Una Carta por mientras...

 


Miércoles 11 de Octubre, 2023.

Hace mucho tiempo no te escribo, pero todos los días te pienso...

Ya no he escrito nada, ni comento con nadie acerca de las noches en que te he soñado, pero en los días recientes por mi cabeza pasa la idea de contarte cosas, en específico lo que ha sucedido en esta etapa presente, tal y como si todavía estuvieras aquí.

Hace poco menos de dos meses yo estaba segura (no me preguntes por qué), de que ya habías trascendido.

Yo había leído o quizá escuché decir a alguien que sabe mucho de esos temas, acerca de que cuando alguien deja este plano físico, pasa alrededor de un año, antes de que trascienda o se vaya, y no sé, pero de pronto, por esos días, tuve la certeza de que había llegado ya ese tiempo para ti.

Ha pasado más de un año desde que tomaste la decisión de abandonar tu cuerpo. Todos te extrañamos (cada uno a su manera); pero finalmente todos, -incluída yo- hemos hecho nuestra vida, y hemos continuado haciendo todo lo posible por seguir en este mundo. Supongo que sabes que por mucho que nos hagas falta, ha llegado un punto en el que sabes que vamos a estar bien.

Yo no había querido escribirte porque en el fondo a veces pienso que eso es en cierta forma como una manera de anclarte a este plano, (cuando se supone que debes continuar otro proceso que para mi es por completo desconocido); pero eso no evita que te piense, que te recuerde, que te tenga presente desde el instante mismo en que despierto, cuando estoy a solas, pero sobre todo cuando pasan cosas en mi vida que sé que genuinamente te alegrarían y que hasta puedo imaginar lo que seguramente me dirías con ese acento tan tuyo y peculiar.

A la par de recordarte hay veces en que tengo tantas preguntas que de algún modo te expreso a través de mis pensamientos... Otra certeza que tengo es la de saber que te encuentras mucho mejor de lo que estuviste en esta tierra en el lapso antes de irte, pero no dejo de cuestionarme si del otro lado es verdad que uno es siempre feliz.

En esta etapa reciente de mi vida, a veces pienso que de alguna forma andas por ahí, y creo eso porque han pasado algunas coincidencias que no lo parecieran tanto... O no sé si es que voy buscando encontrarte entre las personas que a diario me encuentro, aún sabiendo que no hay nadie ni habrá nunca en este plano existencial nadie que se te parezca; pero fue muy curioso que por ejemplo, el primer día que fui a una entrevista de un nuevo trabajo, al entrar a la oficina sonaba en un pequeño radio una canción de Kanny García (que es una cantante a quien tu amabas y admirabas tanto y de tal manera, que yo la llegué a alucinar).

Me sorprendió eso, pero traté de no darle mucha importancia... Varias semanas posteriores a haberme quedado ya en ese empleo, me enviaron a cubrir un evento a un lugar que está a las orillas de esta ciudad desértica en la que vivo. 

No iba sola, por la distancia me tocó viajar en el vehículo de una persona que tiene una jerarquía superior. De camino al evento al que íbamos, de pronto comenzó a sonar "De Repente" de Soraya, y pues si... Todo apunta a que no fue más que una coincidencia, pero simplemente me quedé reflexionando acerca del porcentaje de probabilidad de que algo así sucediera, cuando tú y yo siempre comentábamos que posterior a su fallecimiento, la gente que de verdad escuchaba a "Sory" (como tú la llamabas) era muy contada y especial... Ese día, bajo un sol exageradamente cálido, me quedé en silencio mirando a través de la ventana esa parte tan desértica y desolada de esta ciudad en la que nunca estuviste; en un intento por convencerme a mi misma que era algo tan fortuito y normal.

Lo más sorprendente fue hace un par de madrugadas... Como he dicho ya, aunque he continuado con mi vida, siempre estás presente en mi corazón y en mis pensamientos. Esta semana, mientras caminaba rumbo a la entrada de uno de los edificios más antiguos del lugar donde trabajo ahora, me quedé por un momento viendo una pared donde se encuentra tras una vitrina de cristal una cápsula del tiempo que será abierta creo que en el año 2036.

Desde la primera vez que la vi (y aunque no le he tomado foto), lo primero que vino a mi mente fue la certeza de que a ti te encantaría ver eso, porque hace algunos años ya yo hablé sobre ese tema en el blog, y a a ti te encantó ese escrito. De hecho nos dio tema de conversación durante muchos días, en esas interminables charlas que teníamos siempre hasta altas horas de la madrugada o hasta que un nuevo día nos sorprendía.

