Carta Para Roque

 


Nunca me he dirigido a ti a través de las palabras. Nuestro lenguaje común se basa en miradas y el contacto físico, que es la comunicación más directa y sincera que puede existir. Sin embargo yo necesitaba escribirte, primero para agradecerte por estos 13 años de amor incondicional y de lecciones de vida aprendidas de la manera más simple como contundente.

Tres veces le has dado vuelta ya al cáncer. El año pasado 2 operaciones por lipomas derivados de lo mismo, y aunque hoy ya eres un perro de la tercera edad, es impresionante para mi la manera como te has aferrado a la vida como ni siquiera lo haríamos muchos de los humanos.

Siempre has estado ahí sin importar lo que pase, ni lo que yo haya hecho mal o bien en la vida, el amor y la lealtad que he recibido de ti es tan incuestionable como lo es tu actitud ante las adversidades que has afrontado, y es precisamente lo que me lleva a reflexionar en: ¿Cuántas de esas enfermedades que has padecido estaban destinadas para mi?

Digo esto, porque lo creo firmemente... Durante años, leyendo libros descubrí la comunicación interespecies, y a través de eso aprendí que nuestros amados animales de compañía somatizan gran parte de las enfermedades que estaban por manifestarse en nosotros los humanos y son ustedes los que de manera amorosa las absorben y las trasmutan.

Eso es precisamente lo que ha propiciado que mi respeto y amor por ti se haya acrecentado todavía más a lo largo del tiempo. Tu cuerpo se ha vuelto cada vez más frágil y la manera como has soportado cada tratamiento me deja siempre sin palabras, pero al mismo tiempo ensombrece mi alma porque sé que en un futuro no muy lejano llegará un punto en que tu corporalidad física tendrá un límite y es entonces cuando tendrás que partir.

La verdad no sé si falte mucho o poco para eso... Esta última vez, hace exactamente una semana, tuve miedo de que eso sucediera, pero una vez más saliste adelante... Ignoro por cuanto tiempo sea así, pero me siento profundamente agradecida de que por ahora aún no haya sido el tiempo.

Desde siempre he estado más que consciente de que tu vida no es algo que esté en mis manos, pero ser testigo de las inmensas ganas de vivir que tienes, me compromete siempre a tratar de hacer todo lo que esté a mi alcance para que tú, Canela y Joy tengan siempre la mejor calidad de vida posible.

Roque, eres un alma tan especial y uno de los regalos más hermosos e invaluables que he tenido. La mejor herencia que me dejaron tus padres en vida, y sin importar si es poco o mucho el tiempo que nos quede por compartir a tu lado, lo único que pido es que sea un lapso de tiempo amoroso; en el que tu cuerpo ya no padezca estragos severos y cuando llegue el día en que tengas que irte yo pueda acompañarte en todo momento y retribuirte un poco de todo el amor que tú me has dado a mi.

Te quiero mucho cachorro viejito, eres uno de los motivos más grandes que tengo para vivir...

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