De Letras en Blanco y Música de Lindsey Stirling para soñar
He pasado muchos días de páginas en blanco, en el sentido de que aunque haya cosas por contar o tenga desde hace tanto historias nuevas para compartir, cuando llega el momento del día en que por fin puedo tomar un instante y sentarme a hacerlo, mi cuerpo físico está tan, pero tan cansado, que lo único que hago es comentarlo con Dios en el silencio de la madrugada, hasta que el sueño me vence.
Ni siquiera he escrito nada en el diario inédito... Los días normales de entre semana se van rapidísimo y los fines de semana se gastan en las cosas pendientes que de Lunes a Viernes no hay tiempo de hacer. No me quejo, al contrario, de dos años a este momento presente, mi vida la vivo de una manera muy intensa, las cosas del trabajo absorben tanto mi tiempo que como resultado de ello he empezado a cosechar los frutos de tanto esfuerzo y dedicación. Este mes por ejemplo fue muy bueno y es la primera vez en toda mi vida que todo lo que hago y no hago repercute de manera directa en mi.
Me siento súper agradecida por eso; la verdad he sido muy afortunada de que en medio de una pandemia el pequeño negocio (del que ya hablaré otro día), sea como una especie de árbolito pequeño que logró germinar y ya tiene sus primeras ramas... He pensado mucho al respecto de como hacerlo crecer... Tengo algunas ideas, pero aún no muy bien definidas ni claras... Llegando a este punto me doy cuenta que en la escuela no te preparan para trabajar para ti mismo, sino para trabajar para alguien más... Como sea todo es aprendizaje.
Eso es en el plano real y tangible, pero también está esa otra parte de mi que de alguna manera siempre se queda "Pendiente", en "Stand By" (como se dice coloquialmente). Anoche pensaba en que una vez más estoy como en esa época que todavía no salia de la universidad y un día así de la nada me di cuenta que la mayor parte de mi vida la había dedicado a estudiar y trabajar, haciendo a un lado o más bien poniendo en pausa mi vida personal.
Algo hay de eso ahora también... Por esa misma razón he decidido estar sola y la mayor parte de mis decisiones giran en torno a mi nada más. No sé que tan malo o bueno sea eso... Tan sólo sé que me gusta ser libre y creo también que es la primera vez en muchos años en que mi compromiso y prioridad es conmigo misma y eso de verdad que también implica una gran responsabilidad.
No tengo idea si será así por mucho tiempo; pero lo que sí sé es que por las noches o madrugadas, cuando ya se acaba el día y lo único que queda es la oscuridad y el ruido interno; mi alma me dice que hay algo que hace falta (no sé bien que), y hay como cierta nostalgia si los fantasmas del pasado vienen de visita; pero también hay paz porque en el mundo imaginario he encontrado bastantes señales en forma de sueños tan hermosos como extraños -que al igual que los libros y sus historias- me llevan a estar cada vez más convencida de los encuentros y desencuentros entre almas...
Sinceramente hoy me siento muy, muy cansada para entrar en detalles respecto a eso; pero aún así he disfrutado y agradezco por este instante en que con el simple hecho de venir a este espacio, para sentarme y compartirlo en forma de letras, es muy similar a ese placer que te da el tener una charla con alguien especial de esas que tanto se disfrutan como se extrañan...
Es casi media noche, en la víspera del último día de la semana y aunque siento que dije y al mismo tiempo no revelé nada; estoy segura que habrá quien sepa leer entre líneas esta Página Suelta en tono color gris... Está por amanecer en el mundo maravilloso de los sueños y hay que aprovechar el tiempo en ese espacio también; pero antes de emprender el camino hasta ese punto, dejo aquí un video hermoso de Lindsey Stirling (una chica de la que ya he hablado un montón de veces en el blog); y que me encanta, porque siento que ejemplifica perfecto lo que he querido expresar hoy, porque todos sus videos siempre son como estar dentro de un sueño... O al menos dentro de uno de los míos...
Comments