Imaginar en Perspectiva...
Desde niña, siempre me ha gustado mucho ver fotos de lugares y paisajes. Cuando estaba en la primaria me distraía mucho en clases viendo las ilustraciones e imágenes de lugares en otros puntos de la república mexicana o simples ilustraciones en los libros de texto, para inventarme toda una historia... Como era un día normal en esos sitios, como era la gente, e incluso me visualizaba a mi misma ahí.
En la actualidad, con las redes sociales, la cosa no es muy distinta que digamos. La mayor parte de mi tiempo de ocio (que ya no es mucho). me gusta guardar cuanta imagen hermosa encuentro y que en una décima de segundo, sin importar donde me encuentre o si únicamente es un vistazo rápido a las redes durante el trayecto al trabajo o ya antes de dormir, mi imaginación vuela tal cual sucedía durante mi infancia y muchas de esas historias las comparto aquí.
El día de hoy me encontré esta imagen, y se me ocurrió jugar un poco con ella... Visualizarme en algún punto de ese sitio, entre todos esos árboles, y experimentar con los ojos cerrados y los sentidos muy abiertos ¿qué se siente estar exactamente ahí?... ¿A qué huele el ambiente? ¿Hace frío o el clima es templado?... El pino junto al que me encuentro ¿es muy alto? ¿deja que se cuelen los rayos del sol y entibian mi piel?.. ¿Cómo me siento al estar ahí? ¿Qué cosas pasan por mi mente?... ¿Se me antoja estar de pie o sentarme por un instante en el pasto?... o quizá recargar mi espalda sobre el tronco de ese pino cercano, sintiéndo la rugosidad de la madera a lo largo de toda mi columna vertebral... ¿Y si lo tocara con los ojos cerrados, explorándolo con las palmas de mis manos?, creo que eso propiciaría que me concentrara únicamente en el momento, en el disfrutar de estar ahí.
Jugar a imaginar puede ser algo mágico, porque me regala la posibilidad de ser yo, y al mismo tiempo desprenderme para tener la capacidad de visualizarme a mi misma "desde afuera", como si yo misma fuera otra persona, y es así como la mente y el alma me permiten ir mucho más allá y ver a esa mujer quien soy, pero desde arriba, tal como si pudiera tener la capacidad de hacer un "zoom" y ver lo que estoy haciendo, como si yo misma me observara desde un punto muy alto.
Desde ahí, empiezo a imaginar en perspectiva y desde otro ángulo... Ya imaginé lo que se siente estar en un lugar con todas las emociones y pensamientos reales e intangibles que da el tener contacto directo con la naturaleza, desde la planta de los pies, hasta el último cabello que cubre mi cabeza... pero volviendo a hacer un acercamiento, está vez "hacia adentro", empiezo a preguntarme: ¿en quién pienso estando en un sitio como ese? ¿Extraño a alguien? o simplemente disfruto nada más estar sólo conmigo misma...
Visualizar con los ojos del alma, me permite me darme cuenta que soy un ser humano de lo más simple, y el espacio que ocupo en ese sitio imaginario, al igual que sucede en la realidad que cotidianamente habito, es demasiado pequeño comparado con la grandeza del mundo en el que vivo... Todos los días estoy en casa, duermo, despierto, salgo a la calle, permanezco en un sitio repleto de máquinas y personas durante varias horas; pero he aprendido a ver cada uno de esos espacios de manera diferente cada que pienso que no, mi naturaleza humana no me permitirá que sea así para siempre, y lo mismo sucederá con toda esa gente que pasa al lado mío y ni siquiera piensa en eso mismo que yo.
Volviendo al lugar... La imaginación todo lo permite... si todo lo que llevo en mi interior pudiese materializarse quizá en forma de globos que pueden liberarse, quizá tendría entre las manos un montón de cordones reteniendo de forma parcial todas esas esferas flotantes rellenas de helio y de distintos colores, porque mis emociones: el amor, el miedo, la ira, el miedo, las dudas y todo eso, son cosas que no prevalecen en mi por mucho tiempo y eso me sirve también para darme cuenta que todo lo que me afecta, lo que me entristece o me preocupa, es sólo "por ahora"... Al pasar de una hora, un año, una semana o medio siglo, quizá ya no me afectará ni me preocupará...
En 200 años es muy probable que yo ni siquiera esté aquí, ni tampoco nada de lo que me importa... Y creo que en tu caso, también es así... Desconozco cuáles son las circunstancias en este punto de tu vida, y soy incapaz de imaginar lo que tú podrías visualizar sobre este lugar imaginando en perspectiva; pero de lo que si estoy segura es que tú tampoco eres eterno (a), y tal cual sucede con todo lo que es temporal, cualquier situación, problema, preocupación o emoción que haya surgido en ti al visualizarte de modo imaginario en ese sitio, por lo menos ya te ha permitido desprenderte un poco no sólo de la realidad, sino de quien eres, y eso tampoco es para siempre...
Gracias por jugar conmigo a imaginar en perspectiva.
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