De sueños extraños e imposibles...


Viernes 7 de Julio, 2017.

2:36 am... Y por fin me tomo un respiro para estar aquí, para escribir... Quería hacerlo desde en la mañana, pero como siempre sucede, las circunstancias que prevalecen durante el día no permiten que me dé esa pausa, que hoy en particular tenía tantas ganas de hacer para compartir un sueño que tuve y que me ha tenido pensando durante todo el tiempo de este Viernes.

Siempre que tengo un sueño lindo o que se queda en mi cabeza la mayor parte del día, trato de escribirlo para que no se pierda en el olvido... Es una costumbre linda que tengo y me gusta; aunque en esta ocasión, a pesar de que se trata de algo poco factible en mi vida, un tanto irreal y hasta descabellado, tuvo una parte hermosa que es precisamente lo que propicia que valga la pena atraparlo en letras.

Como tantas veces sucede, la madrugada previa al sueño no me fui a la cama pensando en nada relacionado con eso... Tal vez por eso pienso que sea un deseo del subconsciente. El caso es que las últimas horas de mi día (ya bien entrada la madrugada, porque actualmente trabajo hasta tarde), lo único que hice fue tomar un baño y leer un mail que me desconcertó por completo porque era de alguien quien ha sido una persona importante en mi vida, pero que en su mensaje me expresaba una percepción errónea.

El caso es que luego de responderlo, me fui como si nada a dormir, y cuando me tocó cerrar los ojos en el mundo real, para viajar al país de los sueños, fue como llegar de pronto a vivir un día en la vida de una mujer que si era yo, pero, no sé como explicarlo.... Era algo así como si la existencia fuera una especie de película, o realidad alterna en la que se tiene la posibilidad de vivir una de las tantas opciones que tal vez en el mundo real no sucedería, pero que podría ser posible si hubiese tenido otras circunstancias o hubiese tomado otro tipo de decisiones.

Tal vez no me dé a entender muy bien que digamos, pero en este momento en que empiece a describir lo que soñé, para quien me lea, considero que será más claro.

En el sueño yo iba en una camioneta con un hombre que desconozco y jamás he visto. Al parecer era mi marido (WTF???)... Por su apariencia y por la forma en que íbamos en el vehículo a toda prisa, supongo que era como una especie de narcotraficante. No íbamos huyendo, pero en el instante que yo cobré conciencia de que yo misma era parte de esa realidad; en mi interior, había algo que me hacía saber que estábamos mal; no sé si una discusión o algo por el estilo, pero él se veía molesto y yo bastante incómoda.

Luego de transitar durante un buen rato por varias calles y avenidas de la ciudad, en un punto del camino, este hombre desconocido, se desviaba hacia la casa de mi abuelita (quien ya falleció); y al llegar ahí se estacionaba y me pedía que bajara del vehículo; pero lo sorprendente del sueño sucedió aquí, porque al bajar, en la parte de atrás de la camioneta (que era de doble cabina), había tres porta bebés con tres niños pequeños que eran mis hijos.

Yo me bajaba con los tres bebés que no supe si eran niños o niñas... Sólo recuerdo que entraba a casa de mi abuela, quien ya me estaba esperando y cuando descubría las mantitas de cada uno de los porta bebés, veía que los niños eran demasiado pequeñitos, casi, casi como si hubiesen sido prematuros.

Hacía mucho calor y yo como madre inexperta, al intentar secar el sudor de la carita de uno de los bebés, propiciaba que la toallita de papel se le adhiriera por completo al rostro y comenzaba a desesperarme porque sentía que se iba a asfixiar. En ese instante entraba mi abuela al rescate, quien tras pronunciar la frase: "Déjame a mi", aparte de darme a entender que ella se haría cargo del asunto, ponía en evidencia mi poca experiencia e inutilidad como mamá.


Los bebés eran hermosos e inspiraban tanta ternura... Así que pasado el incidente y tras ponerlos confortables, dentro del sueño mi abuela sacaba un biberón de cristal con una mamila extraña... Era algo así como un biberón de los que se usaban mucho tiempo atrás y por el tamaño del mismo, era evidente que se disponía a alimentar a los tres niños.

No sé si ahí desperté o es todo lo que recuerdo... A pesar de que fue un sueño sin coherencia lógica, sigue siendo un deseo no muy factible de realizarse para mi, el ser madre. Mientras que por otro lado, el hecho de que haya sido mi abuela quien haya estado ahí para ayudarme a cuidarlos, simplemente obedece a que hasta el día de hoy, ella para mi ha sido la mujer más sabia que he conocido, y seguramente si de verdad yo fuera mamá, sin importar el número de hijos, los consejos y su experiencia serían sin duda invaluables y de gran utilidad para mi.

No creo que haya mayor misterio respecto a eso que soñé... Si alguien me preguntara ahora, en este punto de mi vida: ¿si me gustaría ser madre?, la respuesta desde el fondo de mi alma sería un contundente "Sí", pero en circunstancias distintas a las del sueño y no precisamente con un marido al lado.

De verdad lo digo, es algo que por dentro me encantaría, que representa un sueño hermoso, pero que dadas las circunstancias actuales lo veo poco factible -y ya lo he dicho en otras ocasiones también- cada vez más lejano de mi vida.

A lo mejor es algo que está ahí, latente, pero no depende de mi... Yo en este momento digo no, pero sólo Dios sabe, y como dije al inicio, quise nada más escribirlo, porque los bebés, aunque pequeños eran hermosos; al igual que las sensaciones indescriptibles que provocaron en mi interior.

Alguna vez alguien me dijo que porque me exponía tanto al publicar en el blog cosas tan personales, y hoy al escribir sobre este sueño recordé esta pregunta y que yo no lo veo así. Este espacio virtual desde un inicio comenzó a conformarse con transcripciones de páginas de mi diario personal, el que llevaba en un cuaderno, en tinta y papel. Conforme pasó el tiempo se fue nutriendo de otras cosas que me interesaban: pero creo yo que después de tanto tiempo, llegó un punto en que entendí que al compartir las cosas que pienso y siento, incluso las que sueño, de alguna manera me pueden acercar a alguna otra persona a quien quizá le esté pasando lo mismo o simplemente se identifique con mi forma de percibir el mundo y eso es un regalo, tanto para ese alguien que no conozco, como para mi.

Es por eso que quise escribir esto... Hablar de lo que me pasa y siento es mi trabajo, aquí en este mundo, por si alguna mujer en circunstancias similares se identifica con mi sueño extraño e imposible, o simplemente imaginar a esos bebés tan pequeñitos le regala a quien me lea, una visión imaginaria plagada de ternura y de un sentimiento de infinito amor incondicional; entonces mis letras habrán tenido un propósito más valioso que el de compartir y entretener.

Gracias por esa visión tan hermosa, como lejana y gracias a quienes al leerme me permiten compartir un sueño.

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