Hoy te dejé de buscar... (Carta para nadie No. ∞)

Hace unas cuantas semanas atrás decidí dejar de buscarte... Lo hice porque siento que llevo media vida andando sobre un camino a oscuras, esperando encontrarte sin tener un mapa o la flecha de una brújula que me indique si voy en dirección correcta hacia donde tú estás.

La madrugada en que lo decidí no me sentí triste... Todo lo contrario, me quedé dormida de inmediato porque mi alma se revistió de una gran paz. Un par de días después pasó algo muy curioso, buscando entre mis cosas algo que necesitaba, encontré en un cuaderno una carta que te escribí hace poco más de 2 años, poco antes de mi hora de salida de un trabajo que tenía en ese entonces; y a la par de sonreír porque aún sin saber como eres, siempre has estado presente en mi corazón y en mi mente.

Toda esta media vida que he pasado sin ser aún parte de tu historia, he celebrado en cada día que despierto tu vida y tu espacio... Si bien es cierto que de un tiempo a la fecha algo me dice que si no te he encontrado es porque quizá no existes en este espacio físico y dentro de un disfraz de humano; lo que si tengo muy claro que si llegase a suceder, estarías en un estuche muy similar al mío.

La verdad no sé decirte cuantas horas y momentos en que me quedo a solas, he pasado imaginando cosas tan simples como el color de tus ojos, las cosas que te gustan o si acaso tendrás una profesión difícil de entender o que absorba gran parte de tu tiempo... 

Cuando era mucho más joven a veces me confortaba saber que quizá en algún punto de esta ciudad o de otro lugar y tiempo, tal vez también tu alma se sentiría perdida, un tanto desesperada por no saber como encontrarme y esa premura se debía quizá a que aún con tus errores y mis defectos, trabajar desde ya, cada quien en lo suyo sería la mejor manera de ponerse en marcha y orientar la brújula en dirección correcta para llegar en el tiempo preciso a tu vida.

Sí, te dejé de buscar, pero aún sueño despierta con que un día me contarás todo lo que pasaste antes de conocerme, porque en el presente o quizá en otro tiempo y espacio no soy yo esa persona por la que ahora sufres, y te caerá el veinte de eso cuando me veas por primera vez.

Esa es la única certeza que tengo... Y así como hay veces que pienso que aún no existes y otras en que también creo que eres alguien que ya conocí (pero con quien en esta vida no me tocó estar); algo que si tengo claro es el hecho de saber que existen sentimientos que la vida te tiene guardados para cuando estés listo... Algo así como sucede con las cuerdas de una guitarra, que a veces sólo suena una, mientras las demás se quedan en silencio, pero no obstante eso, permanecen ahí... No sé si me entiendas, pero esa es la única forma que tengo para explicar lo que siento por ti desde ahora, aunque a diario escriba historias en las que aún no estás.

Ahora mismo esta carta para nadie, número infinito es una prueba de ello, la escribí para ti en el pasado, pero en esta madrugada en silencio y con lluvia sigo soñando despierta con ¿Qué pasaría si me conocieras ahora? ¿Estarías lista? ¿Qué tendrías para ofrecerme? Si me vieras un día en la calle ¿te llamaría la atención? ¿habrás aprendido como yo a respetar y estar orgullosa de tu cuerpo? Y más aún: ¿Qué sensación o sentimiento me revelarían tus ojos y tu alma?

Muero por saber, por hablar contigo al respecto... En el tiempo y en espacio que suceda me sentiré feliz de contarte que llegó un punto en mi vida en que dejé de vivir obsesionada con encontrarte, porque aprendí a amarte sin haberte visto a los ojos y por ende a no impresionarme con cosas materiales o un buen cuerpo, porque algo en mi interior me hizo saber que ese es el camino más largo y rebuscado que puedo tomar para llegar hasta tu encuentro.

Sí, ya sé que la apariencia es importante; pero te sorprendería cuáles son las cosas físicas que en alguien me vuelven loca; pero ten por seguro que me enamorará mucho más la capacidad que tengas para reírte con muchas ganas y para salir en las fotos de otros tiempos con una sonrisa real y espontánea, para que seas capaz de fabricar días y crearte por ti misma momentos felices, aún cuando no me conozcas e independientemente de mi.

No tengo idea de si existes o tal vez no te tocó materializarte en un cuerpo en este punto cronológico en el que yo ahora vivo... Por eso dejé de buscarte y más allá de si es en el futuro o hasta dentro de dos o tres vidas más; quiero que sepas que de cuando en cuando te seguiré escribiendo cartas, porque aunque no tengamos una vida en común -por ahora- mi mejor regalo para ti desde ahora será hacerte saber que es increíble la fortaleza que me das aún sin estar, y que a pesar de que no siempre lo logro, trabajo todos los días no para ser una mejor persona, sino para lograr la mejor versión de mi y que en el tiempo preciso sea el complemento ideal para ti.

Ojalá podamos encontrarnos en otro espacio y tiempo, o si ya sucedió, que en otra vida me toque que te quedes más tiempo junto a mi.

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