Para Melissa 1,095 días después.
Melissa y yo el día en que nos conocimos.
Melissa:
Tantos días en los que el sol ha venido cada día a verte. En los que no ha sido así, Dios se ha encargado de dibujarte el cielo con figuras que ha ido pintando de distinto color.
Hoy hace exactamente 1,095 días se comenzó a escribir tu historia; una historia tan maravillosa, que ya se plasmaba en letras desde mucho tiempo antes de que tú llegaras aquí.
En ese entonces yo intenté atrapar para ti (en pedazos de papel blanco), todo cuanto había visto hasta entonces. Contarte como era este lugar al que elegiste un día viajar para experimentar esa maravillosa aventura que se llama "vida"; pero creo que al final fuiste tú quien terminó por contarme más cosas y sorprenderme a mi.
El día en que tú y yo nos conocimos fue un día con prisa... No te sé describir con palabras lo que sentí, pues sólo recuerdo que tus ojos disolvieron el mundo, y aunque aún no hablabas, me dijiste más cosas que si hubieras usado mil palabras...
Ya ha pasado algo de tiempo desde entonces, el mundo no ha cambiado mucho que digamos, pero tú si que se lo has cambiado por completo a quienes estamos alrededor de ti.
La última vez que te vi estabas fascinada con la ternura de un bebé pequeño, eres ya una pequeña personita grande, y querías tocarlo, protegerlo; quizá sin imaginar que muy pronto, -quizá antes de lo que te imaginas- te tocará ser el ángel guardián de alguien que ya es tan especial y en el instante mismo en que yo te escribo esto, se encuentra ya, haciendo la misma travesía que hace tres años atrás hiciste tú.
Llevas poco tiempo aquí, pero sé que en ese lapso has visto ya cosas hermosas. Conozco a tus padres, (en especial demasiado bien a tu madre), y por eso tengo la certeza de que tomada de su mano, has descubierto todos los aromas, sonidos y colores que le dan un sentido especial a esto que se llama existir.
Me gustaría mucho un día hablarte de esa persona que desde el cielo un día elegiste como mamá. Sé que está cerca de ti desde mucho antes del instante mismo en que se vieron; pero creo que sería mágico para ti en un futuro -cuando ya descubras la magia de las letras- conocer como transformaste su vida y también todo cuanto hizo desde antes de que tú llegaras.
Sigues siendo muy pequeña aún, pero el tiempo a veces tiene tanta prisa, que pareciera que te quiere atrapar haciendo que seas cada día un poquito más grande. Por eso, te quiero pedir que no cedas; tú sigue siendo una princesa, un hada, o todo lo que te imagines. Más allá del tiempo que tardes en crecer, sigue viendo al mundo siempre con ojos llenos de curiosidad.
Hace tres años atrás te dimos la bienvenida, yo quería contarte tantas cosas, mientras que tus padres querían regalarte el mundo... ¿pero sabes algo?: Desde entonces hasta ahora somos todos nosotros quienes de tu mano, hemos aprendido a verlo a través de ti.
¡Gracias por eso! ¡feliz cumpleaños!
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