Espacio en Desorden.


En medio del desorden está tu mundo. El pequeño espacio donde los objetos te separan de lo que todos de ti conocen, y en el silencio que tanto desearías que alguien aprendiera a interpretar, cada una de esas cosas habla mucho más de ti.

En un área tan minúscula, tantas veces has sacudido el polvo de tus sueños... Las partículas de tierra que el viento trae desde otras partes para recordarte que los días suman, mientras los sentimientos se disipan, y la luz que acaricia de una orilla a otra el escritorio, pone en evidencia al día que llega y se despide muchas veces sin gastarse.

Desde ahí se percibe perfecto cuando los días son fríos o cálidos, y lo mismo sucede con las palabras... Hay muchas hojas en blanco que ya fueron usadas, pero al reverso están listas para albergar nuevas letras; del mismo modo que sucedió con todas las cartas y Páginas Sueltas que en más de diez años alguien ha leído en algún punto distante.

Un espacio en desorden que más que pertenecerme yo soy quien de alguna manera formo parte. Aquí me encontré tantas veces y me sentí yo misma; y es aquí también donde hoy son distintas las cosas que me preocupan o me inspiran; como tan desconcertante es el hecho de que pueda sentirme tan perdida aún estando en casa; sin saber cuál es ahora el camino que debo tomar.

Hay días en que trato de olvidar ese hecho perdiéndome en las historias de otros; en las voces de la radio que alimenten de alguna manera mi alma tan hambrienta de respuestas, de luz (como la que acaricia la hoja de papel en la que escribo en diferentes ángulos y meridianos en el transcurso del día). 

No tengo ni la menor idea de hacia donde voy, pero tampoco siento miedo y me preocupa mucho más el ser capaz de no soltarme a mi misma de la mano para no perderme, de saber acompañarme, además de llevar la suficiente tinta y hojas para evitar perder las historias de otras personas y lugares que son mucho más inspiradoras de lo que yo en este momento pueda ofrecer.

¿Podrías contarme con tus ojos tú la que vives en este momento?... Tal vez lo estés haciendo con la voz del pensamiento mientras tu mirada descifra estas palabras. Entonces tengo la convicción de que a pesar de que pueda descubrir alguna vivencia fuerte (ya que la vida no es lineal ni perfecta para nadie); se que podrías hablarme de los momentos de felicidad que has vivido; pero tienes que dejar que se retiren, al igual que el polvo de la superficie de este, mi pequeño espacio en desorden...

¿Te cuento algo que viene a mi mente en este instante? Hace muchos años atrás cuando sobre este mismo escritorio yo empecé a llenar cuadernos de diario; mi sueño era atrapar entre hojas de papel blanco con rayado tenue; un poquito de todo lo que allá afuera -en el mundo real- me hiciera reír o me emocionara hasta las lágrimas...  

Quería hablar de la belleza de un atardecer en el regreso a casa, del aroma o la suavidad en la piel de alguien a quien se ama; y del inmenso deseo de describirle el mundo en letras a alguien tan pequeño que ni siquiera sé si llegará a existir...

Para bien o para mal eso es lo que he intentado hacer desde hace tanto tiempo... Por eso mi espacio, mi mundo y mis emociones han cambiado tal y como lo hace el ángulo de inclinación de la luz del sol... No sé cual es mi camino y al igual que hace tantos años sigo buscando respuestas, pero en medio de este espacio en desorden sé que mi función aquí es esa: hablarte en silencio, contarte lo que desde el corazón veo y en este espacio en desorden suspiro, porque más allá de si alguien lo ve o no, eso es lo que yo hoy, aquí tengo para regalar.

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