Pensando en todo lo que pasa a mi alrededor...
Todos los días me despierta el sonido de la televisión encendida en el cuarto de mi hermano, haciendo un recuento de los hechos violentos que sucedieron durante la madrugada, o que muchas veces acaban de darse con las primeras horas de la mañana, en alguna zona de la ciudad por donde pasa todo mundo de camino a la escuela o a su trabajo.
Llego a la oficina donde laboro y me encuentro a un compañero comentando con todos, que apenas el fin de semana que acaba de pasar, de regreso a su casa, le tocó presenciar como asesinaron en plena calle a tiros, a una mujer...
Abro el blog, y en las actualizaciones descubro que un colega bloguero acaba de publicar un post en el que dice que el abogado que mataron a balazos afuera de su casa, era su vecino, que era un hombre de bien y un buen padre de familia, y además de cuestionarse a si mismo, nos deja pensando también a quienes lo leemos en: ¿Qué razón pudo orillar a alguien para quitarle la vida así de esa manera? ¿Y qué haríamos cualquiera de nosotros si por alguna circunstancia nos hubiera tocado estar en su lugar?
A veces quieres evitar "contaminarte" de todo eso, y el que no veas noticieros, no leas los periódicos y quieras romper esa cadena o círculo vicioso en el que todos estamos inmersos, no significa que quieras cerrar los ojos y oídos a una realidad que es más que evidente, y ante la cual te sientes totalmente impotente, porque no puedes hacer nada en lo absoluto... Pero creo que tampoco ayuda en mucho pasar el día comentando y dándole vueltas al hablar de lo mismo y de lo mismo.
Los que nacimos y crecimos en Cd. Juárez sabemos que nuestra ciudad antes era muy distinta, y que a pesar de estar manchada por tanta sangre, sigue siendo una tierra generosa.
Al mismo tiempo, es una mezcla de sentimientos encontrados, porque a medida que te "deshumanizas" y llegas a acostumbrarte al sonido de las balas, y al hecho de estar comiendo en casa o en un restaurant a las 3 de la tarde, mientras en la tele (o peor aún a pocos metros de distancia te toca presenciar), las imágenes del último tiroteo o de un hombre que acaba de ser "ejecutado" en la acera de enfrente, y entonces un escalofrío te recorre el cuerpo, cuando te das cuenta, que hace apenas unos instantes tu pasaste justo por ahí...
El círculo es cada vez más estrecho, y te comienzas a preocupar cuando te das cuenta que ya no basta que tú seas una persona (que aún con tus más defectos que virtudes), no le hace mal a nadie (pero eso no te exonera de no toparte con alguien a quien no le importe atentar contra tu integridad por el simple hecho de atravesarte en su camino); o también porque ese hombre que murió bajo la ráfaga de un "cuerno de chivo", deja de ser un desconocido que salió en el noticiero, para convertirse en el papá de un amigo, un maestro de tu escuela que te daba clases, una vecina del barrio donde vives, o el esposo de alguien que tú conocías...
Es entonces cuando también "te cae el veinte", de que has tenido mucha, pero mucha suerte de no "estar" o "haber pasado" en el momento o lugar equivocado, y de que hoy más que nunca (a pesar de que ninguno de nosotros tiene la vida asegurada), salimos a la calle y tenemos menos probabilidades que antes, de saber si por la noche vamos a poder regresar de nuevo a casa.
Para ser sincera, yo estuve mucho, pero mucho tiempo renuente a tocar el tema en el blog; primero porque este es el espacio que yo uso para soñar, y dentro del cual mantengo a salvo todas las cosas que amo, las pocas en las que creo y hasta ahora todavía me emocionan... Pero a fuerza de tanto y desde hace ya varios días, ha estado en mi cabeza y en mis pensamientos un muchacho al que no conozco, y quien hace apenas una semana tuvo "la suerte" de que unos agentes de tránsito lo encontraran "encajuelado" adentro de un auto que chocó, justo cuando la persona que ya lo daba por muerto y se dirigía a "tirarlo" (quien sabe donde), fue y se estampó y eso sirvió para que por casualidad, al hacer una revisión del vehículo, los agentes de vialidad lo encontraran y pudieran rescatarlo...
