Para Melissa... Un Mes Después...

¡Hola Melissa! ¿cómo estás?

Ha pasado ya poco más de un mes desde que llegaste al mundo, y aunque esta carta te la debí haber escrito desde hace varios días, las cosas del mundo real siempre acaparan por completo y veces dejan muy poco tiempo para lo que de verdad nutre el alma; pero bastó que hoy viera una fotografía tuya, con unas alas como las que al entrar a la tierra traías puestas; para que en ese instante el corazón se me derritiera y estuviera segura que el tiempo desde este lugar tan especial en el que todos los dias me siento a esperar el regreso de un Fauno; lo iba a destinar, para escribirte a ti.

Desde antes de que llegaras, yo empecé a escribir para contarte como estaba el mundo antes de que tú puedas descubrirlo por ti misma y aunque a un mes de distancia el mundo sigue hecho un caos; yo pretendo cumplir con mi promesa, y por eso se me ocurrió que cuando no encuentre nada importante en en este globo azul acerca de lo que te pueda contar, trataré de buscar en lo cotidiano un poquito de esa magia que dejó  por aquí un duende que conocí hace tiempo  y que se dedicaba a recolectar sueños en un frasco de vidrio que tenía una tapadera roja.

Él sin ni siquiera saberlo o haberse dado cuenta, me enseñó que esos trocitos de magia (si llegas a saber bien donde están y como encontrarlos); sirven mucho para que sin importar que crezcas por fuera, por dentro nunca dejes de ser niño; y así, cada vez que tú quieras, puedas regalarle a alguien que para ti sea importante,  algo distinto y especial.

Desde este lugar que para mi es mágico, en este inicio de semana te podría contar que justo a los pocos días de que se cumplió un mes de tu llegada, -que yo me haya enterado- no ha habido ya en mucho tiempo ningún eclipse de sol. 

Tampoco sé decirte cuantas personas en esta ciudad habrán visto una aurora boreal.... Pero de las cosas buenas que han pasado y puedo contarte, te diré que hace un par de meses unos gnomos pintaron un arcoiris que muchas personas vieron; también Gabriel García Márquez tiene un nuevo libro, y aunque en este momento tú todavía eres muy pequeñita para salir a buscar donde se pintan los arcoiris, ver un eclipse, o saber que es una aurora boreal y más aún: todavía tendrán que pasar algunos años para que sepas quién es Garcia Marquez y decidas si te gustan o no sus historias; todo esto que te menciono aquí forma parte de este mundo al que elegiste venir para aprender como se vive siendo un humano, y me da la pauta para que sentada sobre el pasto yo pueda preguntarte algo a ti.

Melissa, yo sé que poco más de 30 días apenas, viviendo en la tierra son muy pocos; pero aún así se me ocurre ponerme a imaginar ¿cuál será la imagen más bonita que tu mirada transparente ha captado hasta ahorita?

Tal vez tendrán que pasar algunos años para que tú misma puedas responderme, y como quizá para ese entonces es muy probable que a mi ya se me haya olvidado lo que tenga que decirte respecto a esa misma pregunta, lo anoto en un papelito y te lo dejo aquí: 

La imagen más bonita que yo he visto, la encontré en medio de un día bastante complicado de trabajo... Ese día conocí a un ser pequeñito a través del cual se materializó lo grande que puede ser la fe...

Pasaron muchos días, antes de que se lo dijera a alguien, y aunque en ese instante lo disimulé muy bien, tuve ganas de llorar, pero fue de alegría; algo me pasó por dentro; fue una sensación muy linda (de esas que no se escriben ni pueden dibujarse por medio de palabras)...

No me preguntes por qué, pero fue como encontrarse con alguien a quien se conoce desde siempre... Pero ya habrá tiempo para contar sobre eso... Tal vez vuelva más adelante para contarte antes de dormir la historia del Fauno o El Cazador de Sueños...

También está la de una pequeña princesa a la que le encantaban los cuentos y ella misma vivía dentro de uno, que no quería que se terminara... Pero bueno, por hoy el tiempo para soñar se agota, y el mundo real me llama; pero no te preocupes, que todas estas historias las traigo bien guardadas en una de las bolsitas del alma, y hay tiempo de sobra... Tú ya estás aquí y tendremos toda tu vida para conocerlas....

¡Nos leemos pronto y una vez más gracias por llegar!