"La Reina de Los Elefantes (Capítulo VII) -Final-
"En estas tierras, los elefantes se encuentran amenazados. Rezo para que nuestra película sirva de lección. Tenemos que proteger lo que aún queda de ellos. La gente no lo entiende. Los elefantes son muy importantes para nuestra supervivencia. Salvándolos a ellos, nos vemos obligados a salvar nuestros grandes bosques. Salvando los bosques, salvamos a todos los animales. Si no lo hacemos, toda la naturaleza va a desaparecer y nos destruiremos a nosotros mismos"...
-Parbati Barua-
Hemos llegado al final de este viaje con Parbati Barua y Mark Shand ya convertido por fin en un Mahout. Después de esta larga travesía por territorio hindú y que nos permitió no sólo conocer el entrenamiento y la disciplina a la que se tiene que someter el aspirante a Mahout para poder hacer de los paquidermos, animales útiles y productivos; conocimos de paso la difícil problemática que enfrenta esta especie que se encuentra a punto de extinguirse por la inconsciencia y egoísmo de la especie humana.
Espero que les haya gustado esta historia y les haya resultado fascinante todas y cada una de las aventuras que se describieron a lo largo de 7 capítulos. Ojalá que también esta forma distinta de compartir libros e historias sea de su agrado. Finalmente quienes tienen la última palabra son ustedes, que pasan por este espacio con frecuencia y me regalan parte de su tiempo... Les agradezco de antemano por eso y creo que tratar de hacer cosas distintas, es lo mínimo que puedo hacer para que los minutos de su día que invierten en visitar este espacio, les aporte además de algo positivo, una historia interesante que los distraiga y quizá -¿por qué no?- cada uno de ustedes pueda compartir con alguien más (¿se imaginan que padre sería comentar con alguien al final del día sobre un viaje en elefante en lugar de las broncas y rollos del día?).
"La Reina de los Elefantes" termina aquí, pero la vida de Mark Shand y sobre todo de Parbati Barua es por demás interesante y aún hay mucho que contar sobre ellos. Prometo más adelante, venir a contarles más a fondo sobre ellos, y pues por lo pronto, les agradezco que me hayan acompañado en esta aventura... Curiosamente el libro de Saramago que estoy leyendo en este momento habla también sobre un viaje en elefante, pero es algo muy distinto; porque es incluso un viaje descrito con mucho sentido del humor y un tono irónico que resulta muy divertido... Pero bueno, ya vendré -espero que en una semana- a contarles la historia de Salomón y su "Cornaca" Subhro... (en el libro de Mark Shand se le llama Mahout al adiestrador de elefantes y en el de Saramago es un Cornaca)... Pero bueno, no nos anticipemos, ya compartiremos esa historia en su momento, y por lo pronto disfruten del capítulo final de "La Reina de Los Elefantes".
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"La Leyenda del Kamandalu de Parbati Barua".
"Una vez, un brahmín y su mujer vivían felices en una cabaña en las orillas del río: Dnoa-Sia, el río de la divina ilusión o del milagro, cerca de Garipur, en la parte baja e Bután.
Un día fatal, el brahmín llegó a la cabaña con una nueva esposa.
Aunque era fea y vanidosa, él había sucumbido ante la riqueza de su familia. En muy poco tiempo, él construyó una nueva y espléndida casa, que contrastaba con la sencillez de su otra propiedad; la pareja era atendida por una comitiva de sirvientes.
Pronto se olvidó de su primera mujer, quien pasaba los días sola y llorando en su cabaña junto a la mansión. Sin embargo, le habían dado una tarea ínfima: se le permitía recoger agua del río en una gran vasija dorada y llevarla a su casa, sobre su cabeza. Así, se podía sentar en la orilla del río y llorar, sus lágrimas caían en la corriente.
Un día, el rey de los elefantes y sus súbditos, llegaron a beber a ese río. Preguntándose por qué el agua sabía tan salada, el rey inquirió la razón a la manada. Ellos le contaron la desventura de la joven. Inmediatamente, fue a buscarla.
Al oír su historia, le ofreció llevarla a su casa, donde sería tratada como una reina. Ella lo dudó por un momento, entonces, sin aviso previo, vino una avenida que sacó de su cauce al río. Aquel torrente arrasó con la humilde cabaña y con la casa nueva del cruel marido.
El rey de los elefantes, la tomó con la trompa y la subió a su espalda, y así corrieron por siete días y siete noches. Por fin, arribaron al reino de los elefantes, en la parte alta de las faldas del Himalaya. Ahí, en su palacio de marfil, la depositó reverente en su trono, que también era de marfil y, arrodillado ante la mujer, le pidió que se casara con él.
Ella aceptó feliz y todos los elefantes barritaron en honor de su nueva reina. El día de la coronación, vaciaron sobre ella siete corrientes de agua de siete colores diferentes, y poco a poco, se transformó en una bella elefanta.
La vasija dorada se convirtió en su cabeza y el vertedero, en la trompa. Como un homenaje, los demás elefantes levantaron la trompa y el rey anunció: "Escucha, ¡Oh reina!, a patir de hoy, te obedeceremos. Tus órdenes serán cumplidas".
-y ese- finalizó de contar Parbati, con voz suave, mientras acariciaba su pequeño Kamandalu y una sonrisa irónica le cruzaba por el rostro- es el modo en que los elefantes se volvieron matriarcales.
"La Reina de Los Elefantes"
Aut. Mark Shand
Reader's Digest México.
Comentarios
Y también un reconocimiento a tu gran trabajo para hacerlo en audiolibro, mis respetos, felicitaciones, y me saco el sombrero.
Es genial el trabajo y tiempo que le dedicas a tu blog, digno de admiración.
Gracias!!!!
Si es un libro padrísimo y muy mágico, gracias por los primeros capítulos que me dejaste leerte.
He descubierto que Mark Shand tiene más libros sobre sus viajes a la india... Será cuestión de empezar a buscar...
Gracias a ti por pasar.
gracias por compartir semejantes historias.
cuidate y saludos!