Celebrar tu vida...


Soraya:

Miércoles 11 de Marzo, 2020

Ha pasado un montón de tiempo desde la última vez que escribí algo para ti en mi diario; y aunque el tiempo pareciera que de a poco va empolvando los recuerdos hasta cubrirlos de olvido; cuando se trata de alguien como tú, aunque no te mencione en letras, eso no significa que no te piense o te haya olvidado.

Este día, casi me gana el presente y las cosas de a diario que desde que despierto acaparan todo mi tiempo; pero durante todo el día y con más fuerza de regreso a casa pensé en que a pesar de que físicamente hace varios años que ya no existes; para todos los que tuvimos el privilegio de coincidir contigo en el mismo tiempo y espacio, hoy fue un día especial porque hubiera sido tu cumpleaños No. 51.

Sé que no soy la única para quien esta fecha es importante... Varias personas de distintos países y lugares, desde esta mañana publicaron imágenes o plasmaron algún texto que refleja lo importante y trascendente que todavía eres aún sin estar ya presente; y es justo eso lo que me hizo caer en la cuenta de que la mejor manera de preservar tu memoria y rescatarla del olvido es celebrar todo cuanto sucedió durante el tiempo que permaneciste aquí.

Hoy por la mañana pensé en eso, en que independientemente de si algunos escuchamos o no con frecuencia tus canciones; de alguna manera siempre te hacemos parte de nuestra vida. Yo sólo puedo hablar por mi, y aunque en esta etapa reciente de mi vida ya no tengo tanto tiempo para escribir como antes; hay días en que me acuerdo de ti, y cuando te pienso, de alguna forma -por así decirlo- te hablo con la voz del pensamiento y te cuento todo lo que ha pasado desde que te fuiste; el camino que ha tomado cada persona con la que coincidí gracias a tu música.

Una Tanatóloga a quien admiro y respeto profundamente, dice siempre que cuando alguien fallece lo que nos duele es aprender a vivir con la NO PRESENCIA de esa persona; pero tiene razón también que gran parte de lo que ayuda a disipar el dolor es celebrar el paso y la estadía de ese alguien en nuestra vida y esa es justo la manera en que sin importar que sea a última hora del día yo quiero celebrarte a ti.

La vida no es fácil, eso es algo que me queda clarísimo después de haberte conocido; pero al mismo tiempo es increíble darse cuenta de lo hermoso que debe ser que la gente te recuerde con tanto cariño aunque hayan pasado ya tantos años... Eso es lo que en cierta forma a mi me ha hecho tomar conciencia de que quizá ya es tiempo -para mi- de soltarte; pero eso no significa que vaya a dejar atrás esta maravillosa costumbre de celebrar tu vida.

Para mi eso es tu cumpleaños... Celebro haberte escuchado aquella primera vez en un estacionamiento y haber imaginado como eras; celebro la emoción de ir a buscar tus discos y comprarlos sin dudar, confiando en que sería algo maravilloso aún sin haberlo escuchado (algo que ningún otro artista me ha vuelto a provocar)...

Celebro la belleza y la simplicidad de tus frases, que sólo son comparables a las de otra persona que tú también trajiste a mi vida y que es igual de talentosa que tú (aún sin ser artista); celebro las anécdotas compartidas como fan, aquella charla durante el desayuno de una fundación, y en la que te divirtió tanto descubrir a una reportera-fan.

Celebro cada madrugada en que tu voz me acompañó mientras hacia tareas, en la época en que todavía ni siquiera imaginaba que llegaría a conocerte en persona. Celebro que el único libro que escribiste fue uno de los mejores regalos que me podrían haber dado mis padres y que tal y como si mi historia estuviera hilvanada de coincidencias, fue ese mismo libro el que propició que uno de los amores más grandes de mi vida me encontrara para ayudarme a aprender y crecer.

También celebro y agradezco por cada persona que a través de ti se cruzó en mi camino... Una gran amiga que estando en el mismo país que yo y sin importar la distancia desde hace años es tan cercana y me inspira tanta confianza; de la misma manera que sucedió con Ingrid, esa chica de espíritu inquebrantable con quien tengo la certeza ya haz coincidido con ella en el cielo...

Es tanto, tanto lo que aún persiste de ti, que no acabaría de ennumerar las razones por las que el décimo primer día de marzo de cada año, lo que sería una fecha común, se convierte en el mejor pretexto para agradecerte por todo eso.

Hoy, quizá ya no estás para poder soplar una vela agradeciendo el regalo de otro año dentro de un cuerpo físico; pero quienes nos hemos quedado y no te olvidamos sabemos que celebrar tu vida no es sólo a través de tus discos, palabras o canciones y si se vale pedir en tu lugar un deseo, sería uno muy simple: Ojalá, en otro tiempo y espacio sea mucho más cercana y prolongada la experiencia de coincidir contigo.

¡Un abrazo hasta el cielo y feliz cumple!

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