De libros favoritos y escritores admirados...
Desde la semana pasada y también en los días recientes he estado pensando mucho en "el pasado", pero no como una ubicación cronológica personal, sino en sucesos de la historia que pasaron hace más de un siglo, y curiosamente, el señor que ven en la fotografía que encabeza este post y que lleva por nombre Pedro Siller, tiene mucho que ver con todo esto.
Mis pensamientos como siempre son muy enredados, así que intentaré ir "desmenuzando" poco a poco lo que hoy les quiero contar.
Bueno, para empezar Pedro Siller es el autor de "Materia de Sombras", un libro que ya he mencionado varias veces en este blog y que para mi juicio es uno de los mejores que he leído sobre la época de la revolución mexicana.
Mi primer contacto con el libro de este autor quien en la actualidad es investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, fue cuando yo trabajaba todavía en la revista Fíjate Bien!
En ese entonces había una persona que nos llevaba libros para que publicáramos reseñas editoriales en la sección de libros, y aunque yo no escribía esa sección, por una cosa o por otra siempre terminaba leyendo los libros que nos hacían llegar a la oficina de redacción y "Materia de Sombras" fue uno de ellos.
El libro me fascinó, porque era una historia novelada en la que la que la mujer que amó a Abraham González, (y que creo era su secretaria) contaba todo lo que sucedió en esa época. Recuerdo que casi al inicio del libro, ella le escribía a él una carta donde hablaba de todos los planes que quería que realizaran juntos luego de que pasara toda esa época tan convulsa en el país. Además de que sus palabras escritas eran muy emotivas y románticas, ella le decía en una parte una frase que no olvidé jamás: "Me debes el mar"....
Obviamente su sueño no se cumplió, pues Abraham González murió asesinado por las fuerzas leales a Victoriano Huerta; pero lo que me encantó de esta novela histórica fue que más allá de la cronología de la época, fue el primer libro donde yo descubrí que Francisco I. Madero era espiritista y gran parte de la historia se desarrollaba por medio de las sesiones en las que esta señora se comunicaba con el espíritu de Abraham y con Madero también.
El libro yo lo leí en el 2001 (que fue cuando se publicó), y poco tiempo después conocí a Pedro Siller, porque él empezó a ir a la oficina de redacción de la revista, ya que como agencia de publicidad, Alfredo Peñaloza, el autor del blog de "Monos y Arte", y quien en ese entonces diseñaba la revista, comenzó también a trabajar con un semanario que se llamaba "El Reto" y en el que Pedro Siller tenía una columna.
Pedro escribía sobre muchos temas (yo siempre lo leía), pero me acuerdo en particular que en una ocasión publicó una reseña del disco "Edén" de Sarah Brightman (cuando yo no era todavía tan fan) y me dio risa que mencionó que la portada (que es toda roja y ella está como reclinada sobre unas telas del mismo color), parecía que ella estaba dormitando mientras esperaba algo en un bar de la ciudad que se llamaba "Fausto's" o algo así.
Desde entonces, siempre me lo encuentro, hemos coincidido en varios eventos culturales, y lo que más curioso se me hace es que siempre que estoy pensando en cosas relacionadas con historia, de alguna manera o de otra me lo encuentro en algún lugar.
Este año por ejemplo, cuando fui a la Biblioteca Central a buscar información sobre Porfirio Díaz y su viaje al exilio en el barco Ypiranga, me lo encontré ahí.
En esa ocasión yo lo vi de lejos, y lo reconocí. Un ratito después él pasó por un lado de la mesa donde yo tenía un regadero con los cuadernos y libros que estaba consultando, y en el instante que cruzó por ahí lo saludé y nada más me sonrió. Me quedé pensando en si estaría trabajando un nuevo libro y en que sería genial si él pudiera leer lo que yo he escrito y además supiera que mucha información que yo usé para las "Remembranzas Fantasmagóricas" me apoyé en los libros que él ha editado junto con Miguel Ángel Berúmen (otro historiador y cineasta al que admiro profundamente y de quien seguramente más adelante le dedique todo un post).
