Conversaciones Imaginarias...


Amaba estar sola, pero también percibir la calidez de él a través de algo tan simple como un abrazo.
Aquella mañana fría en la playa, llegar y envolverla por sorpresa entre sus brazos, era la señal de que a pesar de que respetaba su espacio y sus silencios, quería estar junto a ella y ser parte de cada cosa especial e importante que formara parte de su mundo.

Ella sintió además del beso más tierno que alguien imprimió alguna vez en una de sus mejillas, una respiración tan llena de paz que se quedó a reposar encima de uno de sus hombros y no pudo resistir las ganas de volverse para decirle todo sin necesidad de palabras, con una gran sonrisa y una hermosa mirada que además de derretirlo, sin esfuerzo alguno él supo entender.

- ¿Sabías que eres el hombre más dulce y tierno del mundo?-
- Yo sólo soy un reflejo de lo que veo en ti...-

Ella cerró los ojos y se reclinó en él... No supo cuanto tiempo pasó, ni en que momento terminó su estadía en esa playa imaginaria en el mundo irreal... Cuando despertó una vez más estaba sola, pero  le agradeció a Dios porque a pesar de que aún no lo conocía a él y ni siquiera tenía idea de donde podía estar, era hermoso tener ya dentro de su corazón un sentimiento tan grande y especial que en algún espacio y tiempo tal vez sería para él...

Comentarios

Anónimo dijo…
Que bonito

recuerdo aquellos viejos tiempos cuando tenia un espacio sin ocupar en mi corazoncillo... no, la verdad no

Saludos!!
Que romántico y a la vez nostálgico, a veces es de esa combinación salen textos tan dulces como estos.

No importa si es en una playa, el lugar es lo de menos, lo importante es que suceda y yo sé que va a suceder

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