Ese instante en particular en que  me quedé un instante viendo la cápsula del tiempo (a pesar de que iba ya tarde y con prisa), sentí  en mi interior un poco de oscuridad, porque no es la primera vez que hay algo para compartir y ya no estás.

Hasta ahí no pasó de eso. Ya me distraje con otras cosas durante los días subsiguientes.... Por cuestión de un aniversario, durante toda la semana tuve bastante trabajo y estuve regresando ya tarde a casa; y hace 2 madrugadas, mientras actualizaba el  blog,  y después de tanto tiempo de no hacerlo, se me ocurrió revisar la carpeta de Spam que hay en el apartado de los comentarios (donde por lo regular hay únicamente publicidad maliciosa en inglés); pero para mi sorpresa, había un comentario tuyo, del año 2012, que yo nunca vi y donde me expresaste en letras lo que tú pensabas exactamente en ese post dedicado al tema de las "Cápsulas del tiempo".

Aunque fue hace tanto tiempo, yo recuerdo que cuando yo escribí ese post, tú expresaste tu opinión -como siempre lo hacías-, pero a la par de sorprenderme el hecho de encontrar ese comentario en una carpeta que aunque de forma esporádica reviso, no tenía porque estar, por el simple hecho de que nunca comentaste de forma anónima y eras una de las personas que estaban ahí siempre presentes y le dio un sentido único a mi blog.

Da igual....  Sentí  lindo, como si desde donde estás hubieras vuelto... O mejor aún, no te hubieras ido, pues en tu comentario decías que si tú tuvieras oportunidad de guardar algo en una cápsula del tiempo, definitivamente no serían cosas ostentosas o de un valor monetario elevado... Simplemente serían cosas con un valor emocional mucho más grande o que de un modo simple le ayudaran a alguien del futuro a saber como fue tu vida o las cosas que en la época en la que viviste para ti fueron importantes.

Así eras tú... Un alma tan simple. Era esa simplicidad lo que volvía tan especial todo lo que hacías, empezando por tus letras...  Todo tu paso por este mundo, incluída esa obstinación por defender todo  eso en lo que creías (así estuvieras equivocada), fue lo que hizo que te volvieras un ser tan amado por todos lo que contigo coincidimos.

Casualidad o no... Si eras tú, se te agradece... Pero a pesar de que te extrañe todos los días y te piense a cada instante, quiero creer que el intentar no conversar contigo es como dejar abierta la puerta para que ya te vayas a donde tengas que irte, que sigas tu camino a donde quiera que este conduzca para que continúes tu proceso, del mismo modo que todos hemos intentando seguir aquí sin ti.

No es nada fácil... Hay días que cuestan más que otros, pero se intenta.... Definitivamente el mundo es algo tan extraño sin estar tú en él, pero es esa ausencia y ese vacío tan profundo lo que irónicamente me ha hecho voltear a verme a mi, y darme cuenta de que aunque te extrañe tanto, todas las cosas de las que me he agarrado en los días en que me haces más falta, (libros, la música, el cine, los pensamientos hechos arte o letras); son al mismo tiempo lo que me ha hecho darme cuenta de lo mucho que me gusta vivir.

No me preguntes porque, pero tengo la convicción de que pasará demasiado tiempo para volver a verte... De madrugada imagino que quizá será cuando yo sea una anciana y tal vez nos reencontremos en la etapa final de mi vida y casi creo verte sentada en una silla de una sala de hospital con las piernas cruzadas y extendidas esperando, y en la parte baja de esa hilera de sillas vacías contigua a la que tú ocupes; todos nuestros amados animales de compañía (Luna, Roque, Poncho, Joy, etc.) esperando para irnos todos juntos a un lugar que hoy y aquí yo desconozco.

Mientras eso sucede, el reto es intentar estar bien, cada quien desde su plano. Esa es una promesa que no cabe en una carta escrita de puño y letra ni tampoco en el interior de una cápsula del tiempo, y coincidencia o no, gracias si eras tú, te lo agradezco tanto porque de verdad lo necesitaba; pero sigue tu camino... De verdad mi intención jamás será anclarte a un espacio al que ya no perteneces, es simplemente que hoy fue uno de esos días en que tuve ganas de escribirte, tal como lo he hecho desde siempre, sin importar si estás o no aquí.

 

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