Quien detrás de Las Páginas Sueltas y de Colores...

Faltan 13 días exactos para que termine el 2013 y aunque este es un post que quería escribir desde hace tiempo, viendo las poquitas Páginas Sueltas que quedan en blanco y ya casi para cerrar este cuaderno de diario, me doy cuenta que no obstante que ha sido un año por demás difícil en todos los sentidos, también ha sido de mucho aprendizaje.

Yo siempre tengo algo que decir en letras, pero si tuviera que resumir todo cuanto ha pasado a lo largo de estos meses, como si fuera la historia de quien está detrás de Las Páginas Sueltas y de Colores, diría que Martha es una mujer que jamás se imaginó sería como es ahora, porque aunque ha vivido un montón de cosas es apenas hasta hoy que ha empezado a conocerse realmente y aceptarse tal y como es.

Escribiendo desde la banca de un parque en un día frío, y luego de poco más de tres años en que todos los cambios a nivel personal, laboral y emocional han sido parte de un proceso gradual, diría que en resumen mi camino es cada vez más incierto, pero no por ello dejo de reconocer que he sido alguien que a lo largo de su vida ha recibido también demasiadas bendiciones.

Sé lo que quiero, sé lo que soy, tengo cada vez más claro lo que vine a hacer en este mundo y tengo la ventaja también de que espiritualmente he encontrado mi camino (no en el sentido de haber llegado a una meta o destino), sino de haber logrado una paz interior... y que de verdad, de verdad agradezco, puesto que esa ha sido mi más grande tabla de salvación en esta etapa tan adversa de mi vida.

No voy a hacer una alegoría de mis conflictos e inquietudes, pero este año la vida ha hecho una "depuración" muy cañona en todos los aspectos de mi vida y me ha dejado frente al espejo únicamente con el reflejo de todo lo que soy y lo que llevo dentro (bueno y malo).

Soy mujer, soy un ser humano demasiado frágil y sensible y yo agradezco infinitamente eso, porque es ahí donde se encuentra la esencia de esta pasión por escribir y que es la principal herramienta que me concedió Dios para poder regalarle un poquito de mi a las demás personas (sin importar si están o no cerca de mi).

No soy perfecta, pero sé que soy una buena persona que tiene muchas cosas para compartir no sólo en este espacio, y aunque a veces me equivoco y mis propios miedos me hacen sentir que camino a ciegas sobre una vía que no tengo ni la menor idea de hacia donde me lleve, yo quiero confiar.

En este último tiempo he pensado mucho en que tengo muchas ganas de lograr una estabilidad económica para poder disfrutar más de la vida y las cosas simples.

Tengo tantas ganas de escribir cosas, de jugar a imaginar, de compartir páginas de diario, de viajar y pasar algunos días desconectada por completo de todo y en silencio... Un elemento que busco últimamente y que disfruto demasiado.

Sé que vine a contar historias y a regalar quizá un poco de luz por medio de las letras... Lo que no sé es aún como canalizarlo, porque yo no tengo la capacidad para visualizar de la misma forma que Dios, el plan de vida que Él ya tiene diseñado para mi.

Yo sólo sé que voy caminando, pero el miedo a veces me lleva a soltarme de su mano; pero sabe que a pesar de eso yo siempre lo busco y además de mi misión de vida, después de haber experimentado el sentimiento más hermoso que a un ser humano se le puede regalar, ahora le pido que si está en mi camino me de la posibilidad de realizar un sueño, de apostar todo por estar ya con alguien sin tener miedo.

...Miedo: una simple palabra que a veces me paraliza y me entristece. Trato de evadirla con todo y su presencia tan sombría y quisiera siempre tener la capacidad para saber que a pesar de todo eso tú estás ahí y me ayudas a iluminarlo todo con fe.

Hoy estoy aquí, y soy todo lo que ves, todo lo que me gusta y lo que me disgusta. A pesar de que en este momento no tengo nada y mi vida está por completo de cabeza, me siento viva y con ganas de no desperdiciar ya más el tiempo.  

En la antesala del 2014, Martha es una chava que de niña jamás imaginó sería como es ahora, y toda esa película que se imaginaba para ella misma, para nada coincidió con el plan que Dios tenía preparado para ella... De hecho creo que fue ¡mucho mejor! 

Hoy quiero agradecer por eso y en esas charlas al final del día que Él y yo siempre tenemos, me gustaría decirle: tengo muchas ganas de reencontrarme otra vez contigo. Tal como sucedió aquella noche de invierno (de hace como 7 años), luego de que terminó aquel congreso y yo regresé a casa manejando y hablando feliz contigo. 

Ha pasado mucho desde entonces, pero yo lo sigo recordando como uno de los mejores días de mi vida, y aunque mi credo y mi espiritualidad son cada vez menos ortodoxos, sé que sigues ahí...

Eso es lo que hay y está detrás de la persona que escribe en este espacio y quien a pesar de su propia fragilidad y defectos siempre tratará de regalarte a ti que lees: una sonrisa, un pensamiento, alguna reflexión o emoción hermosa para guardar en el alma... Ojalá que lo logre, puesto que mis letras (y más durante los días en que el futuro se ve tan incierto), siempre van a necesitar de ti.

Gracias por todo este tiempo acompáñandonos... Por estar ahí.