Lo que Eres (Soy) Tú (Yo)


Hay veces en que me cuesta bastante trabajo volver al mundo real (despertar), porque en esa irrealidad paralela, no solamente pueden suceder cosas que en el mundo real ni siquiera son posibles; creo que lo mejor de todo es que desde ahí, las cosas que de verdad vives y te suceden, logras entenderlas con mayor claridad.

En eso pensaba, cuando un chorro de agua fría cayó sobre mi cabeza y comenzó a mojar mi cuerpo, borrando los rastros de otros días lejanos y ya vividos... El polvo del camino ya recorrido en otras ciudades y países, así como los rastros de besos y caricias de quien me amó y yo también amé.

Tenía poco tiempo, pero eso no me importaba en lo absoluto, pues últimamente llevaba varios días con la sensación de estar viviendo "desde afuera", como si yo misma me estuviese viendo proyectada en una película protagonizada por un personaje que conocía, pero definitivamente no era yo.

A esa hora de la mañana, ya con los pies y la mente instalados por completo en este mundo real, con el cuerpo tan limpio como vulnerable, comencé a secarme frente al espejo; pero justo en el instante en que mis ojos se asomaron para ver tras el cristal enmarcado en un cuadro de madera, la imagen conocida de todo eso que yo era, en lugar de un cuerpo desnudo, la mirada me reveló una especie de masa luminosa de colores disímiles en constante movimiento.

En un principio, pensé que se trataba de una visión distorsionada, producto de mi somnolencia, o también del efecto de vapor sobre el cristal. Mi primera reacción fue quitar los restos de humedad y vaho restregando la toalla en el espejo, esperando así obtener un reflejo conocido y normal.

Hacer eso no me devolvió la imagen que yo esperaba, esa que ya conocía. Por lo contrario, la masa luminosa se reveló una vez más frente a mi y con mayor nitidez... Entonces, como si fuera una foto instántanea, mi mente reconoció esa imagen, la habia visto ya entre sueños, que no obstante no lograba recordar bien ni cómo, ni dónde ni cuando, muy en mi interior sabía que ese reflejo distinto también era yo.

Fue entonces que entendí porque había días sin sentido, en que podía pasar las horas intentando vislumbrar las almas de quienes se cruzaban a diario en mi camino o vivían a mi alrededor... Si bien era cierto que los cuerpos y los rostros hermosos ya no me impresionaban, había días en que buscaba hasta el cansancio encontrar un alma hermosa como producto de la casualidad, pero hasta ahora no lo lograba, pues algo en mi interior me decía que no sería así.

Había días también en que el sueño me vencía pensando en que ese mismo reflejo -el mío- a veces podía ser capaz de darme miedo, pues me mostraba sin censura mis más grandes temores y demonios, los días en que no tenía la capacidad para ser perfecta o quizá buena persona... Esa parte inherente a todo ser humano y que era lo que de alguna manera me igualaba a todos los demás.

Otras madrugadas imaginaba si todo ese que eres tú o lo que soy yo, eso que pocos ven reflejado en el espejo, toda esa serie de siluetas luminosas y de colores, son quienes se reúnen en otros espacios y tiempos con quienes ya no están y durante el lapso que duran los sueños; mientras los cuerpos que los resguardan permanecen descansando en el mundo real...

Es así quizá que tú y yo coincidimos... Es tal vez que nos conocemos, pero no nos hemos visto... Tal vez pasamos mucho tiempo sin mirar como éramos por dentro, y es por eso mismo que hasta olvidamos que en algún espacio (dentro de los sueños), acordamos que nos encontraríamos en algún punto del tiempo aquí.

Yo sigo intentando ver más allá de esos colores y de esa silueta luminosa que cuando aflora mi parte más humana e imperfecta se oscurece, y sigo buscando también tu luz dentro de los cuerpos y las personas que a diario encuentro al salir de casa... Tal vez te vi, tal vez me encontré ya contigo, tal vez ni siquiera has descubierto todo lo que llevas por dentro, pues hasta ahora crees que eres todo lo que sientes y con tus manos por fuera puedes tocar...

No es mi intención ni mi propósito obligarte a que te veas... Tendrías que despertar, tendrías que recordar lo que en sueños hemos hemos hablado para voltear a ver mucho más adentro de tu ropa, de tu piel y de cuerpo, para descubrir todo eso que eres tú y también soy yo... Tal vez en el fondo no somos todos tan distintos... Quizá unos más luminosos y otros más oscuros... tan sólo me gustaría que hoy al abrir los ojos me dijeras ¿qué ves en el espejo tú?...

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