Historia en la Canción: "La Catrina".
De pie frente al espejo, comenzó a arreglarse desde muy temprano... El sombrero adornado con 13 amapolas (la flor que tiene el poder de adormecer al pueblo), reposaba ya sobre la cama. Todas las flores eran de colores diferentes y La Catrina posó sus falanges blancos y largos sobre ellas, mientras pensaba que cada color representaba al maíz teotihuacano que dio lugar a la creación de la humanidad.
Las plumas de avestruz (que también la adornaban), eran importadas del viejo mundo, le recordaban que desde que José Guadalupe Posadas la dibujó, tuvo en mente la época de la conquista, pero al mismo tiempo el mundo prehispánico en el que los tocados elaborados con plumas de colores, eran usados por la nobleza indígena.
Ella tampoco dejaba de ser alguien menos importante... Ese pensamiento se apoderó de su mente mientras se veía al espejo con el sombrero puesto para probar como se le veía después de tanto tiempo. Aquella sería su noche, y por eso un sombrero tan elegante le vendría muy bien.
Detalle del mural: "Sueño de una tarde de Domingo en La Alameda" - Diego Rivera (1948) - Pabellón Diego Rivera, México, D.F
Volvió a colocarlo sobre la cama, y sus fosas oculares oscuras y profundas, tropezaron sin quererlo con la fotografía enmarcada sobre el buró que reflejaba una de sus mejores tardes de faena, aquella en la que Diego Rivera la imaginó al lado de figuras tan célebres como: Benito Juárez, Frida Kahlo, Porfirio Díaz, Madero y Sor Juana Inés de la Cruz... Más de 150 personajes reales e imaginarios que existieron a lo largo de 400 años de historia, reunidos por el maestro en el "Sueño de una tarde de Domingo en la Alameda"...
Eran otros tiempos... La Catrina suspiró con cierto aire de nostalgia, pero no era momento para ponerse triste, aquel era su día, ese por el que tanto esperaba cada año, y al igual que hacía más de 6 décadas desde que esa obra monumental había sido creada; ella volvería a lucir con garbo un vestido como los que se usaban en los sepelios de antaño, de color blanco con una cinta transversal negra.
"La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".
Haberse decidido por ese atuendo, no había sido una elección sencilla; pues La Catrina, mas allá de ser etérea, irreverente -y hasta para algunos atemorizante- para bien o para mal era también mujer... Así que luego de días y días enteros de revolver el armario repleto con trajes regionales de: Veracruz, Michoacán, Yucatán, Oaxaca, Chiapas, Tehuantepec y Puebla, que se probaba una y otra vez frente al espejo, para comprobar su apariencia vista desde todos los ángulos posibles; se decidió al final por el atuendo en color blanco que acompañaría con unas botas de época que se ajustaban con agujetas.
La ropa interior no podía ser menos exquisita y elegante, por eso de su cajón sacó un corsé (que en realidad por su complexión esquelética no le hacía mucha falta); así como un par de calzoneras, enaguas y medias como las que se usaban en 1908 y que una vez más la pusieron en la encrucijada de elegir la que le iba mejor.
Iba comenzar a maquillarse, pero faltaba ¡lo más importante!, así que antes de que las prisas la agarraran, se fue una vez más directamente al armario, y luego de unos minutos de hurgar y hurgar entre cajas, bolsas de plástico y celofán, por fin en su rostro demacrado y cadavérico se dibujó una amplia sonrisa, que enmarcaba una expresión de triunfo; pues tenía por fin entre sus manos la estola de plumas... Un accesorio imprescindible y que por ningún motivo se perdonaría no llevar.
Tenerla en sus manos se sintió tan orgullosa de tener un gusto tan exquisito, y entonces se envolvió con ella, enredándola en su cuello con una sensación de altivez y júbilo, al recordar que aquel accesorio representaba la figura de Quetzalcóatl ("Serpiente Emplumada"); la imagen de reptil y ave... Ningún otro objeto podía ser más apropiado para ella, pues justo representaba la delgada línea que divide esa eterna dualidad entre la vida y la muerte...
Al dar las 6 y cuarto en el reloj de la catedral, La Catrina ya casi estaba lista, inmersa en la concentración esmerada que requería "vestirse la cara", llenando de colores "irónicamente vivos", la circunferencia de las órbitas oculares, los orificios nasales (en un intento por atenuar la apariencia oscura y profunda); mientras al mismo tiempo, delinearse con coquetería el interior y las comisuras de los labios con un rojo carmesí profundo, no borraba de su expresión el sarcasmo de su mandíbula llena de dientes prominentes.
Por fin estaba lista, y salió a la calle con su abanico de carey adornado con plumas, su bolso al hombro y su libro (que incluía la lista con los nombres de todos los hombres y mujeres por los que "pasaría en los siguientes días), y que estaba forrado con piel humana y sujetado en el lomo por el femur de algún mortal célebre al que en otro tiempo conoció.
