"Mi Pequeño Tesoro".


Melissa:

Casi 120 días, y hoy paso rápido por aquí para dejarte una nota. No hay mucho por contar... Ya sabes, el mundo como siempre de cabeza, y quizá lo único interesante que esta vez puedo aportarte, es que cerca de mi, hay un ser nuevo que en este mismo instante tal vez está viajando, y en la parte final de ese mismo recorrido por el que tú también pasaste, cuando un día decidiste venir aquí.


Pensando en eso me pregunto: ¿Recordarás todavía los colores y las cosas que viste mientras transitabas por esa escalera desde el cielo, que a veces Dios permite sea visible a través de las nubes en los días ordinarios?
La respuesta es un misterio, si intento descifrarla a través de las palabras que todavía no pronuncias, pero me queda bastante clara, si recuerdo toda la luz que cabe en el brillo de tus ojos cuando miras algo...

Me gustaría tener más tiempo para ir a buscarte y quedarme un buen rato contigo, e intentar adivinar cuáles son las cosas que a través de estas dieciseis semanas te han sorprendido en tu apenas breve estadía en este mundo, y ya le empiezan a dar forma a todo lo que será parte de tus primeros recuerdos.

El tiempo puede ser demasiado severo con algunos de nosotros; pero también es sabio, y respecto a los momentos que estás acumulando, contigo se lo toma con calma y te explica con paciencia... Sabe que tardarás todavía en definir cuál es el color amarillo, pero en cambio te ha enseñado ya, que el sol brilla con esas tonalidades mientras te acaricia la cara, que el viento es transparente; pero gracias a la pureza de tu espíritu, a través de él tú puedes ver, lo que muchos de nosotros ya no podemos, pero sabemos que es así, porque sonríes...

Ya habrá oportunidad para ir a buscarte y conversar de todo eso, y hoy, mientras tus primeros recuerdos se moldean; yo vengo aquí para compartirte uno.

¡Ups!... Creo que me olvido de algo importante... A veces yo te escribo como si le hablara a alguien "grande"; y aunque en realidad tú lo eres en esencia, por momentos me olvido de que llevas aquí apenas muy poco tiempo, y el disfraz que llevas puesto aún es muy pequeñito y por eso yo debo explicarte primero ¿qué cosa es un recuerdo?... Y bien... Pues aquí lo intento.

Imagina que tu corazón, por la parte de adentro, tiene un montón de bolsitas invisibles. En la tierra, nadie las puede ver, sólo las personas que llegan a conocerte realmente como eres; y en el caso de alguien como tú (como tu alma está recién "desempaquetada"), la mayoría de todas esas bolsitas aún están vacías y sirven para llenarlas con trocitos de momentos, y pedacitos de recuerdos.

Esa fue la razón que hoy me hizo venir a escribirte. Anoche, mientras tu dormías, yo volví a casa después de un día particularmente difícil y cansado. Llevaba el corazón triste, porque en el camino perdí una canción hermosa y decidí renunciar a un sueño; pero al llegar a casa, me reencontré con una pequeña historia adornada con notas musicales; y fue como si por la parte de adentro, de mi propio corazón (que a diferencia del tuyo, está ya repleto de cosas en las bolsitas); el viento, en una de sus tantas travesuras, lo hubiera revuelto todo para extraer un recuerdo ya viejo y empolvado.

Al desdoblarlo, me encontré con una imagen del pasado; donde una pareja jugaba a construir sueños sobre un futuro incierto. Él en tono de broma, le decía a Ella que la canción que hoy te voy a compartir, parecía la música de "Plaza Sésamo"; y aunque eso daba pie a una pelea de "a mentiritas"; la canción terminó por convertirse en algo que él siempre procuraba que sonara en el estéreo del auto y de camino al cine los Domingos.

¿Entiendes ahora por qué son tan importantes las cosas que vas acumulando en cada bolsita adentro de tu corazón?... Sé que sí; pero para mi, ayer ahí no terminó todo... Porque al volver a doblar ese recuerdo, para otra vez guardarlo, pasó algo mágico; pues en ese instante el pasado se convirtió en presente, cuando la música hizo que a mi imaginación viniera tu imagen y la de quien te regaló el pase de abordar que hoy te permite estar aquí entre nosotros.

Te podría hablar de todas las muestras de amor y de ternura que ha materializado cada día y desde mucho tiempo antes que llegaras... Es increíble la luz que le pusiste a su mirada y todas las cosas que ella por tí, sería capaz de realizar....

Sé que más adelante, la vas a derretir, cuando le digas "Mamá", y de verdad, creo que tengo mucha suerte de poder atestiguar muy de cerca como transforma ya su vida, mientras te ayuda a moldear la tuya; y en este instante, mientras yo me guardo y doblo con cuidado el recuerdo que ya te he compartido, te agradezco a ti, porque aunque no te hayas dado cuenta me regalaste algo lindo y cambiaste mi percepción al final del dia. También la oportunidad de renovar un recuerdo y de imaginar a alguien expresando todo lo que te ama, a través de esta canción.

Melissa, gracias porque a través de ti, el mundo se ve como un lugar hermoso y lleno de esperanza.

***********
"Mi Pequeño Tesoro"
-Aut: Sole Giménez / Álbum: "La Noche" (1995)

Mi pequeño tesoro se halla escondido
entre el valle y el monte que hay en mi ombligo,
mi pequeño, trocito de gloria,
es el alba que anuncia una nueva historia.

Mi pequeño tesoro quiere ver cosas,
y por él me despliego como una rosa,
mi pequeño, trocito de vida,
es un ángel que viene a mi de puntillas.

Tengo cinco razones para quererte,
una atada a mi espalda y otra a mi suerte,
y las tres que me quedan son:
tu sonrisa, tu ternura sin falta
y otras delicias.

Comments

Anonymous said…
Melissa:

Cuando yo era niño, el mundo era mi mundo. Y el mundo era el patio de nuestra casa.
Mi madre, por las tardes , lavaba la ropa entre los naranjos llenos de gorriones. Luego, tendía la ropa, venía el viento y la ropa se echaba a volar.
El sol volaba en el cielo, montado en su potro de fuego.
Las nubes, mis primeros mapas, también volaban.
Por las noches, la luna quemaba su seda viajera entre las estrellas altas.
Y al amanecer, las garzas pasaban dando graznidos allá en los confines de la luz.
En aquel mundo, azul y leve como la flor del lino, todo volaba menos yo.
Hasta que el sueño me dio alas.
Y el idioma, su insondable espacio perfumado.
Entonces Melissa, eché a volar.

Ramón Igarzábal
Martiuks said…
Anónimo:
Tan hermoso tu comentario, como la canción que perdí ayer.
Claudia Monica said…
Que te digo Marthita?...........

Como lo mencionas aqui, es mi pequeño tesoro y me hace tan feliz.

Gracias x tomarte el tiempo de escribirle cosas tan lindas.

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