50 Días (Día 49).


Este Martes, el cielo se tapizó de algodones de color gris, que luego cambiaron de tonalidad, con la luz del sol al despedirse... Fue un regalo hermoso al atardecer, que estoy segura muy pocos notaron y se detuvieron para poder ver... Pero eso no es lo relevante de este día; sino algo que vi y tuve que anotar de inmediato para no olvidar.

Por la mañana, cuando iba de camino al trabajo, al pasar por la zona centro, como siempre iba con prisa, y al dar vuelta en la calle que tomo para abordar el segundo camión que me permite acortar distancia para llegar más rápido; entre los puestos y la gente descubrí una mariposa amarilla.


Lo primero que pensé en cuanto la ví fue: que ese era uno de los regalos de este día. Sus alas eran enormes y sus colores tan nítidos y hermosos. No es que en esta ciudad las mariposas no existan; pero se les ve pocas veces; y sólo en lugares donde hay plantas o dentro de las casas que tienen macetas con flores o con un gran jardín.

Haberla visto tan sólo por un momento, volando cada vez más bajo y muy cerca de algunas cajas de zapatos que se exhibían afuera de uno de los puestos; fue como descubrir un adorno bonito en medio de cosas muy normales. A esa hora de la mañana pasaba ya mucha gente; y a medida que me fui alejando, pensé: ¿cuál sería el destino de esa mariposa?; para empezar no estaba en su hábitat natural; y por eso me quedó la duda de si lograría sobrevivir ahí.

Por la tarde, al salir del trabajo, mientras venía caminando recordé eso; y me cayó el 20 de que existen personas que son como esa mariposa: Su alma es hermosa y los colores que llevan por dentro son brillantes...

Al igual que a las mariposas en el desierto, no se les ve con mucha frecuencia... Pero cuando aparecen lo cambian y lo iluminan todo. Su presencia es como un regalo; pero al igual que el futuro incierto de la que yo encontré en mi camino; existen personas que no soportan cuando desplegan sus alas e intentan de todas las formas posibles, hacerlas desaparecer.

Pero aún con su existencia tan frágil y delicada, existen mariposas que sobreviven a eso y se vuelven mucho más fuertes... Cuando eso sucede, es una bendición estar ahí para verlas extender de nuevo sus alas... Ya lo creo que si.

Gracias por el regalo de "la simplicidad" en este día; y rezo porque existan y sigan existiendo personas con el alma tan bonita, como las alas de una mariposa...

¡Hasta Mañana!

Comments

Anonymous said…
dia 49

que rapido

esto de los 50 dias esta muy interesante, ya se que siempre digo lo mismo... pero es verdad

:D
Personas con el alma tan bonita, como las alas de una mariposa, me gustó eso, y estoy convencida de que hay muchas personas con esa clase a alma.
Gracias a Dios me toca ver los espectáculos de las mariposas muy seguido, hay tanta variedad, lamentablemente también me ha tocado verlas en el suelo dando sus últimos aletazos pero igual de hermosas.
Deberíamos de aprender mucho de estos pequeños seres, son precioso, vuelan, te llenan de color, disfrutan, viven, aunque saben que esa vida es muy corta, así deberíamos de sentir todos para vivir de una manera más ligera, y dejar de quejaron por cosas que no valen la pena.

La mariposa era de peñarol yes!

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