Día de Lluvia


Jueves 22 de Diciembre, 2016.

Esta página la comencé a escribir hace como una semana, (creo que el día 15 para ser precisos), pero durante varios días, a pesar de que tenía muchas ganas de escribir, no encontré ni el momento idóneo ni tampoco la inspiración para hacerlo.

Desde la última vez que me senté frente a la computadora para tomarme el tiempo que destino para escuchar mi interior y dialogar conmigo misma a través de las letras en esta bitácora secreta, (que hace algunos años era demasiado oscura); han pasado muchos días, que para mi sentir, es como si hubieran sido una eternidad.

Ahora que lo menciono, hablando un poco de esa etapa cuando empecé a escribir en este diario virtual, las cosas han ido cambiando, y conforme he ido madurando, se ha convertido más bien en un espacio donde me gusta expresar todos esos pensamientos y emociones tan personales que no comparto tan fácilmente, y también de alguna manera es el refugio donde puedo escribir para platicar de todas mis cosas con Dios.

Hoy no es tan tarde y por eso quise aprovechar este respiro, luego de tantos días tan pesados (laboralmente hablando), para contar todo lo que ha pasado conmigo.

Es curioso, que a pesar de que este texto lo estoy redactando desde el confort calientito de mi cama, de pronto tuve ganas de escribir en papel.

Hace mucho que no lo hago, pero bueno, ya habrá oportunidad de eso más adelante. Tal vez cuando encuentre un cuaderno bonito que me "llame" (por decirlo de alguna manera), y reavive ese deseo de plasmar en físico mis pensamientos y emociones... Aunque siendo sincera, el tiempo últimamente me come y sería un tanto más difícil... Por eso, en ese sentido muchas veces encuentro más práctico desfogar todo lo que por lo regular pienso y no digo aquí.

A escasos días de terminar el 2016 muchas cosas han pasado y otras siguen en apariencia como siempre. Una vez más este fue un año muy difícil económicamente hablando, sigo trabajando en la promotoría de una marca muy importante de tarjetas de felicitación, tengo casi un año ya en eso, y a esa actividad se sumó un empleo extra como chofer de UBER.

No es el trabajo ideal, ni tampoco algo que me apasione, pero yo misma me sorprendo porque tampoco me disgusta, disfruto el contacto con la gente y me siento agradecida por tener empleo en una etapa en que mucha gente lleva tanto tiempo sin poder conseguir alguno. Me llama mucho la atención también que hace poco caí en la cuenta de que todas y cada una de las actividades que he realizado dentro de la promotoría y también en los trabajos que he tenido y que no se relacionan con los medios de comunicación, de alguna manera me han ido preparando para esto que realizo hoy.

En el plano personal las cosas no son muy distintas. Sigo sin pareja y aunque por dentro me siento tranquila y tal vez más estable y a gusto con lo que soy, esa parte de mi vida, lleva muchos años en que siempre se mantiene tan incierta.

Hace mucho tiempo que dejé de estar enamorada, y aunque no niego que hay momentos en que uno de mis más grandes deseos en este momento de mi vida sería encontrar una pareja estable y perfectamente compatible conmigo; en contraposición hay otros instantes en que pienso que tal vez no es parte de mi plan de vida, que tal vez en otra dimensión o espacio yo misma elegí transitar este camino sola (sin hijos y sin pareja), para intentar evolucionar o avanzar en mi propio crecimiento interior...

Sólo Dios sabe si eso que pienso será cierto o no... Yo lo desconozco... Como lo comento son cosas que pienso y que de alguna forma me encantaría que la vida me brindara la certeza y la claridad necesarias para poder interpretar si es o no así.

En estos últimos días he valorado aún más las cosas que tengo, mi vida tan sencilla y que aún en medio de dificultades como las que afronta cada ser humano, me hace sentir gratitud hacia todo lo bueno que me ha dado la vida, incluyendo el apoyo de mi familia y de mis contados amigos que de alguna forma siempre están ahí.

No sé si sea normal que a mis cuartenta y un años no tenga aún ni la menor idea de que cosa quiero hacer con mi vida... Hay sueños y algunos miedos... Esos Dios los conoce incluso mejor que yo, y trato de ponerlos en sus manos para evitar que me ensombrezcan y propicien que un halo negativo me domine; pero a pesar de que no sueño ni anhelo grandes cosas, si tengo muy claro que mi pasión es escribir, y transmitir mis sentimientos más honestos a través del blog.

En estos días, a pesar de que por cuestión de trabajo salgo muy temprano de mi casa y muchas veces regreso hasta otro día, he tenido muchos deseos de hacer cosas, grabar audios, leer libros y compartirlos en audio (como en etapas pasadas de mi blog). No lo he hecho aún, porque lo que visualizo es mucho más elaborado que en ese entonces, y sé que si lo concreto, será mucho más útil para quien llegue hasta mi espacio y se encuentre con ese tipo de proyecto. Eso lo tengo muy visualizado. 

