Las cosas que me gustan... (de TI)...
Me gusta escribir en silencio porque es como hablar con letras y con la voz del pensamiento...
Me gusta el olor a tierra mojada, el frío que en invierno humedece los cristales de madrugada y permite materializar suspiros y sueños que tal vez no se logran visualizar más allá de la niebla, pero con la magia de la imaginación se vuelven posibilidad.
Me gustan los calcetines cálidos y las frazadas que te envuelven tras un baño caliente luego de un día pesado de trabajo. Me gusta el aroma de tu piel y la manera que tienes de aferrarte a mi en el momento justo en que se emprende el camino hacia el país de los sueños.
Me gusta descubrir la luminosidad de tu sonrisa en la penumbra y en medio de un beso. Me gusta leer cuando ya te has dormido y luego repentinamente despiertas de madrugada y me apresuras con la intención de que mi atención sea por completo para ti.
Me gusta caminar por las calles de la ciudad con la certeza de saber que aunque lo hago en solitario, estás tú ya en mi vida. Me gusta inventar historias y compartirlas contigo antes de que se materialicen en papel.
Me gusta ser tu refugio en días estresantes de doble jornada, escucharte como si no existiera nada más importante en el mundo que lo que tú me dices, y hacerte ver las cosas de una manera más sencilla y menos tétrica de lo que a veces las visualizas tú... (Sí, tal como lo has hecho conmigo tantas veces tú también).
Me gusta pertenecer a ti y al mismo tiempo ser tan libre... Amarte, del mismo modo que amo mis espacios y el silencio, así como todo lo que soy y lo que ya era desde antes de estar contigo... Creo que a veces no llegas a entenderlo, pero no hay prisa... Te llevo algunos años de ventaja en esto y sé que algún día además de entenderlo, lograrás disfrutarlo tanto como yo también.
Me gusta la sensación de la arena bajo mis pies cuando camino contigo por la playa donde un día nos encontramos, el sonido de las hojas en otoño sonorizando nuestros pasos, así como el frío o el calor que me permite adivinar las tan diversas texturas que puede llegar a adoptar tu piel.
Me gusta la oscuridad que precede a los amaneceres más hermosos sin importar que sea Lunes o Domingo, porque es el espacio más sagrado donde más cerca estoy de ti y diseño sin necesidad de trazos en papel, un futuro que junto a ti quiero que haya posibilidad de construirse... Tú ni siquiera lo imaginas; pues eres un alma nueva que vive tan sólo el momento y esa es una de las tantas cosas que yo he aprendido de ti.
Me gusta, que aunque mi intención real era escribir de todo lo que tengo y disfruto tanto, el corazón y el alma me delatan a través de las palabras para decir que a pesar de que he sido una mujer muy afortunada, disfruto todavía mucho más el hecho de estar viva, desde que tú empezaste a formar parte importante de mi.
Me gusta descubrir la luminosidad de tu sonrisa en la penumbra y en medio de un beso. Me gusta leer cuando ya te has dormido y luego repentinamente despiertas de madrugada y me apresuras con la intención de que mi atención sea por completo para ti.
Me gusta caminar por las calles de la ciudad con la certeza de saber que aunque lo hago en solitario, estás tú ya en mi vida. Me gusta inventar historias y compartirlas contigo antes de que se materialicen en papel.
Me gusta ser tu refugio en días estresantes de doble jornada, escucharte como si no existiera nada más importante en el mundo que lo que tú me dices, y hacerte ver las cosas de una manera más sencilla y menos tétrica de lo que a veces las visualizas tú... (Sí, tal como lo has hecho conmigo tantas veces tú también).
Me gusta pertenecer a ti y al mismo tiempo ser tan libre... Amarte, del mismo modo que amo mis espacios y el silencio, así como todo lo que soy y lo que ya era desde antes de estar contigo... Creo que a veces no llegas a entenderlo, pero no hay prisa... Te llevo algunos años de ventaja en esto y sé que algún día además de entenderlo, lograrás disfrutarlo tanto como yo también.
Me gusta la sensación de la arena bajo mis pies cuando camino contigo por la playa donde un día nos encontramos, el sonido de las hojas en otoño sonorizando nuestros pasos, así como el frío o el calor que me permite adivinar las tan diversas texturas que puede llegar a adoptar tu piel.
Me gusta la oscuridad que precede a los amaneceres más hermosos sin importar que sea Lunes o Domingo, porque es el espacio más sagrado donde más cerca estoy de ti y diseño sin necesidad de trazos en papel, un futuro que junto a ti quiero que haya posibilidad de construirse... Tú ni siquiera lo imaginas; pues eres un alma nueva que vive tan sólo el momento y esa es una de las tantas cosas que yo he aprendido de ti.
Me gusta, que aunque mi intención real era escribir de todo lo que tengo y disfruto tanto, el corazón y el alma me delatan a través de las palabras para decir que a pesar de que he sido una mujer muy afortunada, disfruto todavía mucho más el hecho de estar viva, desde que tú empezaste a formar parte importante de mi.
Quédate...
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