Días Buenos

Inicio de semana... De noche, escribiendo en la oscuridad casi frente al fuego.

Afuera la noche está fría, tal como debe de ser ya para estas fechas; y aunque el lunes ya casi termina, tenía ganas de sentarme un rato a escribir antes de ir a dormir porque hoy ha sido un muy lindo día.

Siempre escribo. En estos años recientes no tanto como quisiera, pero mis pensamientos y sentimientos siempre han quedado materializados a través de las letras, y con mayor razón tras un día como este.

No pasó nada relevante este lunes, pero para mi fue como una celebración y algo que quiero agradecer antes de irme a meter debajo de las cobijas. Hoy me sentí muy contenta porque no fui a trabajar, y ese es el primer motivo que tengo para agradecer, que en este 2020, en medio de la pandemia y que ha sido un año por demás difícil, a mi se me permitió crear mi propio trabajo y con ello poder tener la autonomía para decidir cuando trabajar y cuando no.

Ese es un tema que tengo pendiente de compartir, y es el principal motivo que sumado a otras cosas que han pasado en los últimos tres meses que representan la recta final del año, me hicieron caer en la cuenta desde hace varios días atrás (en esos momentos en que voy sola, manejando de regreso a casa), de que mi tranquilidad y felicidad es la suma de varias cosas que se han conjuntado en una etapa por demás difícil para la gran mayoría de las personas y es la razón que esta noche me tiene aquí escribiendo, porque quiero que en una hoja quede escrito todo lo que en este punto de mi vida tengo que agradecer.

Como dije al principio, hoy no trabajé, pero el día se me fue en un suspiro porque salí a la calle con mi madre, que en días pasados no estuvo muy bien de salud, (y hoy ya se sintió mucho mejor); y fue ella quien me acompañó a llevar a Roque con el veterinario. Desde hace días estaba yo preocupada por él porque este año tuvo una cirugía delicada para extirparle un tumor canceroso venéreo (es la segunda vez ya que le gana la batalla a esa enfermedad), y desde hace días yo le veía un bulto extraño, que gracias a Dios hoy me confirmó el veterinario no es nada relacionado con eso y eso ¡me puso muy feliz!

Más allá de esa gran noticia que me quitó un gran peso de encima, me tiene muy contenta tener la bendición de tener a mi madre todavía y que este trabajo que yo misma me he esforzado por generar y preservar, me permite tener tiempo para poder convivir con ella y con mi gente cercana sin prisa, y que me ha dado estabilidad y tranquilidad en cuestión material.

Eso es lo más valioso para mi. No necesito más, ni de tantas cosas... Es sorprendente y al mismo tiempo una certeza el mirar desde afuera mi vida y darme cuenta que en medio de un panorama tan desolador como ha sido para tantas personas en este año, para mi ha sido uno de los mejores años de mi vida en todos los aspectos.

Agradezco tanto por todo, por la salud, el trabajo, mis amados animales de compañía, que están bien, por los días en que me río, cuando comemos muy muy rico (como hoy y durante el fin de semana), por las cosas que me inspiran en los libros, las películas, y aún en esta contingencia a través del teatro... Por mis amigas, por los clientes que me han dado la confianza absoluta y ciega (eso para mi es ¡wow!...); por esos largos trayectos en el auto pensando en mil cosas que me hacen sonreír, por las charlas, por la calidez de mi habitación, ¡Porque he vuelto a estudiar!; porque tengo todo lo necesario para vivir y continuar mi camino.

No hay día en que no quiera escribir sobre todo eso, pero desde hace algunos años he aprendido también que hay momentos y días que es mejor vivirlos que escribir sobre ellos...

Eso es respecto a lo material... Lo de diario, lo de afuera... En el plano introspectivo he tenido sueños muy lindos... Extraños, pero lindos... De esos que te hacen despertar a las 4 de la madrugada con una sonrisa en el rostro y que te dejan pensando durante todo el día.

No sé si sea consecuencia de que estoy bien. Me siento tranquila, y no quiero pensar más allá de eso...

Más allá de si me lo merezco o no; soy una mujer muy afortunada. Así que ¡Mil gracias por todo!, pero sobre todo: ¡Mil gracias por hoy!

Buen inicio de semana.   

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