuelos paternos.
En ese lugar había cualquier cantidad de cosas... A mi me daba cierto temor entrar (sobre todo cuando era muy tarde), pero al mismo tiempo me daba curiosidad hacerlo, porque ahí podías encontrar objetos muy curiosos e interesantes que te decían mucho sobre la forma de vida que tuvieron las personas que ahí habitaron y que iban desde libros viejos, ropa antigua, algunas cartas manuscritas, objetos personales y algunas fotografías colgadas en la pared de gente que alguna vez y en otro tiempo fue parte de la familia Mendoza.
De esas fotografías habia una en particular que me llamaba mucho la atención. Era una imagen enmarcada de un bebé fotografiado de 3/4 y que tenía una expresión similar a cuando los niños están a punto de llorar.
Cuando pregunté ¿quién era?, me enteré que ese niño era mi tío. Su nombre era "Cipriano" y fue uno de los tantos hijos que tuvieron mis abuelos paternos y que falleció siendo aún bebé, víctima del sarampión.
La verdad no sé que fue de esa imagen. Supongo yo que desapareció cuando ese cuarto fue desocupado para volverlo habitable nuevamente (en la actualidad mis papás son quienes duermen ahí); pero a pesar de que la imagen de "Cipriano" ya no existe de forma material, en mi memoria se quedó grabada para siempre y aunque no era una imagen del "memento mori", como se le conocía también durante la época victoriana, resulta medio macabro, pero al mismo tiempo triste; caer en al cuenta que a veces una fotografía era la única manera de preservar el recuerdo de alguien que alguna vez existió...
Curiosamente, siempre que por alguna razón sueño a alguien de mi familia que ya falleció o sueño mi casa, todas las personas salen precisamente de ese cuarto, y mi casa luce como hace más de 20 años fue... Pero supongo que eso se debe a que los recuerdos de todo lo que había en esa habitación los tengo todavía en mi inconsciente, pero eso ya es tema para otro post.
Sea como sea, este en particular quiero dedicarlo en especial para todas las personas de mi familia que ya han fallecido, pero en particular para Cipriano, donde quiera que esté.
"Memento Mori o Fotografía Post Mortem".
Las imágenes captadas posterior al fallecimiento de una persona forman parte de la historia de la fotografía. Cuando el uso de las cámaras fotográficas comenzó a popularizarse; muchas personas utilizaron la invención de este artefacto para preservar un recuerdo de sus seres queridos que habían fallecido.
Como a finales del Siglo XIX, principios del XX, los índices de mortalidad eran muy altos (sobre todo en los niños), gracias a esa necesidad de guardar una imagen "física" de esa persona, surgió este oscuro género.
"Angelitos" esa era la forma como se le llamaba a los niños o bebés recíen nacidos o de pocos meses que fallecían (de hecho creo que en México, en la época actual todavía se les llama así). Pero volviendo a la época de La Fotografía Post Mortem, cuando las familias eran numerosas y tenían entre 8 y 10 hijos, era muy común que de toda esa descendencia, siempre murieran varios de ellos (como en el caso de mi familia, que además de Cipriano, hubieron otros hijos que fallecieron siendo bebés de pocos meses o recién nacidos).
¿Pero por qué se les llama "Angelitos"?, la respuesta es muy simple: en la religión católica, se tiene la creencia de que los niños que mueren sin pecado original, pero habiendo sido bautizados, al fallecer van directamente al cielo para convertirse en "Angelitos".
En cambio, los niños o bebés que no han sido bautizados, y que muchas veces reciben ese sacramento en sus últimos momentos (me tocó atestiguar un caso de ese tipo muy de cerca); pero en esa época, muchas veces los niños que fallecían sin haber sido tocados por las aguas bautismales, eran enterrados con los ojos abiertos para que pudiesen ver "La gloria del señor".
Durante los primeros años de la fotografía "Post Mortem", se acostumbraba fotografiar los cuerpos de las personas fallecidas como si estuviesen durmiendo. Aparte de que eso era un intento por suavizar lo tétrico de la situación, el colocarlos en una postura de sueño, era representar en cierta manera "El Eterno Descanso".
