Clima Emocional de Febrero

Había querido escribir, pero no me gusta hacerlo con prisa...

Muchas veces imagino que si describiera cada uno de mis días recientes en letras, tendría algo así parecido a la lista del súper o un papel con un montón de palabras que describieran el abanico de emociones experimentadas a través de los días, así como los pensamientos recurrentes, fugaces, los que me estresan, me dejan pensando o simplemente me hacen reflexionar y suspirar... 

Palabras como: Prisa, nervios, sueño, cosas por hacer en el trabajo, notas para entregar, lo que soñé ayer, lo que vi en la calle y me dejó pensando, ideas padres para el blog, lo que debo hacer llegando a casa después del trabajo, si tengo a la salida de la universidad tengo que llegar de camino a algún lado a comprar algo y un montón de cosas que consumen mis horas del día, y cuando menos lo pienso el cansancio pesa como lápida en mi espalda, es muy tarde ya y lo único que quiero es irme a dormir.

Por esa razón había permanecido en silencio aunque tuviera cosas que contar. Enero se hizo eterno, y Febrero en cambio ha transcurido en un abrir y cerrar de ojos, y es un mes hasta cierto punto determinante porque estoy en la antesala de darle vuelta una vez más al sol, pero también está muy cerca la conmemoración de pérdidas que me marcaron de manera profunda, y a la par de pensar en eso, la vida allá afuera sigue sucediendo a una velocidad vertiginosa.

Nostalgia e incertidumbre son dos emociones que me acompañan en cuanto abro los ojos a la realidad cada mañana. Son las que me susurran recuerdos de otros tiempos cuando me quedo a solas, y son las que del mismo modo, al concluir el día, cuando el cansancio en la espalda me hace tomar conciencia de que no paré ni por un instante en el transcurso de la cotidianidad, me lleva a cuestionarme: ¿Tiene sentido todo esto? ¿Estar trabajando así?

Todos los días mientras estoy en el trabajo, realizando cualquier cosa que es parte de mi rutina diaria, caigo en la cuenta de que jamás hubiera imaginado estar 24 años después de que inició un nuevo siglo en el lugar en el que estoy... Siendo más concreta, la semana pasada por ejemplo, me tocó presentar un examen como parte de una convocatoria docente. El tema fue: "Mezcla de Mercadotecnia", y aunque yo jamás he dado clases de nada en mi vida, en los días previos a presentar ese examen de oposición (que así le llaman en la universidad); me di cuenta que el tema sobre el que tenía que exponer era nada más y nada menos todo lo que he visto en mi carrera como comunicóloga a lo largo de los años.

La verdad me sentí como si estuviera presentando un examen profesional. Yo sola en el aula, con mi computadora y una presentación de power point, frente a 3 maestros sinodales cuestionándome sobre mi experiencia laboral y sobre el tema. Hacia mucho tiempo que no me ponía tan nerviosa, pero creo que el enfoque que le di, de explicar más allá de lo que es la mercadotecnia, para hablar con toda honestidad como una profesionista egresada de una carrera de humanidades puede compartir su experiencia en estos temas en una universidad con estudiantes cuyas carreras están totalmente enfocadas a las áreas de físico matemático, ingeniería y área contable, fue lo que me permitió ser más convincente ante esos 3 expertos evaluadores.

La verdad no sé si me den la clase... Si sucede para mi sería un gran reto... Es muy curioso que un día después, trabajando en un proyecto para reseñar los 60 años de la escuela donde estoy trabajando, en una reunión con maestros jubilados, expuse otra presentación con datos históricos sobre el tema y ahí ni siquiera hubo nervios... Creo que no soy tan mala explicando, pero el punto es que si hace apenas 365 días atrás, después de todos las cosas difíciles que sucedieron yo iba a seguir con mi vida afrontando un reto nuevo, creo que no hubiera sido ni siquiera capaz de imaginarlo así.

El clima emocional de febrero 2024 es eso.... La mezcla de lo que vivo a diario, de las cosas que me sorprenden, pero también de las que me causan tanta incertidumbre y también miedo....Hay días en que me quedo pensando mucho en las cosas tan extrañas que sueño, relacionadas con las cosas que leo en el poco tiempo libre que me queda, con los cuestionamientos espirituales de los que entre más encuentro cosas más tengo hambre de saber, con las ideas que no escribo ni comparto con nadie, con los sentimientos, pensamientos y emociones que se hacen presente cuando me quedo a solas conmigo misma y que a pesar del tiempo no se como manejar, pero con esa convicción también que me lleva a tomar conciencia de que a pesar de que la vida es muy diferente a como la imaginaba a esta edad, esto es lo que hay, esta es la única vida que tengo y la debo intentar aprovechar al máximo.

A veces pareciera que este espacio tan importante quedará en el olvido, pero las letras y palabras son parte del trabajo que yo tengo que hacer para compartir en este mundo. En la medida de lo posible trato de no plasmar cosas que hablan de todo aquello que me ensombrece y me pone triste, pero es parte también de mi, del mismo modo que lo es lo simple que me hace reír o lo poco que al día de hoy me sorprende y alienta mis ganas de aprender más cosas y soñar con lo que no sé si por mandato divino esté contemplado como parte de mi plan de vida....

No sé la verdad si me de a entender... Quizá si, quizá nadie entienda esta página o sólo quien sepa leer entre líneas... Como sea hoy sólo quería venir a este espacio, sentarme sin prisa, para hablar de todo lo que hay en este momento dentro de mi cabeza y mi alma.... Haber que pasa más adelante.




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