Así, Ella...

Tenía siempre el cabello desórdenado y aún así se veía hermosa... Las pestañas de igual forma debido al cansancio... Muchas horas haciendo cosas, y de madrugada, ya en la cama, y tantas veces sin poder dormir, soñaba despierta.

Sus días estaban llenos de trabajo y esfuerzo... A veces los nervios y la emoción eran una extraña mezcla, en peculiar sincronicidad con la sinfonía del vacío en su estómago, cuando podía estar a deshoras, transcribiendo en una hoja, creando sonidos en una torna mesa tan sólo con su corazón y sus manos.

Un par de sombras, enmarcaban todavía más el color marrón de su mirada... Por la mañana se hacían tan evidentes que sobresalían de ella, pero era por causa de el tiempo que le faltaba para estar inmersa en todo lo que de verdad amaba, y no por sufrir de amores... Ese tipo de cosas para ella habían quedado ya mucho tiempo atrás.

Creo que eso era lo mejor que tenía, su intensa y apasionada manera de vivir la vida... Tantas veces me tocó atestiguar en silencio como se iba a dormir dando las últimas puntadas a sus deseos, bordados con suma delicadeza con el hilo de su futuro... Un futuro que aunque incierto era tal su convicción para crearlo, que así sin ser capaz de visualizarlo, era de las cosas que en silencio, me hacían amar y admirar todo lo que ella era, había sido y tenía el potencial de ser.