"Todo va a estar bien, mi corazón latirá por ti"

No existe fuerza más poderosa en el mundo que el amor de una madre y este libro es una prueba tangible de ello.

La historia de Nayeli Péreznegrón y su hijo Luis Pablo llegó a mi a través de un podcast y me conmovió tanto, que terminando de ver la entrevista no dudé en buscar el libro.

Luis Pablo fue un niño muy especial que justo en víspera de su primer cumpleaños enfermó. Mientras sus padres (Nayeli y Luis) realizaban los preparativos ese día para el festejo de su primogénito, una fiebre prolongada y que en apariencia es algo muy común en un bebé de esa edad, ensombreció ese primer cumpleaños y activó ese instinto que sólo las madres tienen y que en el caso de Nayeli le hizo saber que algo no estaba bien con su hijo. 

Luis Pablo festejó su primer año de vida, la tarde del festejo la fiebre cedió un poco con antibiótico prescrito por su pediatra, pero los siguientes días no hubo mejoría y cerca del festejo de año nuevo Luis Pablo además de arder en fiebre comenzó a temblar y a presentar mucho dolor. Alarmados los padres del niño comenzaron una serie de visitas al hospital que serían el inicio de un largo peregrinar entre diversos estudios para intentar dar con un diagnóstico certero que aclarara con certeza que estaba pasando en realidad con su hijo.

Al seguir siendo frecuentes esos episodios de fiebre, toda la familia viajó a la ciudad de México en busca de una solución a la enfermedad del niño. La primer respuesta siempre era que se trataba de un "virus", algo común en la época invernal y a lo que los niños como Luis Pablo suelen ser muy propensos, pero el foco rojo se encendió por completo cuando ya de regreso en Saltillo, (ciudad de donde ellos son originarios), a Nayeli le desconcertó que una mañana de Domingo, Luis Pablo no despertó como de costumbre a las 8 de la mañana, pidiendo comida, y al acercarse a la cuna del niño descubrió que estaba despierto, pero sólo la veía y estaba empapado en sudor como consecuencia de una fiebre muy intensa.

Además de que la fiebre no cedía, para ese momento Luis, el padre del niño ya había recibido una llamada del pediatra que pedía verlos con urgencia en su consultorio en Domingo. El diagnóstico inicial fue que Luis Pablo tenía Leucemia.

A partir de ahí la vida de esa familia cambió por completo, viajaron a Monterrey en busca de la mejor atención médica para el niño y una carrera por conseguir sangre y plaquetas (que por la enfermedad eran consumidas muy rápido por el niño) y que sería un reto permanente a lo largo de todo el tratamiento.

A pesar de que Nayely y Luis ya tenían un diagnóstico, había que hacer más estudios y "Pavito" (como le decían de cariño a su hijo), comenzó a sufrir físicamente por las punciones que tenían como objetivo extraer líquido medular. Al no estar sus huesos completamente desarrollados, los médicos extraían únicamente cartílago y por eso fue necesario punzar varias veces en pelvis y tibia.

A pesar del dolor físico y que ese sería el inicio de un largo viacrucis para el niño y sus padres, la entereza y serenidad con que un niño tan pequeño comenzó a mostrar ante ese sufrimiento, fue una prueba de que hay espíritus que son capaces de habitar en un cuerpo tan pequeño y cuyo ejemplo viene a fortalecer la Fe y la esperanza de quienes los rodean.

El título del libro surge de las conversaciones llenas de amor entre una madre y su bebé. En los momentos en que Luis Pablo estuvo más enfermo, Nayeli lo abrazaba y le decía: ¿Cómo late mi corazón por ti? y Luis Pablo respondía: "pum-pum-pum" (imitando el latido del corazón), a partir de entonces esa frase tan especial sacada de ese diálogo amoroso entre madre e hijo se convirtió en una especie de mantra que representaría la incansable batalla de una madre y el resto de la familia por salvar a su hijo de una terrible enfermedad.

El diagnóstico fue Leucemia Mieloide Aguda tipo M7 con Fibrosis, un tipo de leucemia más complicada y dificil de tratar, conclusión médica que obtuvieron hasta que Nayeli y Luis, viajaron a Houston, al hospital Texas Childrens, un centro especializado en este tipo de enfermedades, porque a pesar de que Luis Pablo fue atendido en México, los doctores y sus múltiples y dolorosos estudios no lograban descifrar donde estaba exactamente ubicada la enfermedad en el niño y por ende no había manera de dar con un tratamiento adecuado y efectivo.

No quiero revelar más del contenido de este libro y me limitaré a resumir que está basado en los textos que en las interminables horas en el hospital, Nayeli escribió a manera de cartas para su hijo (en los pocos momentos que tenía libres), cuando el niño dormía o estaba en medio de algún tratamiento delicado.