Y eso del "rescate" es efímero, porque hasta este momento (en que yo escribo esto) ese muchacho se encuentra todavía en estado de coma en un hospital.
La verdad me gustaría en esta página suelta (que hoy es de color gris), poder decir que existe una solución para todo esto, que podemos hacer tal o cual cosa y así todo esto podría acabarse... Pero no, al contrario, entre más pasa el tiempo las cosas se ponen peores, y los que amamos esta ciudad porque aquí está hecha nuestra vida y se encuentran cimentadas nuestras raíces, experimentamos una profunda e infinita tristeza al ver que Cd. Juárez tiene el rostro desfigurado.
Mientras al mismo tiempo sentimos miedo por todos los niños que son cercanos a nuestro entorno; porque sabemos que ya no es suficiente rezar porque nada les pase, ni les toque presenciar algún asesinato con saña de violencia, descubrimos también que tampoco sirve de nada tener fe en que todo esto tarde o temprano se va a acabar.
Muchos se han ido a vivir a otras partes, y a otros no les queda más que aguantar; pero los que seguimos y seguiremos aquí, nos sentimos muy enojados porque no queremos ni tenemos que irnos, porque esta es nuestra casa; seguimos saliendo a diario a trabajar de la forma como nos han enseñado nuestros padres, y quizá con un "valor extra" aprendido a fuerza de ver tanta violencia e impunidad: apreciar todo cuanto tenemos y aprovechar al máximo cada momento instante o segundo que nos toque vivir, precisamente porque no sabemos si a la vuelta de la esquina, la muerte nos pueda tomar por sorpresa.
No se trata de minimizar nuestra realidad o de restarle importancia, pero los que somos juarenses sabemos que nuestra ciudad desde que existe como tal, siempre ha tenido la misma fama y reputación que correspondería a la imagen de una mujer de la vida galante; pero aún así, y continuando con este ejemplo tan burdo, muchas veces detrás de esas mujeres existe una historia previa y en la mayoría de las ocasiones una familia que mantener (y eso es algo en lo que la gente que se atreve a opinar sin saber cómo está la onda no se pone a pensar antes de hablar y señalar)...
Pues bueno, eso es exactamente lo mismo que pasa con Cd. Juárez, un lugar donde la vida es difícil -al igual que en otras partes-, pero que también, para quienes logran verla lejos de la óptica del amarillismo de los medios, y encuentran aquí la posibilidad de forjarse un futuro (que en otro estado no tendrían); saben que esta tierra desértica es mucho más que todo eso.
La violencia existe desde que el mundo es mundo... Pero desafortunadamente a nosotros nos ha tocado vivirla de una manera más cercana y recrudecida y en una época en que la carencia generalizada de valores y de amor ha hecho del mundo en que vivimos un lugar hostil...
Para comprobar esto no hace falta más que echar un vistazo cada mañana, para comprobar que la cara de cada país, todos los días puede ser atemorizante por muchas razones: la agonía y el dolor que provoca un avión perdido en el atlántico, la incertidumbre que atenuará todavía más la crisis económica cuando muchos pierdan su trabajo al declararse una gigantesca empresa automotriz en bancarrota... O la tensión generada por un país que hace pruebas con misiles y vuelve todavía más frágil el concepto de la palabra "Paz".
Sin embargo, en la parte que corresponde al entorno en el que en esta ciudad nos desenvolvemos a diario, pienso que tampoco podemos vivir con miedo, ni dejar de hacer nuestras cosas, porque permitir que esa paranoía se instale de modo permanente en nuestra rutina, sería un tanto también como estar muertos en vida.
