"Roque"

 

Una vez más siento como si hubiera pasado toda una eternidad desde la última vez que vine a publicar algo en el blog. Como siempre, la razón ha sido que el día se me va entre las cosas del trabajo y resolviendo cosas, y una de las más importantes está relacionada con uno de mis cachorros: Roque.

Quienes me conocen saben que una parte muy importante de mi vida son mis mascotas: Canela, Roque y Joy. Desde hace varios años, una de mis prioridades ha sido darles la mejor calidad de vida posible; y en los últimos años el reto con Roque ha sido darle pelea al cáncer.

Ya la ha librado tres veces... La última fue el año pasado. Se sometió a una cirugía y logró recuperarse. Lo que me encanta de él es que en todas las ocasiones jamás ha perdido el ánimo ni ¡El apetito!

Todo estaba bien desde esa última intervención, pero a principios de este año, comencé a notarle nuevamente un bulto en la parte del pene y aunque lo llevé con el mismo veterinario que lo operó en el 2020, en esa ocasión estaba otro médico y este me dijo que no tenía absolutamente nada y era normal, que ese bulto era característico de sus glándulas sexuales.

Yo me confié en ese diagnóstico, pero el bulto siguió creciendo. Hasta hace unos días alcanzó ya el tamaño de una pelota de pin-pong y decidí llevarlo con otro médico veterinario (uno de los mejores de esta ciudad y que fue quien esterilizó a Joy).

Eso fue el sábado pasado, y aunque el diagnóstico de este veterinario fue bastante tranquilizador, porque no se trata de cáncer nuevamente, si se requiere una intervención quirúrgica para remover lo que es un fibroma y si todo sale bien eso será el próximo viernes.

Yo llevaba varios días estresada y sin poder dormir bien, preocupada por mi cachorro, que en estos 12 años que ha estado conmigo, se la ha rifado con cada tratamiento que le han aplicado (intravenoso y quirúrgico) y el sábado cuando venía en el auto con él de regreso, de verdad se me salieron las lágrimas de agradecimiento con Dios porque a pesar de que es un perro de la tercera edad ya, él tiene unas ganas de vivir enormes y pues yo lo único que puedo hacer al respecto es ayudarlo para que pueda estar sano y siga siendo parte de mi familia el tiempo que ÉL quiera que así sea.

Es increíble como pasa el tiempo y todo lo que he vivido junto a este cachorro chaparro y peludo que es todo un personaje y uno de los seres que más me exige atención (¡y comida!). Aún así, él ha sido el mejor regalo que me dejaron sus padres: "Poncho" y "La Negra"; y quiero confiar en que sea por más tiempo todavía y que él tenga buena calidad de vida...

Por lo pronto hay que preparar todo para el próximo viernes $$$... Confío en Dios en que todo se dará y saldrá bien, como ya otras veces lo ha hecho.