Carta Sin Tiempo No. 3
Miércoles 19 de Junio, 2017.
He pensado mucho en ti, pero no he tenido mucho tiempo para sentarme a escribirte... O tal vez si, y ha sido simplemente que cuando se trata de cosas relacionadas contigo, evito hacer las cosas con premura.
La vida siempre nos exige cumplir con un montón de cosas, antes que con las del alma; y en ese lapso se me escapan tantas; pero hoy de camino a casa yo sabia y también necesitaba detenerme un momento y hacer una pausa entre todo eso... Aunque sea por un instante, parar un momento y quedarme quieta en medio de este camino que sigo recorriendo cada día sin tener muy claro aún hacia que dirección ir para poder encontrarte.
Lo primero que quiero decirte es que tal vez he estado equivocada, y la razón por la que no te encuentro es precisamente porque sigo confundiéndote, pensando que eres alguien más y aunque todo a mi alrededor me indica que una vez más me he equivocado de persona, estas ganas de que mi amor coincida por fin ya en una mente y un cuerpo que me emociona, es justo eso lo que no me permite ver más allá.
Todas las noches antes de dormir, pienso en que deseo de verdad tener claridad y certeza respecto a eso... Aún no sé como hacerlo, pero esta madrugada, dejando un poco de lado toda esa confusión, quise venir a escribirte para decirte que a pesar de que estemos en puntos tan distantes, tuve ganas de hablar contigo; y aún así sin conocerte me emociona el hecho de poder hacerlo a través de una carta sin tiempo.
Ya pasa de las 2 de la mañana, y no tengo la menor idea de si tu estarás durmiendo, o trabajando, o quizá con insomnio... Espero que esta última opción sea una idea equivocada, porque si aún estuvieras con los ojos y el alma abiertos en el mundo real, me gustaría de verdad pensar que el motivo sea algo que te emocione o te haga soñar despierta.
Yo por mi parte, estoy con algunas cosas pendientes. En este punto de mi vida (en el que aún no nos encontramos), estoy bien emocionalmente, aprendiendo mucho, leyendo un montón de libros; pero lo que me encantaría compartirte en un espacio a solas y a esta hora es más bien la idea de que camino a casa te extrañé (sí, así sin haberte visto nunca); mientras que al mismo tiempo pensaba también en que cosas tendría yo para ti en un día normal como el de hoy en que no se celebra absolutamente nada y en el que en un punto del tiempo futuro (cuando ya nos hayamos encontrado), podría compartir contigo al final del día.
La sola idea de imaginarlo me puso el corazón a mil por hora y me hizo sonreír, porque son tantas las cosas que se me ocurren: A la par de llegar a casa lo más rápido posible para encontrarte; creo que en alguna de las tantas bolsas con zipper de mi mochila, tendría para ti toda la atención y la paciencia para sentarme junto a ti antes de irnos a dormir o para abrazarte ya en la cama y escuchar como estuvo tu día. Esa conversación la aderezaría con preguntas acerca de como te sientes respecto a todo lo que hayas estado viviendo y sintiendo en los días más recientes; y a la par de los besos, de los dedos entrelazados; intentaría buscar la cercanía contigo; un punto de contacto más íntimo que no necesariamente tiene que desembocar en sexo, pero que para explicarlo de alguna manera, es como ese punto de encuentro entre dos personas que han logrado conectarse más allá del cuerpo; y que estoy segura es algo que esta noche, antes de dormir, haz añorado y le has pedido a Dios que algún día se materialice en alguien que de verdad te lo pueda dar.
Yo muero de ganas por ser eso para ti... Tener la capacidad de sacarte aunque sea por un minuto de todo tu caos... Difuminar tus miedos aunque sea por un instante y que además de ser la razón de que siempre tengas ganas de llegar rápido a casa al final del día; siempre tengas la certeza de que existe alguien que además de ser tu más grande fan y tu cómplice, será quien en un abrazo muy cálido te hará saber sin necesidad de palabras que aunque no pueda resolver todos tus problemas, por lo menos te acompañará y estará ahí para ti.
Eso es tan sólo lo que hay en alguno de los bolsillos pequeños; pero dentro de mi alma hay todavía mucho más cosas guardadas. Hay charlas de fin de semana con la luz apagada, una invitación para escaparnos a cualquier parte en un día normal y rutinario (tan sólo para desestresarte y distraerte); un masaje para que te desprendas del cansancio acumulado durante todo un día pesado de estudios o trabajo o si tal vez lo necesitas; la indisolubilidad de mi silencio para complementarse con el tuyo, cuando así se requiera y que a la par de darte un espacio, sepas también que cuando tan sólo necesites que esté ahí mientras pones en orden tus ideas y emociones, yo con gusto estaré o no ahí.
Todo esto último me lleva a pensar en: ¿cómo habrá sido tu día hoy?
...La verdad, no lo sé, y tampoco puedo decírtelo ahora, pero cuando llegue su momento esto segura que te hará sonreír el sólo hecho de que yo ya pensaba en como aligerarte el equipaje al terminar las horas.
Ahora mismo yo estoy también muy cansada, y mi cuerpo no va a la misma velocidad de todas las cosas que me encantaría compartir contigo en un instante como este. Tal vez si ya estuvieras aquí tampoco te hubiera alcanzado despierta para decirte todo esto; pero no obstante eso y sin importar que aún no nos encontremos; aunque hoy estés dormida (y tal vez más adelante pasará también), estas letras materializadas en una hoja de papel que seguramente leerás en otro tiempo, serán la promesa de que sin importar si a esta hora estarás despierta o rendida por el cansancio, todo lo que sueño compartirte estará ahí disponible para cualquier otro de tus días futuros en que lo quieras tomar. Ojalá no tenga que pasar mucho tiempo o toda esta vida para encontrarnos.
...La verdad, no lo sé, y tampoco puedo decírtelo ahora, pero cuando llegue su momento esto segura que te hará sonreír el sólo hecho de que yo ya pensaba en como aligerarte el equipaje al terminar las horas.
Ahora mismo yo estoy también muy cansada, y mi cuerpo no va a la misma velocidad de todas las cosas que me encantaría compartir contigo en un instante como este. Tal vez si ya estuvieras aquí tampoco te hubiera alcanzado despierta para decirte todo esto; pero no obstante eso y sin importar que aún no nos encontremos; aunque hoy estés dormida (y tal vez más adelante pasará también), estas letras materializadas en una hoja de papel que seguramente leerás en otro tiempo, serán la promesa de que sin importar si a esta hora estarás despierta o rendida por el cansancio, todo lo que sueño compartirte estará ahí disponible para cualquier otro de tus días futuros en que lo quieras tomar. Ojalá no tenga que pasar mucho tiempo o toda esta vida para encontrarnos.
Descansa.
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