Un Año Antes y Después del Concierto de Pausini
Laura Pausini en concierto: ¡Que sentimiento! / Verano 2006, Don Haskins Center, ELP. Tx. / Foto: Víctor Barajas para FB!
Hoy hace exactamente 1 año que vi por última vez a Laura Pausini en concierto...
Suena dramático, decir que fue la "última vez", porque precisamente cuando la vi en el Metropolitan en Abril del 2005, yo estaba segurísima que esa sería la última vez que tendría la oportunidad de verla y escucharla tan de cerca.
Me subí al avión y de regreso, me "moría" de ganas por estar en casa y abrazar a alguien que en ese entonces me estaba esperando... Pero al mismo tiempo, mientras veía por la ventanilla la alfombra impresionante de luces encendidas de una ciudad en pleno movimiento, un sentimiento de nostalgia me envolvió al pensar en que tal vez esa era la última vez que la veía a ella y a mis amigos de Faenza también.
Es extraño, pero respecto a Laura, la vida siempre se ha encargado de sorprenderme, porque a pesar de que ese pensamiento era muy fuerte, ¿curiosamente?, la vida se encargó de poner las circunstancias para que se cumpliera algo que yo había deseado varios años atrás -incluso cuando aún ni siquiera imaginaba que llegaría a conocerla-: Que Laura viniera a El Paso, Tx.
A un año de distancia de ese concierto, no puedo evitar sonreír, cuando pienso en que tuve que armar todo un relajo para poder viajar dos veces a México y así poder verla, para luego... cuando yo creía que ya estaba dicha la última palabra se cumpliera un viejo sueño que ya estaba olvidado.
La verdad, yo sigo pensando que esta si fue "La Última Vez"... Primero porque siento que Laura ya no tarda en retirarse por un tiempo para dedicarse a su familia, a su pareja y cristalizar su sueño anhelado de ser mamá, pero a lo que quiero llegar es que a 1 año de distancia muchas cosas han pasado y no han pasado....
Suena ambigüo, pero así es, porque el concierto y la presencia de Laura, para mi representa un punto de referencia desde el cual medir todas las cosas que han cambiado y las que continúan igual desde entonces en mi vida.
Es un tanto contradictorio llevar por dentro tantas emociones encontradas... Cierro los ojos, me transporto hasta ese día y por un lado me quiero quedar para siempre con la ilusión con que Claudia "Zamarrips" y yo hicimos la manta que llevamos al concierto, con la emoción que hace que mi corazón lata otra vez con más fuerza al recordar la expresión de alegría que se dibujó en el rostro de Laura en cuanto descubrió que estábamos ahí al salir ella al escenario, (yo creo que no se lo esperaba), y lo primero que hizo fue acercarse a saludarnos.
También, los "enfoques" de la cámarita casera del Sr. Fabrizio Pausini (que graba siempre a los fans desde los controladores de iluminación y audio), y ¡Wow!... Lo mas impresionante.... Haber conocido también a Marissa, la única amiga del fan club que es de aquí y a pesar de que llevaba cerca de 7 años en contacto con ella a través del foro oficial y por correo electrónico, apenas hasta el día del concierto nos conocimos en persona y ¡me cayó súper bien!!!!
No sé porque razón, las mejores cosas que me suceden o los momentos más bonitos, siempre se archivan en mi corazón y en mi mente como si fuera un álbum de fotografías. Si yo pudiera compartir en este instante con ustedes todas esas imágenes, seguramente verían una foto muy grande y muy bonita, del momento en que ya terminado el concierto y de regreso a Cd. Juárez, Claudia y yo pasamos por el Hotel Camino Real y vimos a Laura en el lobby, departiendo con algunas personas, ataviada con ese vestido negro hermossísimo que la hacía verse muy bonita, para unos instantes después subir al ascensor y desaparecer.
El concierto fue un Jueves, pero Marissa me contó que Laura se quedó hasta el Sábado. Ella se hizo amiga de uno de los músicos y él fue quien le informó que esa noche Laura terminó cansadísima, pero ¡feliz! y aprovechando quizás el fin de semana se quedó todavía para hacer promoción.
Yo no pude ir ya al hotel, pero entre mis recuerdos plasmados en foto imaginaria, está también una imagen de la fachada del Hotel Camino Real contemplado con nostalgia desde la ventana húmeda en una madrugada con lluvia, y no obstante que Pausini se fue hace ya mucho tiempo de ahí, pensar en "un año antes y después del concierto" equivale a darme cuenta que así como hay recuerdos hermosos que abrazo con todas mis fuerzas para no perderlos, llevo todavía los bolsillos llenos de muchísima melancolía también.
Esa noche extrañé muchísimas cosas y hubiera deseado que las circunstancias hubiesen sido diferentes, tener a alguien que por decisión propia decidió ya no estar en mi vida ni tampoco ahí.
Me sentí feliz por Laura y todo lo que su música para mi representa, pero al mismo tiempo muy triste, porque sólo me faltaba algo para que todo hubiera sido perfecto...
Pero "el hubiera" ya no es, a 12 meses de distancia sigo extrañando y me sigue doliendo, pero he aprendido a vivir con eso y me siento afortunada de que sucedió.
En el presente, miro a mi alrededor y veo que muchas cosas han cambiado, la gente cercana ha seguido con su vida, muchas cosas son distintas y en lo personal a veces me da la impresión de que es como si yo estuviera parada sobre un escenario en el que se han cambiado por completo todos los objetos que conformaban la escenografía y la única que permance igual e inamovible soy yo.
Tal vez ese sea el aprendizaje que tengo que asimilar. Soy una mujer bastante cursi y sensible, pero tampoco soy un alma atormentada...
Desde esa ventana que refleja el hotel donde un día se quedó Pausini, ahora veo también en la contraparte, el reflejo de una chava que disfruta muchas cosas, que se rie cuando alguien dice algo chistoso o de ver a alguien más riéndose con muchas ganas, que tiene ganas de aprender mil cosas, que tiene que buscar la forma de cerrar capítulos, archivar recuerdos y encontrar la manera de gastar toda esa nostalgia para así hacer espacio a todas las imágenes padres de los momentos futuros que vienen y a las páginas sueltas y de colores brillantes que se plasmarán....
Insisto... Yo digo que esta fue la "última vez", ojalá la vida se encargue otra vez de darme bofetada con guante blanco, pues algo me dice que la próxima vez el destino me llevará hasta el otro lado del océano... Ojalá que así sea...
¡Me muero de ganas por vivir esa aventura!!!!
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