Las cartas son algo muy personal, pero yo no podía dejar de compartir esta que recibí el día de hoy.
Pasa algo muy curioso... Durante todos estos años yo siempre he escrito cartas, todo la gente que quiero y que ha formado parte de mi vida, ha recibido una carta mía llena de cursilería (así soy yo, que le vamos a hacer); sin embargo, es una sensación muy rara, pero al mismo tiempo muy hermosa "estar del otro lado" y leer algo que alguien te ha escrito, y en ese sentido sólo puedo decir que no me gusta llorar, pero es muy diferente cuando lloras de emoción.
Hacía muchísimo tiempo que no me pasaba eso, y sólo puedo decir: "Gracias Vane, por recordarme que se siente experimentar eso y por la carta más bonita que he recibido en toda mi vida".
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Martu:
Comenzar a escribir esta carta me hace sentir cosquillas en la panza, es raro porque ya te conté toda mi vida, pero una carta de puño y letra es más cálida y personal, no quiero que se me escapen los detalles, y todo lo que quiero expresar en ella, son muchos los kilómetros que va a recorrer y cuando la recibas quiero que sea especial.
Todavía recuerdo con mucha emoción el día que leí todo lo que publicaste de Soraya, en cada palabra se notaba tu amor y admiración por ella, desde ese momento una voz interior me decía que tenía que cooncerte. Después de varias semanas y sin pensarlo demasiado tomé el impulso de escribirte y darme a conocer (cosa que me costaba mucho), por eso digo que gracias a Soraya nació esta amistad.
Los primeros correos eran algo tímidos, llenos de curiosidad, y hasta un poquito desconfiados (era lógico, no sabíamos quien estaba del otro lado), pero creo que la conexión fue inmediata y se volvió una necesidad esa mágica comunicación, en pocos días la confianza se instaló y era algo sencillo hablar de nuestras vidas, como si nos conociéramos desde siempre.
Era fascinante leer los correos y encontrar una nueva coincidencia todos los días, no sé como definirlo, creo que éramos dos personas muy alejadas físicamente pero con la misma alma, compartiendo gustos, valores, penas, alegrías, para mi era una necesidad contarte cada cosa que me ocurría.
Luego de semanas de compartir largos correos intentando contar lo que fue nuestras vidas antes de conocernos, te hice una pregunta que no sabía si me la ibas a responder... ¿Martha me das tu teléfono? Fue una gran alegría encontrar tu número en el siguiente mail.
El 2 de Septiembre a la noche te llamé -era el cumpleaños de mi mamá y tu sobrino- fue muy emocionante escuchar la voz de la persona que se estaba transformando en mi amiga, me provocó mucha risa cuando dijiste que hablaba raro, esa noche estabas algo seria, como sorprendida, pero eso cambió en los siguientes llamados, tu voz no era la misma, sonreías, creo que ya te habías acostumbrado a mi.
Pasaron los días, siempre había algo nuevo para compartir, y cosas para sorprender y ¡¡¡Que Sorpresa!!!, eso sucedió un domingo a la tarde cuando encontré en tu blog -en el espacio dedicado a la historia en la canción- "Ojos Negros" de Ricardo Montaner (hermosa canción), para mi ya era suficiente que dedicaras tu tiempo en hablar de Ricardo, nunca imaginé que al final del comentario ibas a dedicarme la canción con tan lindas palabras, eso fue un disparo directo al corazón, y un gran golpe bajo (como decimos acá). Tu regalo fue muy especial para mi.
Hay tantas cosas que recuerdo en este momento, mis ataques de "amiguitis", la culpa que te provocaban mis llamados, y mi culpa por robarte tu tiempo, mis mails kilométricos, nuestras peleas por la guitarra roja de Soraya, la curiosidad que me daba cuando decías que tenías una sorpresa para mi y mis intentos por sacarte información, "La Batiseñal", la sorpresa cuando las dos descubrimos que éramos zurdas, los mochilazos pendientes, tu visita sin previo aviso, un monólogo sin terminar, mis celos cuando me contaste de aquella chica que había leído lo de tu blog, y tantas otras cosas que le dan un toque especial a nuestra amistad.
En esta primera parte de la carta intenté hacer un pequeño resumen de como comenzó esta maravillosa amistad. Ya pasaron muchos, muchos meses de aquel primer correo, y es emocionante sentir la confianza que hay entre las dos, hablar por teléfono es tan natural, es como si nos conociéramos de toda la vida. Estoy totalmente convencida de que esto no es casualidad, una fuerza superior se encargó de juntarnos, una especie de angelito con guitarra nos hizo el favor.
Soraya me dio muchas cosas sin saberlo, pero haberte puesto en mi camino es algo que se lo voy a agradecer toda mi vida.
¡Ay Martu!!! Son tantas cosas que te quisiera decir, pero tengo miedo de olvidar algo.
Todo lo que siento por vos te lo dije muchas veces, pero de puño y letra nunca, así que este es un buen momento para empezar.
Vos sos una personita que va iluminando el camino de todos los que te rodean -yo que estoy lejos siento esa luz-, siempre encontrás la forma de aportarle algo especial a cada uno, ya sea en el blog llegando a lugares inimaginables, y aquellos que están a tu lado diariamente.
En lo personal te diré que es mucho, mucho lo que me diste -yo diría que demasiado- todo este tiempo.
Significa mucho para mi el tiempo que todos los días me regalas, tus palabras cargadas de afecto que viajan directo a mi corazón, tu compañía en esos días que duele un poquito el alma, la fuerza que me das para que yo pueda ir detrás de mis sueños, son un montón de cosas que vos me das, no sé si llegas a entender el papel tan importante que tenes en la película de mi vida.
Siempre dije (y lo digo todavía) que la vida te quita cosas que te marcan, pero también te da otras para compensar eso que te hace falta. Tu amistad es un regalo enorme y especial, que la vida en el momento justo puso en mi camino.
Tu amistad es:
- Leer tus correos y alegrar mis mañanas rutinarias de trabajo.
- Creer en el destino y que todo pasa por algo.
- Compartir sueños que comprendes mejor que nadie.
- Sentir tu presencia a pesar de la distancia.
- Hablar de cualquier tema con toda confianza.
- Esa palabra a tiempo que a veces necesito.
- Una luz cálida que ilumina mi vida.
- No sentirme sola pormi manera de ser y de ver las cosas.
- Ese refugio donde me siento a salvo cuando me muero de miedo.
- Decir sin temor que a veces no puedo sola.
- Creer que podemos tener un mundo mejor.
- Ese deseo diario de querer tomar un avión, y al fin parame frente a ti para decirte ¡Gracias!!! y darte un enorme y eterno abrazo de oso.
- Es un regalo maravilloso que tuve la bendición de recibir.
Tu amistad me enseñó que a pesar de la distancia, se puede tener un amigo de verdad, y vos sos el mejor ejemplo de eso.
Para terminar quiero desearte todo lo mejor en estas fechas tan especiales, ojalá se cumplan todos tus sueños, porque te mereces todo lo bueno que esta vida pueda darte.
Todo lo mejor para tu familia también, que sean inmensamente felices siempre.
Gracias por todos los momentos compartidos y por los que vendrán.
Gracias por existir y por ser mi amiga - hermana del alma.
¡Te Quiero Muchísimo!!!
Vane
Diciembre de 2007.
Salto-Uruguay.
Comentarios
Me hace muy feliz saber que es la mejor carta que recibiste.
Pero no va a ser la última...proximamente te llegará un cuaderno de tapa roja.