"Señales"...
Han sido días muy difíciles y cansados, en el sentido de que sin entrar mucho en detalles o hacer una apología de calamidades, forman parte de una etapa en mi vida que ya llevo algo de tiempo en el intento de tratar de sobrellevar.
... Pero no es eso de lo que quiero escribir, es tan sólo que parto de ese punto para poder contar algo que me pasó hoy.
Como es de esperarse, esa "baraña" de problemas de todo tipo (y que como a cada uno de ustedes también les pasa), propicia que haya días en los que como todo ser humano, siento que no puedo con todo yo sola, y obvio que cuando eso sucede, mi fe se va hasta el suelo.
Hace apenas un par de noches, analizando como algunos problemas se han ido complicando hasta convertirse bola de nieve, yo le preguntaba a Dios, ¿en qué estoy fallando? ¿o cuál es la lección que aún no asimilo de todo esto?... Obvio después de tanto rato pensado en eso me quede dormida, pero creo que la respuesta de su parte la recibí hoy.
Por la mañana, cuando iba camino al trabajo, por una avenida importante de la ciudad, vi que en un semáforo había un montón de gente en ambos lados de las aceras con banderolas y pancartas... De inmediato pensé en los simpatizantes de los partidos políticos que desde hace unas semanas me ha tocado ver en diferentes puntos de la ciudad, haciendo propaganda e intentando conseguir votos para sus respectivos candidatos.
Yo llevaba prisa, y por ende me causó un poco de molestia ver eso desde lejos, porque lo primero que vino a mi mente fue: "Van a querer pegar alguna calca en mi moto" o me van a hacer perder tiempo y llevo prisa.
Como no iba yo a gran velocidad, una vez que estuve más cerca, vi que no eran los militantes de ningún grupo político, sino un grupo de jóvenes (yo supongo que integrantes de la iglesia que está ahí en ese rumbo), y lejos de cualquier propaganda política, sus carteles y todo cuanto llevaban hacía referencia a Dios.
Yo no me pude detener, pero cuando pasé justo junto a ellos, vi una chica que tenía una cartulina que decía: "Dios te Ama", y ella me gritó lo mismo cuando me vio pasar.
Aunque me alejé pensando en que me hubiera encantado traer una cámara para fotografiarlos, mi reacción después de eso, obvio fue que se dibujó en mi rostro una gran sonrisa.
Desde siempre he creído en las "señales" y fuera de cualquier rollo religioso o ideológico yo siempre he dicho que Dios se manifiesta todos los días en las cosas más simples y cotidianas que casi siempre pasamos desapercibidas.
Para mi esa fue su respuesta, pero más allá de de las cosas en las que yo creo o no, me quedé pensando en que ya una vez (hace tiempo), me tocó ver en otro punto de la ciudad a otra "bolita" de chavos haciendo eso mismo y para alguien que esté agobiado, triste o decepcionado, una acción tan sutil como esa, le puede cambiar por completo el día, tal como me sucedió a mi.
Yo no sé si tu crees o no en Dios, pero a mi me encanta que exista gente que haga eso, porque actualmente vivimos con tanta prisa y salimos a la calle tan a la defensiva, que cuando alguien pregunta a veces hasta en la fila del banco al cajero: ¿Cómo está?, con un gesto tan simple, esa persona baja la guardia y cambia por completo su actitud, ya que a veces eso es lo único que realmente necesitamos: alguien que se preocupe por nosotros y de corazón quiera saber cómo estamos "por dentro".
Las señales están en todas partes... De eso no hay duda... Dios es un tipo genial al que le encanta disfrazarse todos los días de mil cosas diferentes y espera con toda la paciencia del mundo no sólo para que le hagamos caso, sino para que juguemos con ÉL a intentar adivinar de que se disfrazó ese día.
Pero... ¿Saben que fue lo más importante que aprendí hoy?.... Que en muchas ocasiones Dios se disfraza y se esconde en el interior de cada uno de nosotros... No en el sentido de que tener la capacidad de hacer algo impactante o milagroso... Aunque en cierto sentido sí, porque a veces un pequeño detalle o un acto de humanidad simple como regalarle comida a un indigente, o darle de beber agua a un perro de la calle, si puede marcar la diferencia entre un día gris que se transforma en uno especial, no sólo para esa persona o ser que se ayuda.
Creo que eso es lo que cada uno de nosotros debería pensar en los días difíciles.... Que Dios está y vive adentro de cada uno de nosotros... A veces esperamos y rezamos con toda el alma para que pase algo especial en nuestras vidas, pero pienso que ÉL espera en cierta forma también que escuchemos su voz en nuestro interior y hagamos caso a ese impulso loco de hacer algo especial, pero por alguien más.
Como dije ya, no hablo de cosas espectaculares... Acciones tan simples como dejar un poco de cambiecito en la máquina despachadora de los refrescos, comprar una torta y regalársela a alguna de las personas que piden limosna (en lugar de darles dinero), regalarle una despensa a alguna familia de escasos recursos que de verdad lo necesite, preparar una bolsa de Sandwiches y regalarlos en la calle, cederle el paso a alguien que vaya con la misma prisa, pero menos de la tolerancia que nosotros tenemos; y por último bendecir -aunque sea muy difícil- a quien se te metió arbitrariamente en el tráfico, y todavía te recordó hasta de tu mamá.
Así como existe gente que tiene la capacidad de cambiarnos el día, insisto: esto no tiene nada que ver en lo absoluto con religión, y hoy una vez más comprobé que Dios no está en un templo ni tampoco en la biblia... Tal vez es tan ocurrente, que justo en esos días cuando piensas que lo necesitas más que nadie y te gustaría verlo o que se hiciera presente en tu vida y en tu mundo cotidiano, ÉL es tan ocurrente que es precisamente cuando decide esconderse para poner los pequeños actos que devuelven la fe, DENTRO DE TÍ...
Ten eso presente siempre y déjate sorprender... ¡Buenas Noches!
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Saludos!!