Tomando en cuenta este contexto, las fotografías de niños fallecidos, junto a sus padres o a sus hermanos, eran una costumbre muy arraigada y que por ende no era mal vista.
Esto permitió que se conservaran hasta la actualidad, imágenes de hermanos y padres que aparecen junto a sus difuntos hermanos o hijos, madres que sostienen a sus bebés de pocos meses en el regazo, niños y niñas con la mueca de muerte reflejada en la comisura de los labios, ojos con la mirada perdida en el infinito, etc, etc, son algunas de las imágenes que nos regala La Fotografía Post Mortem, como única prueba de que esa persona existió.
Fotografía de una mujer con su bebé fallecido en los brazos, observen la expresión de tristeza en sus ojos, mientras que el bebé parece que está durmiendo.
Las imágenes captadas posterior al fallecimiento de una persona forman parte de la historia de la fotografía. Cuando el uso de las cámaras fotográficas comenzó a popularizarse; muchas personas utilizaron la invención de este artefacto para preservar un recuerdo de sus seres queridos que habían fallecido.
Como a finales del Siglo XIX, principios del XX, los índices de mortalidad eran muy altos (sobre todo en los niños), gracias a esa necesidad de guardar una imagen "física" de esa persona, surgió este oscuro género.
"Angelitos" esa era la forma como se le llamaba a los niños o bebés recíen nacidos o de pocos meses que fallecían (de hecho creo que en México, en la época actual todavía se les llama así). Pero volviendo a la época de La Fotografía Post Mortem, cuando las familias eran numerosas y tenían entre 8 y 10 hijos, era muy común que de toda esa descendencia, siempre murieran varios de ellos (como en el caso de mi familia, que además de Cipriano, hubieron otros hijos que fallecieron siendo bebés de pocos meses o recién nacidos).
¿Pero por qué se les llama "Angelitos"?, la respuesta es muy simple: en la religión católica, se tiene la creencia de que los niños que mueren sin pecado original, pero habiendo sido bautizados, al fallecer van directamente al cielo para convertirse en "Angelitos".
En cambio, los niños o bebés que no han sido bautizados, y que muchas veces reciben ese sacramento en sus últimos momentos (me tocó atestiguar un caso de ese tipo muy de cerca); pero en esa época, muchas veces los niños que fallecían sin haber sido tocados por las aguas bautismales, eran enterrados con los ojos abiertos para que pudiesen ver "La gloria del señor".
En esta fotografía el niño aparece como si estuviera durmiendo, podemos apreciar que tiene una flor cerca de sus manos (que muchas veces simbolizaba la brevedad de la vida) y aunque su expresión no es la mejor de todas, llama la atención que su postura demuestra lo detallado de la escena en la que incluso tiene las piernas cruzadas.
Durante los primeros años de la fotografía "Post Mortem", se acostumbraba fotografiar los cuerpos de las personas fallecidas como si estuviesen durmiendo. Aparte de que eso era un intento por suavizar lo tétrico de la situación, el colocarlos en una postura de sueño, era representar en cierta manera "El Eterno Descanso".
Tomando en cuenta este contexto, las fotografías de niños fallecidos, junto a sus padres o a sus hermanos, eran una costumbre muy arraigada y que por ende no era mal vista.
Esto permitió que se conservaran hasta la actualidad, imágenes de hermanos y padres que aparecen junto a sus difuntos hermanos o hijos, madres que sostienen a sus bebés de pocos meses en el regazo, niños y niñas con la mueca de muerte reflejada en la comisura de los labios, ojos con la mirada perdida en el infinito, etc, etc, son algunas de las imágenes que nos regala La Fotografía Post Mortem, como única prueba de que esa persona existió.
Por esta época, las personas que se encargaban de realizar ese tipo de fotografías se volvieron muy cotizadas, ya que por lo peculiar de su oficio, sus servicios eran muy demandados y muchas veces demasiado caros, porque a parte de que el trabajo requería de que el fotógrafo se trasladara hasta el lugar donde la persona habia fallecido, era todo un show montar el set donde posaría la persona que se deseaba fotografiar para lograr una imagen con actitud "apacible".
