Sigo aquí...



He pasado muchos días en silencio, sin dejar de pensar en letras... Pareciera que este espacio está abandonado, que ese lugar confortable, donde les pedí que alguna vez imaginaran el sillón más cómodo, repleto de un montón de cojines y puffs para poder sentarse en el suelo con calma y al final del día, hoy se encuentran polvorientos como consecuencia de que ni el anfitrión ni sus invitados han estado durante mucho tiempo por aquí.

La verdad es que no es así... Si he estado ausente, pero este espacio sigue siendo mi refugio, y por ende el de ustedes también.. No sé si alguna vez les ha pasado, o si han sentido que de pronto la vida se vuelve como en esas ocasiones en que te subes a la montaña rusa y todo cuanto sucede a tu alrededor pasa demasiado rápido... Las  días y las semanas se van por entero, el tiempo se escurre entre las manos como agua o granos de arena, y a veces estás tan inmerso en vivir cada día, que queda poco tiempo para contar historias de las que de alguna manera eres testigo y protagonista al mismo tiempo.

Esa es la razón por la que casi no he "hablado en letras" con todos ustedes...  Pero eso no significa que los haya olvidado y que al final del día, por muy cansada que esté, no sueñe despierta con estar aquí en la última parte del día, para contarles lo que me pasa, compartirles un pensamiento, idea o sentimiento, o tal vez alguna nota curiosa sobre algo que me sorprenda.

Sigo siendo la misma mujer de siempre... Quizá un poco distinta en el sentido de que los dramas y las cosas grises dejaron de ser parte de mi vida... Con 40 años muy bien vividos, creo que me convertí en una persona mucho más simple y práctica y a quien los constantes cambios en todos los aspectos de su vida, le enseñaron a no aferrarse y aprovechar tan sólo lo que se tiene en el momento presente.

Es ya el sexto mes del año y las cosas no han sido fáciles hasta ahora, no quiero decir con ello que todo marcha sobre ruedas, pero tampoco van tan mal... De alguna forma o de otra sé que no voy sola en el camino y mis días los dedico más a vivir que a escribir.

No pienso alejarme de aquí, puesto que escribir es para mi tan importante como trabajar, comer o dormir. Los instantes que permanezco en silencio y frente a un teclado o pedazo de papel plasmando letras y palabras será siempre parte de mi esencia, de esa energía vital que necesito, no sólo para mantener mis pies bien puestos sobre la tierra, sino para encontrar mi propio equilibrio y la brújula que me revele el camino que debo seguir.

El futuro nunca se visualiza del todo... A veces parece que se aproximan tiempos difíciles; y aunque no estoy preparada del todo, llevo también de manera permanente un trozo de esperanza que suele ser muy útil, porque es como una especie de amuleto que me hace saber que no estoy sola, que antes que nada me tengo a mi misma y mientras yo me ame primero, tampoco quien esté alrededor de mi lo dejará de hacer.

Sé que soy una mujer afortunada, y pase lo que pase no quiero olvidarme nunca de eso... Es una bendición estar viva, respirar y despertar cada día con la posibilidad de ser libre para decidir y hacer lo que más creo conveniente para mi.

El mundo allá afuera hay días en que se convierte en un lugar difícil, pero también alrededor suceden al mismo tiempo pequeños milagros... Estoy convencida, más que nunca, que así sea mínimo el tiempo que me quede libre, mientras mi corazón siga latiendo con vida, mi cuerpo esté sano y pueda escribir, seguiré viniendo a este espacio para que ustedes y yo compartamos todo eso y a través de las letras hablemos no de la crisis ni de todo lo que está mal, sino de las cosas que hacen que valga la pena esta experiencia terrenal.

Sigo aquí y espero volver pronto para llenar más Páginas Sueltas y de Colores....

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