Respirar en el camino...
Ayer me tocó salir en la noche por cuestión de trabajo. Terminé un poco antes de lo previsto y en el camino de regreso, me tocó pasar por la avenida donde se encuentra el edificio donde trabajé mucho tiempo, y que está exactamente enseguida de el único campo de golf que existe en la ciudad.
Desde la época cuando yo trabajaba en ese edificio, me encantaba asomarme por la ventana, porque la vista desde el piso donde se ubicaba la oficina donde yo trabajaba, se veía ese lugar. Ayer por la noche fue diferente, porque no había casi tráfico, yo iba a velocidad moderada y sin prisa, y al pasar exactamente por ahí, a pesar de ser una noche calurosa, nada más en el trayecto que se lleva recorrer toda esa área del campo de golf, el clima cambió por completo. Mi piel experimentó frío, pero lo que me encantó fue que mis pulmones se llenaron de inmediato de aire limpio y fresco.
Me encantó eso. Siempre respiro... Hay momentos durante el día en que en silencio me tomo un breve lapso para respirar. Si estoy trabajando, si voy en la moto (como ayer), si estoy en la oficina en medio de un día pesado, sentada sobre mi cama, minutos antes de dormir, o en cualquier otro lado; aprendí en esta etapa reciente de mi vida a que un acto tan simple como respirar, me conecta con el presente, me desprende por completo de cualquier sentimiento adverso; porque en el instante en que tomo conciencia de que estoy ahí, y estoy viva; me cambia la perspectiva por completo.
Anoche, mientras iba en la moto, con frío y todo, respirar me hizo tanto bien... Era de noche, y ya un poco tarde, y no sé si fue el aire que oxigenó mi corazón y mis pulmones, pero al igual que ya me ha pasado otras veces viajando en la moto, disfruté mucho el trayecto... No sé como explicarlo, pero a pesar de que nunca nadie me acompaña, algo dentro de mi, me hace saber siempre, que a pesar de que no vea a nadie, sola no voy...
Gracias por eso... @agradezco hoy por ese regalo la noche del sábado y también por todos y cada uno de los días en que sin importar que sea de día o de noche, se me ha permitido regresar a mi casa con bien.
P.D: Manejando la moto no puedo escribir, pero no sé porque no se me ocurrió antes... En la medida que pueda hacerlo prometo plasmar sobre todas las cosas valiosas que vea y pueda ir acumulando en cualquier punto del camino.
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