Ella seguía siendo la misma de hacía siglos, pero caminar por La Alameda ya no era lo mismo, y por eso, al igual que los nobles Aztecas (quienes consideraban que el amor más puro y menos egoísta era el que un perro sentía por su amo, y por eso los enterraban juntos); La Catrina se hizo acompañar por su Xoloitzuintle, que fue el primero que entró a esa gran fiesta que desde temprano se preparaba para ella en el "Camposanto", y lejos de reprenderlo como lo hacía cuando se alejaba de ella mientras acarreaba a las almas desencarnadas; aprovechó su distracción para seguirse de largo y alejarse de ahí.
Para un día tan especial, La Catrina tenía otros planes, quería hacer algo diferente; así que se fue a Bellas Artes, para disfrutar de un concierto... De inmediato ocupó un palco de honor y con gran garbo se colocó unas lentillas, que en el lapso de tiempo que transcurre antes de que empiece un espectáculo, le sirvieron para observar en los alrededores, a los posibles prospectos a los que tal vez más adelante se podría llevar...
Pero no, aquella noche no estaba "de servicio", y cuando el telón de abrió y la orquesta sinfónica comenzó a tocar, la que casi se muere de la impresión fue ella, al descubrir que dentro de aquella celebración, La Catrina, también era el personaje principal...
"La Catrina" / Susana Harp / Álbum: "De Jolgorios y Velorios" (2009) / Track No. 3.
- "De Jolgorios y Velorios": Es un disco temático de Susana Harp en el que se incluyen temas tradicionales mexicanos que se cantan en los velorios, pero más allá de ser temas lúgubres o solemnes, reflejan mucho de la indiosincracia que los mexicanos relacionada con el culto a la muerte, por lo que puede ser divertido e irreverente. En México nos divertimos y jugamos con eso, pero con un profundo sentido de respeto también. Es parte de la cultura y de las costumbres que vienen incluso desde la época prehispánica, en la que los aztecas también la incluían como parte importante de sus celebraciones.
- David Langange: Es un poeta y escritor mexicano que ha colaborado con distintas publicaciones en nuestro país, además de escribir la letra y música de varias canciones.
Comentarios
la catrina, aunque muchos lo miran mal por la religion y eso..pero no hay que tener esa mala impresion.
el mural de hasta el ultimo es lo mas chido que he visto para hablar de ella ^^
cuidate y saludos
La canción de Calaveras y Diablitos si la conozco, es una de las más famosas de los Fabulosos Cadillacs, y creo que Vicentico la incluía en su repertorio en la época que duró cantando como solista (hasta donde yo sé).
Respecto a Julieta, ella, desde sus inicios acostumbra hacer eso, ha hecho giras con otros artistas, de hecho cuando yo la vi por primera vez cantar en vivo (y que fue el primer concierto que me tocó cubrir cuando recién entré a la revista), ella estaba haciendo gira en ese momento con Eli Guerra, y Aurora y la Academia (un grupo de chavas que cantaban bien padre) y el concierto se llaba "De Diva Voz"... Por eso si te creo que es posible que haya colaborado con los Fabulosos... Es muy talentosa Julieta ¿aunque sabes algo?, aquí en México no a todo mundo le gusta, a la mayoría de las personas que yo conzco les cae mal, no se porque.
P.D. Respecto a las tradiciones relacionadas con el día de muertos, te repito lo que te había comentado en otras ocasiones, necesitarías ver y vivir como es la tradición directamente aquí en México para poder entenderla un poquito más.
Gracias por pasar.
MR. FUSER:
Tal vez mucha gente lo ve mal porque lo relaciona con el culto a "La Santa Muerte", y meterte con ese tipo de cosas, ahí si ya son palabras mayores, pero La Calavera Catrina, como ya lo sabemos es un personaje que surgió a forma de sátira durante la época revolucionaria y José Guadalupe Posadas la creó como una forma de reflejar la indiosincracia del México de aquel entonces, aunque el culto a la muerte viene desde tiempos ancestrales y previo a la época de la conquista, la muerte siempre ha sido un tema importante para nosotros los mexicanos y esa forma de "jugar" con ella, siento yo es un intento por atenuar el dolor o el miedo que puede llegar a producirnos y al mismo tiempo siento yo, puede ser una celebración por la vida.
P.d. El mural de Diego Rivera es tema para un post aparte, es fascinante la historia y la cantidad de personajes que aparecen ahí, me encantaría verlo en el lugar donde se encuentra... Ojalá se me haga cuando vuelva a la ciudad de México.
m gusto demasiado tu blog... pues soy una chica que le encanta la catrina y no por el simboliso que se le da como la muerte si no por su forma de vestir su forma quiza de ver la vida de una manera pintorezca y mexicana si bien como cultura no tenemos mucho pues somos poca la gente que conoce algo de méxico.. te agradesco este espacio por culturizarnos un poco y si bien creo que tanto la Catrina,Frida Kahlo o Diego rivera merecen ser mas conocidos....
creo que nuestro interes de saber sobre la cultura es muy vago... que bueno que no haces ver a la catrina como lo que mucha gente la ve la muerte creo que eso mas que nada es por un respeto que se le tiene.. pero es demasiado agradable leer sobre ella de una manera no espelusnante....
:D
:D