Este año por ejemplo, cuando fui a la Biblioteca Central a buscar información sobre Porfirio Díaz y su viaje al exilio en el barco Ypiranga, me lo encontré ahí.
En esa ocasión yo lo vi de lejos, y lo reconocí. Un ratito después él pasó por un lado de la mesa donde yo tenía un regadero con los cuadernos y libros que estaba consultando, y en el instante que cruzó por ahí lo saludé y nada más me sonrió. Me quedé pensando en si estaría trabajando un nuevo libro y en que sería genial si él pudiera leer lo que yo he escrito y además supiera que mucha información que yo usé para las "Remembranzas Fantasmagóricas" me apoyé en los libros que él ha editado junto con Miguel Ángel Berúmen (otro historiador y cineasta al que admiro profundamente y de quien seguramente más adelante le dedique todo un post).
El domingo pasado, mientras estaba yo trabajando, volví a ver a Pedro Siller. Iba con su carrito de compras muy quitado de la pena y mientras yo lo veía alejarse, me quedé pensado en que curioso que una persona tan culta y que ha escrito libros maravillosos sobre la historia de Ciudad Juárez, pase entre la demás gente sin pena ni gloria...
La genialidad de las personas y la capacidad que tienen para crear, a veces pasa de noche para el común de la gente, y a raíz de ese encuentro con Pedro Siller, me puse a pensar en otros escritores que admiro, tal es el caso de Oscar Wilde, que para mi es uno de los mejores escritores que han existido; más adelante quiero escribir sobre él, pero también por otro lado, dentro de los contemporáneos está Odin Dupeyron, que me fascina no sólo como escribe, sino la filosofía de vida que tiene; además de esa forma tan apasionada que tiene de decir las cosas y que siempre me transmite una energía muy especial.
F.J. Koloffon, autor de "El Trompetista" y "El Astronauta Terrestre".
Otro de mis escritores favoritos es Francisco Javier Koloffon, a quien conocí a raíz de que él descubrió la reseña que yo había hecho de su libro "El Astronauta Terrestre", y luego de eso me agregó a sus redes sociales y así es como lo he ido conociendo un poco más.
Koloffon es un tipo muy normal, con una familia hermosísima, pero lo que admiro de él es que además de escribir tan padre, es un abogado, que adora escribir y que es admirable la manera como logró editar su primer libro. Eso es un ejemplo para muchos a quienes nos encanta escribir.
De mujeres escritoras, me quedo con Isabel Allende, y pues me gusta también como escribe Fernanda Familiar y me fascinó también el libro de Gaby Pérez Islas... El libro de Alexandra David-Neel me ha dolido leerlo, por eso no lo he terminado, pero estas tres últimas quizá no cuentan, porque no son escritoras de profesión.
En conclusión, el encuentro con Pedro Siller me hizo reflexionar en todo esto, en que a pesar de que no sé gran cosa, me fascina la historia y además se me hace tan chistoso que siempre que estoy inmersa en algo relacionado con eso, siempre me lo encuentro a él.
Yo no soy escritora, ni aspiro a serlo. Creo que nunca publicaré un libro, pues para mi siempre ha sido suficiente la libertad que he tenido para escribir aquí en el blog y mi idea desde siempre fue únicamente imprimir una selección de escritos de manera muy sencilla (casi casi como si fuera un trabajo escolar) y hacer una fiestecilla y regalarle un legajo de esos escritos a amigos muy cercanos. Eso es lo único que me gustaría hacer a mi.
Mientras eso sucede o no, me quedo con todos estos escritores y su capacidad para provocar emociones y contar historias que se llevan no sólo en la mente, sino también en el alma.
Así que sin importar que sean personas tan normales como yo y también como cada uno de ustedes, gracias a la magia de sus letras siempre van a estar presentes y a trascender en el espacio y tiempo.
Un reconocimiento a todos ellos por todas esas increíbles historias que a muchos nos hacen amar los libros.
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