Erizar La Piel....

En esta etapa reciente, muy pocas cosas me sorprenden o emocionan. No es algo en lo que piense con frecuencia, pero tal como suceden esas cosas -cuando menos te lo esperas- hará cosa de unos cuantos días atrás, el escalofrío que produce ver algo lindo, evidenció en forma de miles de puntos puntiagudos diminutos cada poro de mi piel.

Era de madrugada, a una de esas horas cuando el sol todavía no llega. Yo estaba en casa, luego del trabajo, en el intento de distraerme un poco con una de las historias que recién un par de semanas había elegido al azar desde la plataforma de streaming.

El detonante fue muy simple: Una escena en la que el personaje principal, estando en Moscú, Rusia, en el intento por encontrar a una persona importante, entra a un edificio antiguo que a medida que lo recorre le va develando por los cuadros antiquísimos que es una academia donde se imparte ballet clásico.

Para nadie es un misterio que el país más grande de Europa oriental, desde siempre, ha sido una potencia destacada en esa disciplina del arte gracias al Ballet Bólshoi.  

Fue así, como dentro de la historia, mientras este personaje protagónico recorría largos pasillos y salones en la búsqueda de ese alguien, en uno de ellos se encontró a un grupo de jóvenes que como parte de una compañía de danza, estaban enfrascados en pleno ensayo de "El Lago de Los Cisnes". 

Durante la escena no hubo diálogo alguno, el personaje simplemente se quedaba en el marco de la puerta de acceso a aquel enorme salón, en el que bastaron unos cuantos segundos de las notas de la ópera No. 20 de Tchaikovsky, para que la chica protagonista quedara embelesada olvidándose por completo de la búsqueda.

Jamás hubiera imaginado que algo así sucedería con una serie como esa, pero al igual que el personaje central me quedé embobadísima viendo a la compañía de danza en su ensayo y así sin percatarme siquiera de ello, un escalofrío recorrió toda mi espalda y se me erizó la piel.

No sé nada de arte, jamás he visto en vivo "El Lago de Los Cisnes", pero algo pasó en mi...

Varios días después, averiguando un poco más al respecto, no estoy muy segura, de si la locación donde fue filmada esa escena fue dentro del gran Teatro Bolshói, que es uno de los mayores tesoros arquitectónicos, heredados de la rusia imperial.

Sin entrar más en detalles (porque ese es tema para otro escrito), a la par de que me quedé pensando en si esa escena fue contemplada desde que escribieron el guión de esa serie o simplemente surgió como una idea espontánea en el recorrido por Moscú por parte de la producción para elegir locaciones, lo más impresionante fue eso, que en unos cuantos minutos de un capítulo en particular -que no recuerdo ni cual es- me hizo volver a experimentar lo que se siente que se te erice la piel...

La verdad no recordaba cuando fue la última vez que me pasó eso, hasta antes de esa escena, pero en los días subsiguientes si estuve pensando durante una gran parte del día en todas y cada una de las ocasiones en que algo me ha hecho emocionarme de esa forma o incluso hasta las lágrimas.

Lo primero que vino a mi mente fue la época en que yo era adolescente y me fascinaba por las noches irme a dormir con los audifonos puestos y el walkman encendido para escuchar hasta que me diera sueño algún disco nuevo o música que ya me gustara, y en ese sentido hubo sólo 2 artistas que lograron que la piel se me pusiera de gallina con su voz y los acordes de su música... La que más recuerdo ahora es Sarah Brightman, quien hasta la fecha me sigue provocando lo mismo.

Hace mucho tiempo escuché a una actriz mexicana que admiro tanto (Arcelia Ramírez), decir en una entrevista que el arte es una de las mejores formas de escapar de las grandes tragedias humanas, y me fascinó eso porque estoy totalmente de acuerdo con ella. 

Por otro lado, me encantó que a raíz de esa escena me quedé durante varios días pensando al respecto, y dándole vueltas y vueltas a todo eso, además de la emoción de esa escena, empecé a hurgar en mi memoria en busca de más recuerdos de momentos, lugares y personas que me hayan producido una sensación como esa...

La verdad no sé si alguna vez yo haya sido capaz de provocarle algo así a alguien... Esa fue también una muy buena pregunta que me ha tenido cuestionándome desde entonces... 

Más allá de si la respuesta es un "No" o un "Sí"; de manera metafórica, y tal como si se tratara de haber destapado una caja de recuerdos que había estado guardada en el fondo de un closet o armario en mi alma, vino a mi mente además de esas madrugadas con música, algunas escenas de películas memorables en el cine, y en el plano personal, la primera vez que tuve frente a mi un cuadro original de Van Gogh y quizá los nervios y la emoción previos a un encuentro que fue muy especial en el aeropuerto de un país lejano y pequeño.

Podría pasar horas y horas escribiendo sobre todas y cada una de las cosas que más allá de la piel, me han erizado el alma, pero en concreto creo que lo rescatable de esa anécdota, ha sido el hecho de haber vuelto a experimentar algo como eso en medio de toda esta etapa tan gris, apática e incierta por la que he atravesado en los meses recientes... Aunque de antemano sé que no se puede vivir con los ojos y el corazón puestos en el pasado, imagino que al igual que yo, cada persona tendrá atesorado en su alma cada uno de los instantes en que la piel se le ha erizado, pues es gracias a esas fracciones de segundo en que la emoción materializa lo mágico que es estar vivo.

A mi, hacia mucho que no me pasaba y por eso lo agradezco... La vida es hermosa a pesar de todas las cosas que alrededor pasan, y deseo de corazón que en los días que aún no he vivido, para mi, (al igual que para ustedes que me leen), la vida nos regale más cosas que provoquen que se nos erice la piel...

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