Al igual que cientos de juarenses, cada noche y cada nuevo día que me toca vivir deseo que mi ciudad vuelva a ser un lugar tranquilo, que se vuelva a repetir la época en que los asesinatos y asaltos a mano armada eran parte de la sección de la nota roja y que encontrabas en una sola página revuelta en el interior de un diario y no enmarcada en la portada con letras grandes ocupando los titulares de 8 columnas.
Quiero que mis sobrinos y los niños que no son de mi familia, (pero que viven aquí), puedan salir a jugar otra vez como yo lo hacía hace ya muchos años, y si eso no pasa y por alguna razón las cosas empeoran todavía más y me toca ser parte de las estadísticas, tener la certeza de que mi existencia (hasta donde sea que llegue), se cimentó en la idea de vivir cada cosa con todas las ganas y la intensidad posible y no condicionada en todo sentido por el miedo.
Llego a la oficina donde laboro y me encuentro a un compañero comentando con todos, que apenas el fin de semana que acaba de pasar, de regreso a su casa, le tocó presenciar como asesinaron en plena calle a tiros, a una mujer...
Abro el blog, y en las actualizaciones descubro que un colega bloguero acaba de publicar un post en el que dice que el abogado que mataron a balazos afuera de su casa, era su vecino, que era un hombre de bien y un buen padre de familia, y además de cuestionarse a si mismo, nos deja pensando también a quienes lo leemos en: ¿Qué razón pudo orillar a alguien para quitarle la vida así de esa manera? ¿Y qué haríamos cualquiera de nosotros si por alguna circunstancia nos hubiera tocado estar en su lugar?
A veces quieres evitar "contaminarte" de todo eso, y el que no veas noticieros, no leas los periódicos y quieras romper esa cadena o círculo vicioso en el que todos estamos inmersos, no significa que quieras cerrar los ojos y oídos a una realidad que es más que evidente, y ante la cual te sientes totalmente impotente, porque no puedes hacer nada en lo absoluto... Pero creo que tampoco ayuda en mucho pasar el día comentando y dándole vueltas al hablar de lo mismo y de lo mismo.
Los que nacimos y crecimos en Cd. Juárez sabemos que nuestra ciudad antes era muy distinta, y que a pesar de estar manchada por tanta sangre, sigue siendo una tierra generosa.
Al mismo tiempo, es una mezcla de sentimientos encontrados, porque a medida que te "deshumanizas" y llegas a acostumbrarte al sonido de las balas, y al hecho de estar comiendo en casa o en un restaurant a las 3 de la tarde, mientras en la tele (o peor aún a pocos metros de distancia te toca presenciar), las imágenes del último tiroteo o de un hombre que acaba de ser "ejecutado" en la acera de enfrente, y entonces un escalofrío te recorre el cuerpo, cuando te das cuenta, que hace apenas unos instantes tu pasaste justo por ahí...
El círculo es cada vez más estrecho, y te comienzas a preocupar cuando te das cuenta que ya no basta que tú seas una persona (que aún con tus más defectos que virtudes), no le hace mal a nadie (pero eso no te exonera de no toparte con alguien a quien no le importe atentar contra tu integridad por el simple hecho de atravesarte en su camino); o también porque ese hombre que murió bajo la ráfaga de un "cuerno de chivo", deja de ser un desconocido que salió en el noticiero, para convertirse en el papá de un amigo, un maestro de tu escuela que te daba clases, una vecina del barrio donde vives, o el esposo de alguien que tú conocías...
Es entonces cuando también "te cae el veinte", de que has tenido mucha, pero mucha suerte de no "estar" o "haber pasado" en el momento o lugar equivocado, y de que hoy más que nunca (a pesar de que ninguno de nosotros tiene la vida asegurada), salimos a la calle y tenemos menos probabilidades que antes, de saber si por la noche vamos a poder regresar de nuevo a casa.