Las imágenes del Memento Mori se volvieron todo un arte y en pleno Siglo XIX era muy común leer en los diarios de mayor circulación, anuncios que decían: "Se retratan cadáveres a domicilio a precios acomodados"... o "artísta fotogénico" recién llegado de París, el cual se encarga de "retratar a los difuntos como cuadros al óleo".
Esa era la manera como publicitaban sus servicios en aquella época.
Las imágenes del Memento Mori se volvieron todo un arte y en pleno Siglo XIX era muy común leer en los diarios de mayor circulación, anuncios que decían: "Se retratan cadáveres a domicilio a precios acomodados"... o "artísta fotogénico" recién llegado de París, el cual se encarga de "retratar a los difuntos como cuadros al óleo".
El fotógrafo mexicano más famoso en este tipo de fotografía fue Juan de Dios Machain artista tapatío, quien captó a través de su lente, principalmente velorios de niños en el estado de Oaxaca.
Una característica muy peculiar de este tipo de fotografía fue que se volvió una práctica muy común, disponer de los cadáveres de tal manera que simularan estar realizando algún acto cotidiano, proceso que incluía muchas veces, abrir los ojos del difunto, utilizando utensilios diversos (por lo general era una cucharita de café), la cual se empleaba como herramienta para colocar nuevamente en su lugar el ojo en la cuenca.
De hecho, se solía dar completa libertad a la persona encargada de tomar la imagen, para vestir y disponer del cuerpo como considerara apropiado.
Estas fotos en particular en las que aparecía un cadáver rodeado de su familia, se convirtieron en verdaderas puestas en escena en las que se intentaba conferir cierto humanismo al rodearlos de flores, familiares, mascotas, etc. en un intento por "suavizar" la situación y transformar la imagen de desdicha y desgracia, en algo más cálido y familiar, ya que, como lo comenté antes, muchas veces esa última fotografía iba a ser la única prueba de que esa persona había existido (como en la foto de abajo, que aparece un niño o niña rodeada de su familia y como si estuviera durmiendo con algunos de sus juguetes al lado).
Un dato muy interesante es que contrario a lo que pudiera pensarse, La Fotografía Post Mortem era muy cara, pero muchas veces era mucho más barata que realizar un retrato al óleo por la mano de un artista, puesto que ese tipo de representación artística quedaba reservado a las familias de dinero.
Conforme el tiempo fue avanzando, La Fotografía Post Mortem fue evolucionando, así las imágenes de difuntos que se muestran "cenando" en la misma mesa con sus familiares vivos, hijos adultos en el reagazo de sus padres, abuelos fallecidos con sus trajes elegantes, sostenidos por su bastón se volvieron muy comúnes y los "artistas" de este tipo de foto comenzaron a agregar elementos que se volvieron "íconos", por ejemplo una rosa con el tallo corto y vuelta hacia abajo para señalar la muerte de una persona joven o relojes de mano que indicaban la hora en que la persona había fallecido.
La imagen que vemos al pie de este párrafo, es perfecta para ejemplificar como La Fotografía Post Mortem se convirtió en todo un arte, en el que los fotógrafos se valían de elementos como las flores para "adornar" la escena, e incluso fabricaban "soportes disimulados" para sostener la cabeza y el resto de los miembros de la persona que posaba, para evitar que se moviera y darle al mismo tiempo, un efecto más natural, como el que se aprecia en esta imagen en la que muy posiblemente el bebé de la foto pudo estar detenido por la parte de atrás del sillón sobre el que posa.
