Pensamientos de Mitad de Semana
He pasado muchos días y semanas enteras involucrándome de lleno y totalmente enfocada a adaptarme lo más pronto posible a todos los cambios que se han presentado.
Físicamente han sido días muy agotadores (primero por la mudanza de la oficina y luego porque mi madre tuvo la genial “ocurrencia” de instalar el piso de la cocina de mi casa), con todo el relajo, el “tiradero” y luego la reorganización que eso conlleva…
Hoy pensaba en todas las actividades y cosas que han pasado y he vivido de un fin de semana a otro, y además de sentir como el tiempo pasa ante mi con una velocidad impresionante, me doy cuenta que en realidad las horas a veces no me alcanzan para realizar todo lo que necesito y quiero hacer; mientras que por otro lado, me pregunto ¿por qué precisamente todos estos cambios parecen estarse dando todos juntos y en un mismo momento?
Esta semana, se cumplieron los primeros 14 días desde que en el trabajo nos cambiamos de oficina. Cambiaron de modo radical las circunstancias: sigo con trabajo, pero el esquema de la empresa ha cambiado muchísimo, varios de mis compañeros ya no están, y es curioso que ahora el día se me va manejando de ida y vuelta por una carretera larga, larga y de alta velocidad, que en el lapso de tiempo que dura mi desplazamiento, propicia que sea inevitable reflexionar y pensar (a veces con nostalgia) en mil cosas mientras viajo en silencio y sola. A parte de que se siente rarísimo, después de 9 años, trabajar ahora adentro de una casa –y por lo pronto- teniendo solamente a una sola persona ocupando la computadora de al lado.
La agencia de publicidad todavía está en “Metamorfosis”… Hay trabajo, pero todavía como que el nuevo sistema bajo el cual trabajaremos no está del todo bien definido y aunque como adelanto se supone que voy a poder ganar un poquito más (cosa que me caería de perlas), todo parece indicar que por el momento no se va a editar la revista que era el proyecto principal en el que yo trabajaba: Fíjate Bien!, pero viene mucho trabajo de agencia, de la otra revista de bodas que editamos, lo cual en apariencia propiciará un mayor beneficio económico por mi trabajo, ayuda para gasolina, -por mencionar sólo algunas de las cosas que mi jefa ha comentado conmigo de modo informal-, pero la propuesta ya concreta, espero poder comentarla ya con ella la próxima semana y ojalá sea algo mejor… porque de verdad ¡me urgeee!!!!
Por otro lado también está lo de la mudanza con mi amiga Diana a la casa nueva… Eso me tiene ilusionada, pero al mismo tiempo me presiona, porque en este momento lo económico aún me limita. Mi esperanza es que el nuevo esquema de trabajo bajo el cual voy a estar en la agencia, reditúe de manera que pueda ya hacer planes y establecer objetivos a corto plazo para poder mudarnos (si Dios quiere) a más tardar en verano de este año. Necesito hablar con Diana, para ver como nos organizamos.
También, algo que se me había pasado comentar, es que por fin entré al coro de la iglesia. El Sábado pasado fue mi segundo ensayo, y también me tocó ya la primer misa de 8 de la mañana… Y pues bueno, eso me tiene contenta, me falta muchísimo por aprender para poder tocar al nivel que tocan todas las personas que integran ya el coro desde hace tiempo, pero prometo echarle muchas ganas, estudiar lo más que pueda, porque en verdad quiero aprender.
Por otro lado, he estado bien “anímicamente hablando”, sigue ahí el vacío, pero aunque hay momentos del día en que es inevitable experimentar tristeza, puedo decir que esta ya no es tan intensa como antes, pero no se va del todo.. Quizá eso sea bueno, pero todos los días me pregunto: ¿Qué pasará más adelante?
Trato de evitar los pensamientos negativos, y me cuido mucho de manifestar algo que no quiero que suceda… Pero bueno, no soy yo, no depende de mí. Sólo Dios sabe, y pienso que si como por ejemplo, Dios quiere que en este momento de mi vida yo sea una mujer libre y no tenga ningún tipo de compromiso, debo aprovechar eso, para por ejemplo: intentar otra vez aprender a tocar un instrumento para quizá en un futuro no muy lejano, todo eso que aprenda, yo pueda compartirlo y le sirva a otra persona.