Para ser sincera, yo estuve mucho, pero mucho tiempo renuente a tocar el tema en el blog; primero porque este es el espacio que yo uso para soñar, y dentro del cual mantengo a salvo todas las cosas que amo, las pocas en las que creo y hasta ahora todavía me emocionan... Pero a fuerza de tanto y desde hace ya varios días, ha estado en mi cabeza y en mis pensamientos un muchacho al que no conozco, y quien hace apenas una semana tuvo "la suerte" de que unos agentes de tránsito lo encontraran "encajuelado" adentro de un auto que chocó, justo cuando la persona que ya lo daba por muerto y se dirigía a "tirarlo" (quien sabe donde), fue y se estampó y eso sirvió para que por casualidad, al hacer una revisión del vehículo, los agentes de vialidad lo encontraran y pudieran rescatarlo...
Y eso del "rescate" es efímero, porque hasta este momento (en que yo escribo esto) ese muchacho se encuentra todavía en estado de coma en un hospital.
La verdad me gustaría en esta página suelta (que hoy es de color gris), poder decir que existe una solución para todo esto, que podemos hacer tal o cual cosa y así todo esto podría acabarse... Pero no, al contrario, entre más pasa el tiempo las cosas se ponen peores, y los que amamos esta ciudad porque aquí está hecha nuestra vida y se encuentran cimentadas nuestras raíces, experimentamos una profunda e infinita tristeza al ver que Cd. Juárez tiene el rostro desfigurado.
Mientras al mismo tiempo sentimos miedo por todos los niños que son cercanos a nuestro entorno; porque sabemos que ya no es suficiente rezar porque nada les pase, ni les toque presenciar algún asesinato con saña de violencia, descubrimos también que tampoco sirve de nada tener fe en que todo esto tarde o temprano se va a acabar.
Muchos se han ido a vivir a otras partes, y a otros no les queda más que aguantar; pero los que seguimos y seguiremos aquí, nos sentimos muy enojados porque no queremos ni tenemos que irnos, porque esta es nuestra casa; seguimos saliendo a diario a trabajar de la forma como nos han enseñado nuestros padres, y quizá con un "valor extra" aprendido a fuerza de ver tanta violencia e impunidad: apreciar todo cuanto tenemos y aprovechar al máximo cada momento instante o segundo que nos toque vivir, precisamente porque no sabemos si a la vuelta de la esquina, la muerte nos pueda tomar por sorpresa.
No se trata de minimizar nuestra realidad o de restarle importancia, pero los que somos juarenses sabemos que nuestra ciudad desde que existe como tal, siempre ha tenido la misma fama y reputación que correspondería a la imagen de una mujer de la vida galante; pero aún así, y continuando con este ejemplo tan burdo, muchas veces detrás de esas mujeres existe una historia previa y en la mayoría de las ocasiones una familia que mantener (y eso es algo en lo que la gente que se atreve a opinar sin saber cómo está la onda no se pone a pensar antes de hablar y señalar)...
Pues bueno, eso es exactamente lo mismo que pasa con Cd. Juárez, un lugar donde la vida es difícil -al igual que en otras partes-, pero que también, para quienes logran verla lejos de la óptica del amarillismo de los medios, y encuentran aquí la posibilidad de forjarse un futuro (que en otro estado no tendrían); saben que esta tierra desértica es mucho más que todo eso.
La violencia existe desde que el mundo es mundo... Pero desafortunadamente a nosotros nos ha tocado vivirla de una manera más cercana y recrudecida y en una época en que la carencia generalizada de valores y de amor ha hecho del mundo en que vivimos un lugar hostil...
Para comprobar esto no hace falta más que echar un vistazo cada mañana, para comprobar que la cara de cada país, todos los días puede ser atemorizante por muchas razones: la agonía y el dolor que provoca un avión perdido en el atlántico, la incertidumbre que atenuará todavía más la crisis económica cuando muchos pierdan su trabajo al declararse una gigantesca empresa automotriz en bancarrota... O la tensión generada por un país que hace pruebas con misiles y vuelve todavía más frágil el concepto de la palabra "Paz".