Hace unos días también se me ocurrió una idea genial para hacer algo gráfico para el día de mi cumpleaños, una especie de auto regalo especial y original para mi misma, en el que de alguna manera se refleje todo lo que soy, todo lo que amo y me apasiona, porque siempre lo hice para otras personas, pero ¿por qué nunca para mi?

Por otro lado, en los momentos en que los recuerdos del pasado de alguna forma me ensombrecen (de manera momentánea), siempre pienso también en que tal vez lo que extraño es la dulzura y la magia de compartir con alguien que de alguna manera me entienda y posea una sensibilidad similar a la mía... Hoy de camino a casa pensaba en que eso es lo que extraño de una persona que fue una pieza angular en mi pasado, pero que desde hace poco más de dos años dejó de formar parte de mi presente.

No sé que me espera, pero uno siempre trata de apostar porque en los tiempos venideros la vida nos regale cosas lindas y tal vez oportunidades especiales... En esta etapa reciente y viendo todo cuanto ha cambiado mi vida, yo simplemente agradezco la posibilidad de estar sana, de estar viva y que eso propicie que pueda seguir trabajando y esforzándome para alcanzar las cosas que quiero y sueño.

Hay días muy normales en que el cansancio acaba con mi ánimo, pero hay otros en que sin que haya un motivo aparente la esperanza anida en mi alma y me voy a la cama soñando despierta con la posibilidad de trabajar duro para materializar los sueños recientes, convertir en una fecha concreta ese viaje al lado de mi madre a un estado de la república que me llama y áun no conozco, y más lindo aún... Cierro los ojos y visualizo que si de verdad existe el amor para mi, tal vez en este instante en que yo escribo esto, esa persona se encuentra trabajando duro también, terminando su jornada, tal vez estudiando, luchando día a día no tanto para ser alguien importante, sino para alcanzar sus metas de vida, ayudar y convertirse en una mejor persona.

Cuando pienso en eso, algo en mi interior me da fuerza, y me hace reflexionar en que también yo debo preparar mi vida para recibir a ese alguien... ¿Faltará mucho para que eso suceda?... No lo sé... Ni siquiera sé si ese alguien existe o si como dije al inicio de este escrito, si ese aspecto sea algo que se encuentre contemplado en mi misión de vida, pero la sola idea de imaginarlo, de soñar despierta me hace inmensamente feliz.

En estos lapsos de silencio y más en concreto en estos últimos días a raíz de muchas cosas que he visto, escuchado y leído en mis pocos ratos libres, me he dado cuenta que todo cuanto he vivido ha sido una escuela, un proceso, cada etapa me ha ido preparando para ir afrontando el momento presente, sin que necesariamente conozca cuál es mi destino o el punto al que debo llegar.

Desde hoy en la tarde, anhelaba que llegara este momento a solas y en casa, porque de mi interior surgió también la idea para un ejercicio un tanto introspectivo que tal vez propicie que esta noche escriba dos veces en este espacio... La primera (que es esta), para contar en general lo que ha pasado en estos días recientes; mientras que la segunda tal vez será mucho más privada para exponer y conversar con Dios sobre los miedos y las cosas que me preocupan en esta etapa de mi vida, como una manera de afrontar esa parte vulnerable de mi y de alguna manera restarle la fuerza que ejercen sobre mi.

Hoy fue un jueves lluvioso, no hubo tanto trabajo y aunque terminé un poco tarde, regresé a casa escuchando un podcast muy inspirador sobre la vida de un personaje público a quien admiro cada vez más no sólo por lo que representa como artista, sino porque a lo largo del tiempo y conforme ha ido evolucionando me hace descubrirlo como un gran ser de luz... Esas personas existen, y aunque contadas iluminan el camino para muchos de nosotros que somos tan normales, de alguna manera a mi me encantaría desde mi espacio y desde mi sencilla labor a través de un espacio virtual, poder servir a la gente que se cruce en mi camino (independientemente de si nos conocemos o no)... 

Creo que en este punto de mi vida eso es lo más importante... Ya no lo es tanto mi carrera (de la que aprendí tanto y que me dio grandes satisfacciones). Cada vez estoy más convencida de que el objetivo hoy es muy distinto a ese entonces, y cada día es un reto tratar de poner en práctica lo que se va aprendiendo sobre la marcha... Esa es la premisa del momento presente. Soy una mujer normal y de lo más simple que de alguna manera ha entendido eso, y a pesar de que desconoce por completo hacia donde va, no deja de agradecer por todo lo que lleva en el alma, lo que hay, y quienes están de verdad en este instante a su alrededor.

Hay mucho por decir, tanto por contar, pero ya habrá tiempo y lugar.

Gracias por este día de lluvia.

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