Estos textos además de ser un desahogo (porque ella pasó mucho tiempo viviendo prácticamente sola con el niño en el hospital, mientras su esposo tenía que seguir trabajando en Saltillo para poder costear el tratamiento y la estancia de ambos en Estados Unidos); es también el testimonio que además de describir en letras la odisea de una madre que nunca perdió la esperanza ni en los momentos más oscuros, saltó del papel a las redes sociales, y lo que en un principio fue un medio para mantener informados a familiares y amigos de la familia se volvió viral.

Esa es otra de las cosas más impresionantes e interesante de este libro. Descubrir como a medida que la historia avanza y se devela como Luis Pablo tuvo días buenos y otros muy malos en los que parecía que no pasaría una noche más, los textos de Nayeli movilizaron a tanta gente desconocida que en medio de una situación tan crítica se acercaron a ellos como familia no sólo para demostrar el poder tan inmenso que puede tener la oración, sino también para sostenerlos a ellos como padres en los momentos en que algo tan simple como una comida caliente o unas pantunflas calientitas pueden implicar un mundo de diferencia para quien día y noche vela frente a la cama de un hijo enfermo de gravedad. 

Yo creo que eso es lo más valioso y transcendental de este libro, la manera en como las redes sociales pueden convertirse en una herramienta muy valiosa para hacer el bien e intentar ayudar a quien lo necesita aunque sea con el poder de un pensamiento positivo, el deseo de sanación para un niño tan especial que hasta el último momento luchó por su vida y fue un ejemplo de FE y Fortaleza para sus padres.

"Todo va a estar Bien, mi corazón latirá por ti" es como dije al inicio de este post, un testimonio tangible de la fuerza tan poderosa como lo es el amor de una madre, y un recordatorio para quienes lleguen a leer está increíble y real historia para quienes hayan afrontado una pérdida significativa de que el amor trasciende a la muerte.

Nayeli y su esposo lograron resignificar el dolor y crearon una fundación: "Luchando por Ángeles Pequeños" (que son las iniciales del nombre de Luis Pablo); y que tienen como objetivo ayudar a más familias que afrontan esta terrible enfermedad, porque si bien es cierto que existen varias asociaciones y fundaciones que ayudan a personas de escasos recursos, pocas se centran en apoyar a los familiares que se quedan sin recursos por ejemplo para comprar despensa, transportarse a los lugares donde sus hijos o familiares reciben quimioterapia, brindando no sólo apoyo moral y acompañamiento para quienes transitan el difícil camino que ellos ya pasaron junto a su hijo.

Este fue un libro que me conmovió profundamente y me impresionó por el grado de fortaleza y la grandeza de espíritu de un niño tan pequeño y la resilencia y capacidad de adaptación de una mamá en la búsqueda de un milagro para su hijo.

Como siempre que reseño un libro en el blog, me despido con algunas citas textuales que me impresionaron durante la lectura del mismo.

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-"Hay buenas personas en el mundo, nunca dudes de eso, pero van calladas haciendo el bien, ojalá haya más seres que publiquen el bien que hacen, creo que podrían contagiar a más para así formar una cadena de bien y poner de moda las buenas acciones en medio de un mundo donde pareciera que todo es falsedad".

-"Te ha regalado vida gente de distintos nacionalidades y continentes: estadounidense, mexicana, africana, que practica diferentes religiones: católicos, cristianos, musulmanes o ateos: de diversos estados civiles: casados o solteros, incluso personas que se identifican con la bandera arcoiris. He aprendido una gran lección, todos necesitamos de todos, sin distinción, sin juicios ni pretensiones. Al final, la gente buena se mueve por amor y nada más. El amor es la religión, el idioma y el movimiento universal; si nos dedicáramos a amar más y a juzgar menos, el mundo sería otro".

-"Eres un testigo vivo de que los seres humanos buenos existen, eres tan afortunado de llevar una parte de todos ellos, por tu sangre corren puras células de gente bondadosa".

-"Entonces, ¿no nos estaremos comportando como niños cuando Dios permite que pasen cosas que no están dentro de nuestra capacidad de entender?"

-"Todos necesitamos recibir amor de vez en cuando, es lo que siento hoy, cariño, bondad de saber que alguien pensó en nosotros, se tomó el tiempo de escoger detalladamente cada cosa y además trajo mucho más de lo que pedimos".

-"Una persona nos confió que intentó suicidarse y al ver tus ganas de vivir fue a buscar ayuda, has transformado vidas y corazones".


"Todo va a estar bien, mi corazón latirá por ti"
Nayeli Pereznegrón Galindo


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