Respecto al maquillaje, los fotógrafos de aquel entonces, se convirtieron en auténticos artistas, pero tenía que ver mucho la causa de la muerte de la persona, porque aunque a veces se lograban resultados muy buenos, había otros en los que era ya demasiado el tiempo que había pasado entre el deceso de la persona y el momento de la fotografía que resultaba muy difícil lograr una "apariencia serena y natural" y en los que el resultado era medio macabro como en la siguiente fotografía:
Respecto al maquillaje, los fotógrafos de aquel entonces, se convirtieron en auténticos artistas, pero tenía que ver mucho la causa de la muerte de la persona, porque aunque a veces se lograban resultados muy buenos, había otros en los que era ya demasiado el tiempo que había pasado entre el deceso de la persona y el momento de la fotografía que resultaba muy difícil lograr una "apariencia serena y natural" y en los que el resultado era medio macabro como en la siguiente fotografía:
En la imagen de este bebé se aprecia claramente que como en todas las profesiones, existe gente que hace muy bien su trabajo, mientras que con otras sucede exactamente lo contrario... Es muy evidente que quienes captaron esta imagen, pretendían que el bebé no mostrara ningún signo de muerte, y para ello se trabajaron especialmente los ojos, que quizá fueron retocados a mano después y el resultado obvio no es muy bueno.
Ese tipo de retoques con colores (que era algo así como el photoshop de la prehistoria), era una técnica muy recurrente para mejorar las fotos, pero en el caso de esta imagen, logra el efecto contrario, ya que el bebito carece de expresión y tiene la mirada totalmente perdida, algo impropio para alguien de su edad. En las fotos Post Mortem, los cadáveres nunca sonríen, debido a lo difícil de conseguir ese efecto tras el rigor mortis, lo cual explica porque los fotógrafos de ese tiempo se concentraban en especial en la apariencia de los ojos, pues toda la fuerza de la expresión del difunto dependía de la calidad obtenida en la mirada.
Ese tipo de retoques con colores (que era algo así como el photoshop de la prehistoria), era una técnica muy recurrente para mejorar las fotos, pero en el caso de esta imagen, logra el efecto contrario, ya que el bebito carece de expresión y tiene la mirada totalmente perdida, algo impropio para alguien de su edad. En las fotos Post Mortem, los cadáveres nunca sonríen, debido a lo difícil de conseguir ese efecto tras el rigor mortis, lo cual explica porque los fotógrafos de ese tiempo se concentraban en especial en la apariencia de los ojos, pues toda la fuerza de la expresión del difunto dependía de la calidad obtenida en la mirada.
Esta imagen, muestra como se utilizaba "el retoque" a mano con colores, pues si se fijan a detalle, tanto la madre como el niño fallecido que tiene en los brazos tienen ligeramente coloreadas las mejillas.
Así era la fotografía "Post Mortem", con toda seguridad muchos de ustedes recordarán la película "The Others" ("Los Otros") con Nicole Kidman y que aunque no profundiza en el tema, si nos da una idea de lo que representaba esta costumbre de fotografiar a los muertos.
Existen muchas imágenes de personajes famosos captados después de su muerte, en México por ejemplo, el tema es muy extenso y podríamos mencionar las fotografías de la época de la revolución en las que aparecen Pancho Villa, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza e incluso Benito Juárez después de su muerte, y aunque el tema es muy extenso, en esta ocasión yo quise enfocarlo más bien al tipo de fotografía que representa la forma en que la gente común que vivió en esa época afrontaba un proceso natural como lo es la muerte y la forma que tenían de afrontar su duelo.
Aunque esta práctica desapareció conforme pasó el tiempo y llegaron otros adelantos tecnológicos (que sería buen tema para otro post analizar como vivimos y afrontamos en la actualidad la muerte y como empleamos la tecnología particularmente en este proceso); no deja de ser interesante conocer como era todo esto y darnos cuenta que por más siniestro que pudiera parecer ahora para nosotros, la gente de ese entonces no lo veía así y forma parte de la historia de la fotografía.
A manera de conclusión lo único que me resta para compartirles es que después de investigar un poco sobre el tema, y pensando un poco todavía en la fotografía de Cipriano, llegué a la conclusión de que nosotros los que vivimos en la época contemporánea tenemos algo en común con la gente de otros siglos, y que no es otra cosa más que esa eterna intención de preservar más allá de nuestra memoria un recuerdo de las personas que ya no están con nosotros, eso es algo que continúa vigente; pues apesar de que nosotros ya no tomamos fotografías a los difuntos, compartimos con nuestros antepasados la idea de que una persona "muere" o "desaparece" realmente, cuando la dejamos de recordar.