Del mismo modo, por eso, y aunque yo insista e insista y haya permanecido mucho tiempo con la misma idea en la mente y el mismo sentimiento en el corazón, tal vez mi situación no cambia ni la situación se resuelve por el simple hecho de que no está dentro del plan divino, que se realice lo que yo tanto deseo, porque tal vez no es el momento ni eso que pido ahora es lo más adecuado para mi… No lo sé…
Lo confieso, cuando veo lo rápido que transcurren los días y la distancia tan abismal que hay de un fin de semana a otro, no puedo dejar de cuestionarme y pensar ¿Qué será lo que me espera? ¿Hacía dónde me está llevando la vida?... Pero también me siento muy cansada, no quiero estar triste, lo evito al máximo, y hay días en que estoy muy bien y hay otros en que la tristeza es inevitable, no dejo de pensar, quisiera hacerlo, pero a veces por más que intento no me logro escapar de muchos pensamientos que ya no deberían ni siquiera tener espacio ni en mi mente ni en mi corazón…
…Mientras que por otro lado, es inevitable también seguir sintiendo ese deseo, esas ganas de tener alguien con quien compartir todas mis cosas (no necesariamente una pareja), pero como mujer que soy no niego que la mayoría de las veces si me gustaría saber que voy a salir del trabajo y encontraré a alguien esperándome afuera, que un día voy a tener alguien a quien hablarle en el camino a casa para contarle como me fue en el día, alcanzarle en algún punto de la ciudad para conversar un poco y hablar quizá de cosas que no tengan nada que ver con la rutina o las preocupaciones de la vida diaria, para salir a caminar, para sentarnos a conversar en el parque, darnos el tiempo un sábado para ir a andar en bicicleta, rentar muchas películas para ver juntos un fin de semana, comentar una noticia, leer juntos un libro, que tengo muchas ganas de volver a experimentar esa sensación tan padre de transmitir y experimentar tantas sensaciones, emociones y sentimientos con sólo tomar a alguien de la mano o encontrarme reflejada en su mirada, de experimentar seguridad al dormir en los brazos de un hombre que de verdad me ame, y valore todo lo que yo tenga para darle.
¡Vaya! en pocas palabras: volver a vivir todas esas cosas que me hacían tan feliz de una manera tan simple y que me permitan sentir que puedo volver a ser sin temor esa mujer tierna, amorosa y enamorada que vive en mi interior y que hasta ahora no ha podido dejar una huella permanente en el corazón de un hombre que de verdad valga la pena.
Añoro cada día muchísimas cosas, pero trato de vivir feliz con lo que tengo… Me cuesta trabajo, pero lo intento cada mañana cuando despierto. Sigo sin perder la esperanza de que algo suceda, y la verdad no pido mucho, sólo un poquito de ilusión para mi vida… La verdad es que tengo muchas ganas de salir ya de este círculo que siento se repite y se repite de forma incesante, de escribir cosas diferentes, letras en las que se perciban los colores que matizan cuando en la vida de alguien hay nuevas ilusiones, emociones vivas que no sólo se plasmen, sino revivan y se perciban en los ojos de quien lee, con la misma nitidez que reflejan los colores alegres y brillantes.
Yo estoy buscando eso desde hace mucho tiempo, pero también espero que ojalá que pronto la vida me sorprenda…
Comentarios
Cuidate mucho, ah! y voy a comprar el libro de Soraya me gustó tu descripción, y cuando lo termine me recomiendas otro, me encanta leer, pero apenas lo descubrí!!! de todo lo que me he perdido!!!
Saluditos Martha!!!
Me imagino que te quieres mudar para vivir mas cerca del trabajo? o no?
Respecto a que necesitas a alguien, te entiendo, asi estuve un tiempo, es lindo amar, compartir, cuando se presentan broncas a veces quisiera estar sola sin las complicaciones de amar y sufrir por esa persona, pero tambien creo que vale la pena por los momentos agradables y lindos que se viven.
Creo que cuando esperas algo es cuando mas tarda en llegar, tal vez deberias relajarte y disfrutar de ti, de tus amigos y esa persona por ahi ya debe estar buscandote tambien y no te ha encontrado.
Te adelanto algo amiga, estás en el APRENDIZAJE, CAMBIO Y CAOS... benditas etapas y bendita seas! Como dice un profesional de Red-Vida, aprendemos cayendo y nos realizamos cuando somos los reyes del territorio. Para que se dé el aprendizaje es muy importante la actitud del aprendiz, la cual ha de ser una actitud humilde y flexible. La actitud humilde es la que nos permite estar siempre aprendiendo.
Para que se dé el aprendizaje es muy importante la actitud del aprendiz, la cual ha de ser una actitud humilde y flexible. La actitud humilde es la que nos permite estar siempre aprendiendo. Ahora bien, también es necesaria una actitud de fecundidad; si no nos dejamos fecundar no podemos hacer que algo germine. Así como en la tierra se ha de hacer un surco para poder sembrar las semillas, en nosotros este surco se hace en el corazón, no en el intelecto. Además, para que la semilla germine necesita calor y humedad – lágrimas y dolores vividos con amor—. Llorar no es un problema; el problema que repitamos el papel de víctima, que no entendamos que el dolor y el sufrimiento son reveladores del amor que hay en nuestro corazón. Es necesario revelar la luz que hay en el dolor y en la sombra, y así poder comprender.
Quizá, nos podríamos hacer las siguientes preguntas: ¿Cómo aprendemos? ¿Cómo cambiamos? ¿Qué eventos en la vida nos hacen cambiar? ¿Cuándo soy refractario o resistente al cambio? ¿Qué aumenta mis resistencias o impide la actitud de aprendiz?
Talvez el hecho de que estés en esa etapa de ajuste laboral/personal, mas en casa, menos bulla, te permita re-descubrir esto hoy en tu vida y te de un nuevo sentido. Talvez sentarte al lado de Maria y "escuchar” a tu Cristo interno…genial, verdad?
Un abrazo… te entiendo porque lo viví!