Sin embargo, en la parte que corresponde al entorno en el que en esta ciudad nos desenvolvemos a diario, pienso que tampoco podemos vivir con miedo, ni dejar de hacer nuestras cosas, porque permitir que esa paranoía se instale de modo permanente en nuestra rutina, sería un tanto también como estar muertos en vida.
Al igual que cientos de juarenses, cada noche y cada nuevo día que me toca vivir deseo que mi ciudad vuelva a ser un lugar tranquilo, que se vuelva a repetir la época en que los asesinatos y asaltos a mano armada eran parte de la sección de la nota roja y que encontrabas en una sola página revuelta en el interior de un diario y no enmarcada en la portada con letras grandes ocupando los titulares de 8 columnas.
Quiero que mis sobrinos y los niños que no son de mi familia, (pero que viven aquí), puedan salir a jugar otra vez como yo lo hacía hace ya muchos años, y si eso no pasa y por alguna razón las cosas empeoran todavía más y me toca ser parte de las estadísticas, tener la certeza de que mi existencia (hasta donde sea que llegue), se cimentó en la idea de vivir cada cosa con todas las ganas y la intensidad posible y no condicionada en todo sentido por el miedo.
Ojalá podamos despertar de esta pesadilla que vivimos en la realidad y ojalá no tenga que pasar mucho tiempo para que de verdad las cosas cambien.
Comments
Yo tal vez soy de esos que le han sacado la vuelta, obvio, no he querido ir a Juarez por todo eso que explicas, pues ya me ha tocado verlo, ya le ha tocado a alguien conocido, muy cercano, etc.
Yo tampoco veo la puerta en esta situacion, pienso que a fuerza de todos sentir algo positivo se pueda arreglar pero veo tristemente que no es asi de facil, y eso me vuelve a tirar al suelo. Y encima todavia tiene uno sus propias broncas y demonios con que lidear y pues como que el ambiente no coopera para sentirnos mejor.
Creo que lo unico que nos queda como bien dices es eso, una dignidad, un decir voy a vivir mi vida bien, como me enseniaron, como yo siento que es correcto, para que el dia de maniana a la vuelta de la esquina, si me toca, pues no me quede con nada, y si es hasta muchos anios mas, pues igual, sentir que no me quede con nada. No podemos vivir escondidos, es bien dificil salirle al toro, el miedo es canijo, pero no podemos seguir asi, tienes razon.
Ojala esto lo pudieras publicar y muchos en nuestra comunidad lo pudieran leer...
Gracias Martha.
Debe ser horrible ver como cambia el lugar donde naciste, y que ese cambio no se para nada positivo, donde yo vivo afortunadamente todavía se puede estar tranquilo, las noticias son de algunos robos, y desgraciadamente los accidentes de tránsito que eso es de todos los días.
Yo no sé como se cambian esas cosas, yo creo que puede tomar años, pero si se puede lograr, no sé si cambiando radicalmente las autoridades que gobiernan, y hacer de un país un lugar menos corrupto, no sé, lo único que sé que todo esto viene de arriba, y ahí arriba está el poder, y hasta que no lleguen personas honestas, con valores, que amen el lugar donde nacieron, sólo entonces se conseguirán buenos resultados.
Te mando muchos abrazos, y la verdad que siento mucho que Juaritos, ese lugar que tanto amas no sea el mismo que te vio nacer.
Te quiero mucho!
Muy completo tu comentario y muy correcto como dice Zully, pero a pesar de todo tenemos que seguir viviendo y procurar no tener miedo, no podemos vivir con miedo.
Yo creo que esta batalla sólo se gana si todos participamos denunciando algo si lo vemos y el gobierno ya hará su parte.