Existen muchas imágenes de personajes famosos captados después de su muerte, en México por ejemplo, el tema es muy extenso y podríamos mencionar las fotografías de la época de la revolución en las que aparecen Pancho Villa, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza e incluso Benito Juárez después de su muerte, y aunque el tema es muy extenso, en esta ocasión yo quise enfocarlo más bien al tipo de fotografía que representa la forma en que la gente común que vivió en esa época afrontaba un proceso natural como lo es la muerte y la forma que tenían de afrontar su duelo.
Aunque esta práctica desapareció conforme pasó el tiempo y llegaron otros adelantos tecnológicos (que sería buen tema para otro post analizar como vivimos y afrontamos en la actualidad la muerte y como empleamos la tecnología particularmente en este proceso); no deja de ser interesante conocer como era todo esto y darnos cuenta que por más siniestro que pudiera parecer ahora para nosotros, la gente de ese entonces no lo veía así y forma parte de la historia de la fotografía.
A manera de conclusión lo único que me resta para compartirles es que después de investigar un poco sobre el tema, y pensando un poco todavía en la fotografía de Cipriano, llegué a la conclusión de que nosotros los que vivimos en la época contemporánea tenemos algo en común con la gente de otros siglos, y que no es otra cosa más que esa eterna intención de preservar más allá de nuestra memoria un recuerdo de las personas que ya no están con nosotros, eso es algo que continúa vigente; pues apesar de que nosotros ya no tomamos fotografías a los difuntos, compartimos con nuestros antepasados la idea de que una persona "muere" o "desaparece" realmente, cuando la dejamos de recordar.
"No solo la vida produce un sueño,
también la muerte sólo que este es eterno"...
-Anónimo-
Comments
Sin embargo tengo un queridisimo amigo que fotografio a su padre cuando acababa de morir y me llamo mucho la atencion que insistia mucho en mostrarme sus fotos. Son momentos importantes en la vida de la gente y pues me parece que hoy entiendo un poco mas lo que en ese momento me parecia una locura momentanea... que buen post!
pero el post, muy muy interesante.
saludos y buen finde...
Yo tampoco tenía idea de este género que forma parte de la historia de la fotografía y lo descubrí, ahora que estuve investigando cosas sobre la época en que se está desarrollando mi historia de los fantasmas, y aunque finalmente ya no use estos datos para eso, me pareció muy interesante todo esto y por eso quise compartirlo en el blog.
A mi antes tanbién me daba miedo la muerte, pero después de un par de libros que leí sobre Tanatología, entre ellos el de la Dra. Kubler Ross, le perdí el miedo y percibí de una manera muy distinta todo ese proceso, creo que ahora a lo que le tengo temor es a morirme sin haber hecho nada positivo con mi vida, o al menos haberme llenado de otras experiencias y conocer otros lugares, pero sólo Dios sabe que onda con cada uno de nosotros; muchas veces me he imaginado incluso como sería mi propio funeral (que fumado, ya sé).
CIRCE:
A mi también me recordó la película de "The Others" que precisamente ha sido una de las pocas que me han dado miedo precisamente porque me recordó esas fotografías que existieron un día en la pared de una de las habitaciones de mi casa, en especial la de Cipriano y si a eso le agregas que esa película yo la vi en ese cuarto (ya cuando la habíamos remodelado y un sábado que no había nadie en mi casa) ya te imaginarás... ¡Ay nanita!.... Que mello...
Gracias a todos por pasar.
Buen domingo!
ay que cosas!
yo no sabia que se hacian estas cosas me daria cosa tomarme foto con mi familiar muerto, mejor lo conservaria en el recuerdo cuando estaba vivo
:P
sale me retiro, las fotillos ya me dieron cosa, la gente que sale con el muerto tiene una cara de tristeza que no puede con ella
:s
Excelente tu blog, te seguire leyendo. Saludos desde La Paz, B.C.S. México.
gracias por el articulo interesante