Anécdota Extraña del Día de La Nevada.
En eso estaba ya, en el proceso de levantarme para empezar a prepararme para irme al trabajo, miré el reloj y me quedé muy tranquila, con una sensación de bienestar que comenzó desde ayer en la noche en que estuve pensando un montón de cosas, y pensando precisamente en que había dormido y descansado con una tranquilidad que hacía mucho tiempo no experimentaba, me volví a quedar dormida… O al menos eso creo… Porque me acuerdo que me coloqué de lado y me cubrí con las cobijas para disfrutar un poco más el calorcito de la cama, pero al hacerlo y quedar con el rostro hacia la puerta, tuve esa sensación que experimenté en la anécdota que ya conté hace tiempo (y me pasó cuando mi curso de confirmaciones), en la que a pesar de no haber “nadie” físicamente hablando dentro de mi recámara, sentí la presencia de “algo o alguien” que estaba observándome también de frente, tal y como si se hubiera colocado en cunclillas para que su rostro quedara a la misma altura donde yo estaba en mi cama, y aunque yo me cubría hasta arriba, no por miedo, sino por frío, sentía que ese “alguien” lo impedía, como un juego donde yo me tapaba y el me descubría porque quería que continuáramos así como si nos estuviéramos viendo en silencio.
Me sorprendió mucho, pero no me asusté, había leído cosas al respecto, pero no estaba segura si eso que yo estaba experimentando era de modo oficial “un desdoblamiento”, así que no me quise quedar con las ganas de averiguarlo y traté de incorporarme totalmente de la cama y cuando mi cuerpo entero lo hizo, sentí… ¿cómo lo describo?... Como una especie de descarga eléctrica, no precisamente como toques, sino como los pequeños “piquetitos” que te recorren y te hormiguean cuando por ejemplo se te duerme una pierna o un brazo cuando lo has tenido inmóvil mucho tiempo. Esa sensación comenzó desde la mano (que fue lo primero que moví) y me recorrió el cuerpo por entero hasta que ya estaba sentada en mi cama, viéndome a mi misma ahí sentada, pero al mismo tiempo, recostada en la cama y escuchando a partir de ahí mi propia respiración que era muy tranquila y profunda…
En medio de esa visión tan borrosa, traté de ubicar “visualmente” el punto de la ciudad hacia donde él vive, pero no sé si de verdad viajé hasta allá o no, todo sucedía demasiado rápido, pensaba en una cosa o lugar y ya la estaba viendo y en ese instante sólo vi un sillón muy similar al que hay en la sala de su casa y las dos ventanas que están atrás desde las cuales se ve la entrada principal. La casa estaba muy seria y en silencio (similar a cuando todos duermen), pero aunque quería aventurarme a ir más allá, no lo hice, primero porque no sabía si en realidad estaba yo en su casa, tan sólo sentí la textura del sillón y vi las dimensiones del par de ventanas, pero ahí fue cuando me empezó a dar miedo, no a quedarme fuera de mi cuerpo, sino a que seguía escuchando al mismo tiempo mi propia respiración y la voz de mi mamá gritándome que se me iba a hacer tarde para irme al trabajo y era lo que me daba miedo, que alguno de mis padres entrara a mi cuarto y al moverme para despertarme no reaccionara… La verdad no sé si eso hubiese sucedido, tan sólo recuerdo que lo último que experimenté “estando fuera” fue jugar ahí mismo y junto al sillón a atravesar el piso con las manos como si yo fuera un fantasma (y era divertido porque podía “ver” prácticamente el grosor de la capa de cemento y abajo el color y la textura de las piedras y la tierra); luego me di otra vez varias vueltas en el aire y no recuerdo como fue el regreso o que se siente al “entrar” de nuevo en el cuerpo, porque lo único que tengo claro a partir de allí fue que abrí los ojos tal y como si nada hubiera pasado.
pero todo el día he estado pensando al respecto y creo que
Tenía duda de si plasmarlo sólo en el diario y no publicarlo en el blogger, porque suena demasiado inverosímil, sé que mucha gente no cree en ese tipo de cosas (yo misma lo descarto y pienso que ese tipo de cosas le pasan sólo a personas que son mucho más disciplinadas y que han practicado durante años ejercicios de meditación mucho más profundos, basándose en conocimientos sobre eso), pero finalmente no me importa si fue realidad o mentira, si me tachan o no de “loca”, si me creen o no, yo sólo quería escribirlo para no olvidar todo lo que experimenté y que sucedió justamente este Martes en que ha caído nieve otra vez…
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Saludos desde aquí, y espero que todo vaya bien por alla!