Preguntas sin respuesta...

 

Hoy quiero escribir sobre algo en lo que he estado pensando durante varios días... La semana pasada, durante los días que pasé en casa, en el noticiero local, hubo una nota que además de llamar mi atención me dejó con una especie de agujero en la panza... La historia es la siguiente: una mujer joven, como de unos 30 años aproximadamente, se lanzó de un puente que se ubica en el kilómetro 20. 

No sé exactamente a que hora fue, pero en el reportaje comentaron que esta mujer llevaba de la mano a su hija de 9 años, a quien le iba comentando que estaba cansada de tener que trabajar tiempo extra en una empresa maquiladora, para finalmente soltarla, apresurarse hacia el puente y saltar ante sus ojos.

Como era de esperarse, el impacto terminó con su vida en ese instante. Ya no hubo más detalles al respecto, más que las imágenes del cuerpo de la mujer cubierto con una sábana blanca y la policía resguardando el lugar, además de la mención de que la niña que la acompañaba fue canalizada al DIF (Desarrollo Integral de la Familia), que es la dependencia que en México, y a nivel nacional se encarga de la custodia y tutela de aquellos menores de edad que son maltratados o no tienen familia.

A la par de las imágenes en televisión, mientras escuchaba lo que decían, lo primero que vino a mi mente fue algo que vi a finales del año pasado, cuando me tocó trabajar de madrugada, uno de esos días, mientras iba de regreso a mi casa, me encontré (cuando todavía no había amanecido), a una mujer joven con su bata de maquiladora, caminando por una avenida, de la mano de su hija pequeña, quien a pesar de la hora, ya iba con su uniforme, totalmente abrigada con una chamarra y un gorro y su mochila atada a la espalda. Seguramente de camino a la casa de algún familiar que se haría cargo de ella, en lo que su madre cumplía con el turno laboral...

La escena de la mujer del noticiero era exactamente la misma, pero con un final trágico que dio pie a un montón de preguntas sin respuesta: ¿Qué pasó realmente? ¿Por qué tomó esa decisión tan extrema y delante de su hija? ¿Sería una madre soltera? ¿Tendría problemas económicos? ¿Estaría cansada de tanta responsabilidad a cuestas?

Aunque era evidente que era algo que ni yo ni nadie podía responder con certeza, desde esa tarde todo eso se quedó dando vueltas en mi cabeza... No pasaron ni dos días, cuando una vez más, en el noticiero nocturno, pero esta vez en el panorama internacional se dio a conocer la noticia de que en la gran manzana, una chica, reina de belleza: Chelsie Kryst se suicida también, lanzándose desde una terraza en el piso 29 de la torre de departamentos donde ella vivía.

Chelsie Kryst

Dos mujeres jóvenes, que aunque en circunstancias diametralmente opuestas, optaron por la misma salida, y es entonces cuando nos damos cuenta que la depresión, a la par de ser uno de los grandes males de nuestro tiempo, no hace diferencias en lo que respecta al nivel social.

Durante años se ha hablado mucho sobre este tema; profesionales de la salud lo han estudiado de manera incansable; pero hasta la fecha no existe algo que evite que cada año se incrementen las cifras de personas que atentan contra su vida, porque así como la medicina avanza y existen por ejemplo especialistas que nos reparan el cerebro, el corazón o cualquier otra parte del cuerpo, estamos todavía a años luz de entender como aliviar y sanar nuestras emociones.

Para nadie es nuevo que con la pandemia todos los padecimientos mentales se han disparado en niveles alarmantes. Los que saben sobre estos temas dicen que las personas que deciden terminar con su vida, lo hacen no porque ya no quieran vivir, sino porque no saben como hacer para cambiar la realidad en la que viven, no les agrada y que puede ser temporal.

Si a esto le sumamos el desconocimiento que la mayoría de las personas tenemos para detectar cuando alguien necesita ayuda urgente y el ensimismamiento o egoísmo del que todos somos parte, da como resultado que sigan pasando cosas como estas.

Por la parte que a mi toca, dentro de mi familia hubo un suicidio ya hace muchos años, y también hace un par de años una persona muy importante en mi vida estuvo inmersa en una situación de este tipo. No voy a ahondar al respecto, pero parte de lo que me tuvo pensando y pensando en estas 2 chicas que aparecieron en las noticias en una misma semana fue eso; el sentirme de alguna manera culpable por no haber sabido en su momento como brindar el apoyo o el acompañamiento que pudiera, si bien no ser una solución a un problema tan complejo como es la depresión, si una manera simple de decir: aquí estoy porque me importas y para echarte la mano y ayudarte, si quieres salir de todo eso.

Me queda super claro que hay muchas cosas que no está en mis manos resolver, por mucho que yo quisiera, y no sé si fue esa misma sensación de vacío lo que propició que por esos mismos días encontrara una publicación que hacía referencia al tema del suicidio y a una serie de frases que me hubiera encantado tener conocimiento en el pasado para echar mano de ellas en su momento.

Para Chelsie y la chica del puente, sin duda alguna ya es demasiado tarde, pero aún con toda esa serie de preguntas sin respuesta que se quedan flotando en el aire, haciéndolo más denso, está la posibilidad de elevar una oración por ellas y compartir esto que he encontrado para que sin importar como ni cuando sea, lo llegue a encontrar alguien que en este mismo momento o en un futuro no muy lejano se encuentre bajo una situación tan drástica como la que afrontaron ellas.

En concreto eso era de lo que quería hablar hoy... Perdón porque en su momento no supe como ayudar, no estuvo en mi capacidad hacerlo y si hasta este punto llega más adelante alguna otra persona que esté considerando el suicidio como salida; ojalá esto que escribo en el presente te sirva de apoyo y para sentir que no estás del todo solo (a). 

Para Chelsie y la chica del puente, perdón también por haberles fallado como sociedad y de corazón deseo que en otro plano hayan encontrado ya la paz y la tranquilidad que aquí tanta falta les hizo...