Es lo único que podríamos hacer.
Saludos
Me ha encantado esta entrada de blog. Realmente, y como dicen por ahí, ha sido impactante. Nunca te lo he preguntado porque ya veía que si tú no tocabas el tema de la violencia era porque no te apetecía.
Me apena decirlo, pero aquí, en España, y desde Barcelona que es donde vivo, sólo se conoce Ciudad Juárez por las muertes violentas sin resolver de mujeres desde hace años. Muchas víctimas y ninguna respuesta. Se han emitido aquí varios programas tocando ese tema y nada, no se llega a ninguna conclusión.
Ojalá pronto todo eso termine, se esclarezca, que alguien haga algo!!
Te mando un besote bien fuerte Martha.
Sin embargo, y aunque virtual, te envío un gran abrazo. Soñaré contigo y tus páginas con ese juaritos que fue y Dios quiera que sea de nuevo algún día.
Es que a todos los que nacimos, crecimos y tenemos nuestra vida hecha aquí en Juárez, todo esto que está pasando nos afecta mucho... La verdad ya ves una camioneta lujosa con los vidrios negros y te da miedo... Ojalá las cosas cambien. Gracias por pasar y comentar.
VANE:
Es que aunque uno esté indignado, nunca nunca hay que dejar de ser educado. Tu sabes que eso es algo muy importante para mi y pues si, me da mucha tristeza todo lo que pasa en mi ciudad, ojalá las cosas cambien.
Gracias por tus abrazos, siempre caen en el momento justo y cuando más se necesitan.
¿Sabías que eres La Mejor Amiga del Mundo?
Yo también te quiero muchísimo a ti.
SERGIO:
Desafortunadamente una de las razones por la que tanta violencia y asesinatos no terminan, es precisamente porque la policía es parte del crimen organizado.
No quiero generalizar, porque hay policías honestos que si cumplen con su deber e incluso muchos ellos han perdido la vida en el cumplimiento de su trabajo, pero si una gran parte contribuye a que estas cosas sigan pasando y eso es muy triste por eso ya no es suficiente solo denunciar.
DUNIA:
A mi también me da mucha tristeza cuando las veces que he salido y cuando la gente me pregunta ¿de dónde soy y yo le respondo que de Ciudad Juérez?, lo primero que me preguntan es ¿si no me da miedo vivir aquí?
Aunque si bien es cierto, nuestra ciudad es muy violenta, también la mala fama se ha recrudecido debido al amarillismo de los medios, hay ciudades mucho más violentas que la nuestra y créeme que Ciudad Juárez es mucho más que eso.
Por otro lado me sorprende que en todo este tiempo que has sido una de las lectores constantes del blog, te hayas dado cuenta que de verdad yo no había tocado este tema porque no había querido hacerlo, la verdad es que aún con este post traté de expresar sólo lo que yo pienso y no caer en el amarillismo de todo mundo.
Saludos hasta España para ti también y gracias por tomarte el tiempo para andar siempre por aquí
La verdad que que triste realidad. Esperemos que todas estas casi 9000 muertes en todo el pais (y las que estan por venir, desgraciadamente) valgan la pena para que Cd. Juarez y muchas otras ciudades de nuestro Mexico vuelvan a tener paz y ser seguras.
Arriba ese animo! si nos dejamos influenciar demasiado por estos casos y otros mas tristes nos llevara la chi... asi que a cuidarnos y pedirle a Dios que las cosas cambien. No nos queda de otra, la impotencia y la rabia a veces nos ganan, asi q hay q tratar de ver las cosas desde otra perspectiva para q no nos afecte tanto.
Te mando besos y abrazos trasatlanticos, seguire poniendome al dia por aki. Suerte!
asi sea Marthita!
por tus hijos, los mios, nuestros sobrinos, vecinitos, y todos lo que no conocemos...
y que el chavo despierte! seria un buen final no?