Escucha El Infinito...
Acaba la semana con sus prisas y sus días cansados, las preocupaciones, estrés y todas esas cosas que más allá de lo que representa la vida de una persona adulta, implica vivir en el mundo real...
Yo no soy la excepción, pero en este espacio, quienes me han acompañado a través de mis letras desde hace tanto, saben que en lugar de hablar de todo eso, aquí me gusta compartir más bien todo lo que me encanta y me hace reflexionar, pero sobre todo soñar.
No ha habido mucho tiempo para escribir y justo en un día con prisa pensaba en eso: en las ganas que tengo de tener toda una tarde libre para estar aquí y escribir todas las cosas que me encantaría contarles; y fue también a raíz de ese pensamiento que la misma premura me hizo añorar otras cosas y suspirar en silencio porque tengo tantas ganas de cosas tan sencillas como ordinarias y que a veces en el día a día son tan difíciles de lograr.
El día que se me ocurrió escribir esto estaba comiendo, y casi siempre lo hago sola. Últimamente disfruto mucho el silencio (que si lo piensan puede llegar a ser a veces también todo un lujo); más si tomamos en cuenta que hasta de noche y dormidos estamos rodeados de sonidos; pero en mi caso particular, lo busco ahora más, y aunque lo disfruto enormemente, es a veces en el silencio donde mi conciencia o más bien mi corazón me cuenta las verdades más profundas y que no siempre son lo que quisiera oír.
Durante esa comida por ejemplo comencé a soñar despierta, ¿con qué?, primero que nada que llegue el día, o más bien: con que haya días de comidas sin prisa, compartiendo los alimentos con alguien que además de acompañarme, me haga disfrutar de la bendición de tener algo rico en la mesa y una buena charla para desconectarse un rato del mundo real y sus problemas. Para reírse, reflexionar, recibir un buen consejo, o ¿por qué no?, derretirse en silencio, para mirar y escuchar con toda la atención del mundo a ese alguien que al otro lado de la mesa esté frente a mi.
¿Cuántas comidas, desayunos o cenas has podido vivir así?... Si tu respuesta fue: demasiadas, eres un afortunado... Yo tengo muchas ganas de eso, todos los días sueño despierta con algo así; pero hay días en que mi imaginación viaja todavía más lejos y me recuerda que uno de mis sueños sería un día tener una casa tan cálida, que se convierta en un punto de reunión para los buenos amigos cercanos, y ahí todos juntos podamos convivir, una vez más comer algo rico, charlar de todo, saborear un buen café o un delicioso postre, y que todos estén tan a gusto, que las horas se vayan volando, se pierda la noción del tiempo y llegada la madrugada nadie se quiera todavía ir.
Sueño, imagino...Aunque nunca ha sucedido, la sola idea de visualizarlo de manera imaginaria me hace sonreír... Siempre he pensado también que un cumpleaños perfecto sería algo así, una fiesta sorpresa en casa, o tal vez no tan sorpresa, pero que fuera una comida con mi familia, mis amigos más cercanos (que son muy pocos), el amor de mi vida, -si es que para ese entonces ya ha llegado- y que más allá del motivo de la reunión o los regalos, creo que a mi me haría mucho más feliz el hecho de verlos a todos ahí reunidos, contentos y tranquilos; ese sería el mejor festejo para mi...
Hasta hoy no se ha realizado, y quise hablar de eso precisamente hoy: en un día sin tiempo para mi y con prisa, porque considero que todo lo que uno sueña son promesas que la vida aún nos reserva... No sé si para que sucedan pronto o luego de un largo tiempo; pero lo que si sé es que en los días ordinarios y con tanta tensión o prisa, imaginarlo es más que suficiente para sentirse feliz.
Yo quiero y sueño, y sé que a ti te pasa también... Existe una canción súper viejita y que interpreta Rocío Banquells, una gran actriz a la que casi nadie conoce por su faceta de cantante (porque fue hace muchos años atrás); pero que habla acerca de todo eso a lo que hice referencia aquí.
Me quedo hoy con la convicción de que la vida es a final de cuentas la suma de todos esos momentos: comidas, charlas, instantes en los que no importa si te sientas a la mesa, sobre el césped o sobre una banca de madera en un parque o simplemente en el suelo para compartir cualquier cosa ("con panes para compartir" -como diría Pausini en una de sus canciones-).
En concreto, es todo esto lo que llena no sólo tu alma, sino cada día de tu existencia, durante el tiempo que nos toca permanecer aquí.
Me quedo hoy con la convicción de que la vida es a final de cuentas la suma de todos esos momentos: comidas, charlas, instantes en los que no importa si te sientas a la mesa, sobre el césped o sobre una banca de madera en un parque o simplemente en el suelo para compartir cualquier cosa ("con panes para compartir" -como diría Pausini en una de sus canciones-).
En concreto, es todo esto lo que llena no sólo tu alma, sino cada día de tu existencia, durante el tiempo que nos toca permanecer aquí.
Prometo volver pronto para seguir hablando de sueños, y encontrar trocitos de tiempo (donde a veces no los hay), para jugar a imaginar como siempre entre letras y palabras... También mientras se llega el tiempo de esa reunión de la que hablo hoy y todavía no sucede, en la que quiero y deseo con todo mi corazón que también estés presente TÚ.
"Escucha El Infinito"
-Rocío Banquells-
Aún podemos jugarnos otra buena partida,
tal vez iluminar estampitas de vida,
buscar a donde salir y pasar las noches,
para que en la casa queden los reproches,
querer sentir compañía es muy humano,
y esta sed de vivir que nos toma la mano.
Daremos fiestas alegres a los buenos amigos,
y en la cama tendremos montones de abrigos,
será ocasión de vivir una fantasía,
y poder maquillar nuestra melancolía,
pasatiempos y tedios son simples espejos,
la soledad acostumbra llevarnos lejos...
¡Cómo es difícil decir al mundo lo que yo siento!
aunque sea mínima, es mi gran verdad,
y es la energía que me cambiará,
y me doy cuenta que llevo un infinito adentro,
que va saliendo y busca libertad,
y quiero comprender a que me llevará,
si tratas de hablar quedito pues... Escucha el infinito...
Tendremos casas que todos llamaran hogares,
y para dar cobijo son buenos lugares,
y vivirán muy tranquilos los dos extraños,
sin hacer un recuento nunca de los daños,
y de repente un día estamos viejos,
la rutina acostumbra llevarnos lejos...
Es imposible decir como es que todo resulta,
de dónde saca la fuerza el corazón,
y cómo el alma toma otra dirección,
tenemos algo interior que el infinito oculta,
que nos transporta y tiene la verdad,
y sabe exactamente hacia dónde va,
si miras dentro puedes verlo ya, escucha el infinito...
Comments
La verdad me gusto mucho este nota de tu blog - Si que
estabas inspirada - Te dejo un abrazote pachón y ya estas en mis favoritos :)